Isabel Pantoja busca una casa segura y discreta en el centro de Madrid

Se trataría de un alquiler en el barrio de Salamanca, para abrir su centro de operaciones

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Esta noche, en Cantora, el baluarte gaditano de los Pantoja, se olerá a guisito navideño. Por fin, Isabel podrá tener una Nochebuena en paz y libertad, después de tres navidades encerrada en la cárcel o en régimen de tercer grado, y con la permanente angustia de descontar los días que le faltaban para cumplir su pena con la Justicia. Hoy, sin embargo, Cantora estará más iluminada que nunca para celebrar una velada en la que la tonadillera se esmerará a la hora de tener listos sus mejores platos y de mantener a su familia en paz y armonía. Y precisamente eso es algo que también hacía mucho tiempo que no pasaba. Para su felicidad, se espera que disfrute de sus tres nietos (Francisco y Ana, los dos hijos de Kiko Rivera, que tuvo con Jessica Bueno e Irene Rosales, respectivamente; y Alberto, el pequeño de Chabelita y su ex, Alberto Isla). Por supuesto, a su lado estará doña Ana, su madre, la persona que más le ata a España y el único motivo por el que aún no se ha decidido a mudarse al otro lado del Atlántico.

Instalada en el silencio, sin haber hecho la esperada exclusiva, lo cierto es que Isabel Pantoja aún no ha regresado al cien por cien a su vida artística. Ya tiene su disco sonando por las emisoras de radio -« Hasta que se apague el sol»-, un éxito de ventas en el género de la copla, circunstancia que sus fans aplauden cada mañana al abrir sus cuentas de Twitter. El 22 de febrero, Pantoja asistirá como invitada al Festival Viña del Mar, en Chile, y allí la recibirán con los brazos abiertos. De hecho, su paso por prisión se ha contemplado en América con bastante distancia, sin el eco mediático que ha tenido en España.

Juan Gabriel, en la memoria

Pese a tantas alegrías, a Isabel esta noche le pesará la memoria de Juan Gabriel, el responsable de su regreso discográfico. Su muerte, el pasado 28 de agosto en su casa de Santa Mónica (California), ha sido el mayor palo que se ha llevado este año. Un final repentino que ha truncado parte de su gira mexicana, donde pensaba abrir temporada junto al divo de la canción y con toda la parafernalia que movía. Más allá de sus labores como productor y compositor, Juan Gabriel fue uno de sus grandes apoyos.

Pero esta será la única uva amarga en la cena de Cantora, ya que Isabel se encargará de animarla con villancicos y recordar su infancia feliz junto a su padre, Juan Pantoja, cuando iban por todas las casas del barrio cantando con una botella de anís y brindando con los vecinos. «No teníamos de casi nada, pero nada nos faltaba», me confesó la tonadillera cuando todavía se hablaba con la prensa. Esos recuerdos son los que ahora quiere transmitir a sus tres nietos, así que los regalos se abrirán junto al Nacimiento, y cerca del retrato que mantiene en su salón de quien fuera su marido, Francisco Rivera «Paquirri», el único de entre todos los hombres de su vida que permanece en su recuerdo.

Estos días, Isabel Pantoja ha sorprendido con una felicitación navideña que ha enviado a su club de fans, donde posa junto a sus dos perritos y vestida con sus mejores galas. Muchos se han lanzado a analizar esta imagen como si se tratara de una foto actual, cuando lo cierto es que corresponde a un reportaje que realizó hace cerca de 15 años para una revista del corazón. El escenario, su antigua casa de La Moraleja, a las afueras de Madrid, hoy está en manos de otros dueños tras verse obligada a venderla para hacer frente a las deudas que tenía con la Justicia y con Hacienda.

Acotar la búsqueda

Precisamente una casa es lo que Pantoja puede haber pedido a los Reyes, ya que en los próximos tiempos va a necesitar un centro de operaciones estable en la capital. Los conciertos programados en Madrid, Sevilla y Barcelona, así como la necesidad de volver a estar en primera fila y generar recursos económicos, hacen cada día más complicado su retiro en Cantora. Así pues, semanas atrás su gente comenzó la búsqueda del alquiler de una vivienda en la capital, donde alojarse cada vez que tenga que pasar una temporada. Ya se ha mirado en varias zonas del extrarradio y últimamente la búsqueda se está limitando al centro de la ciudad, concretamente en el barrio de Salamanca. En este distinguido distrito, han visitado algunos pisos para ver si reúnen los requisitos necesarios. Según han comentado fuentes cercanas a la artista, lo más complicado es encontrar un inmueble que cuente con la suficiente intimidad como para no estar todo el día en boca de la gente. El interés mediático que despierta es un problema a la hora de disfrutar de la misma tranquilidad que tiene en su finca de Cantora.

Por eso, hay especial interés en saber cómo son las comunidades de vecinos, los accesos a la vivienda desde la calle y hasta la discreción del portero de la finca. Pantoja no quiere que le amarguen la existencia. Según cercanos a la artista, la decisión final sobre en qué casa se instala tendrá que tomarla pasadas las fiestas.

Ver los comentarios