CUARTO DE PALABRAS

Lecturas escogidas

Oh tú, Segismundo, que abriste a la vida, al mundo, dándole un puerto risueño a la ciudad que sonríe... Pa que te fíes, La vida es sueño (y tanta risa un ardid...). Oh adalid, cual El Cid, que campeas después de muerto, échale un vistazo al puerto que ya te quitan de ahí

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Volverán las oscuras palomas a evacuar su sustancia en tu cabeza, y al no verte pensarán, es broma ¿cambiarlo otra vez con lo que pesa...? Rimas y leyendas de un meneo, adagio de una danza que sirvió de chanza (Te mueves más que Moret) y cachondeo cuando te mudó Carranza. Esta vez, te mueve doña Teo... Pardiez (clama venganza) ¿en este asunto tan feo no hay otro para mudanza...? Esto que te pasa, o es, o parece guasa. Coronaste Puertatierra flanqueao por los patronos, pero compraron abono y en un redondel de tierra con las horas en colores se puso el reloj de flores... No pegaban tus honores.

En esas, al corto espacio de un ven, paraste en un almacén, Tiempo de silencio en esas... Hasta que sonó tu tren y bajaste Las Calesas (formaste el taco), y en la Fábrica Tabacos, mirando al puerto tu frente te quedaste. En esto vino una fuente, con aguas en abundancia, ¿a quién fueron a mover? a Moret, pa Comandancia. Eres señor del adiós, no has llegado y ya te has ido Y ahora a San Juan de Dios, En busca del tiempo perdido.

Oh mito gadita del viajero que usa la peana por batea, de haberte conocido Homero te habría hecho hueco en La Odisea. Oh eco de la incomprensión, en ese ser vos quien sois hasta el Ulises de Joyce envidia tu introspección... que apenas te queda un año (y por añadir, un día) y será en dos mil nueve que tu, que tanto te mueves fruto de la veleidad, cumplas como los Buendía Cien años de soledad Oh tu, bienhechor. Oh tu, que tiraste las murallas, tu acto no tuvo precio... ni valor, te pusieron una valla, vaya, La conjura de necios.