Eugenia Martínez de Irujo y José Coronado tendrán que separarse durante tres meses

Las fotografías exclusivas que publicó ayer ABC confirmando el romance de Eugenia Martínez de Irujo y José Coronado han causado un auténtico revuelo dentro del Palacio de Liria. Según ha podido saber este periódico, los hermanos de la duquesa de Montoro ni siquiera estaban informados de que la benjamina de la familia Alba estaba saliendo con el famoso actor. «Se han enterado leyendo el ABC, la verdad es que no tenían idea de que Eugenia tuviera novio», señalan varias fuentes próximas a los hijos de la fallecida duquesa de Alba. Tras salir a la luz la historia, un ejército de paparazis se apostaron ayer frente a las puertas de Liria a la espera de que la aristócrata saliera o entrara de la residencia.

Mientras los fotógrafos y cámaras de televisión hacían guardia, dentro del palacio Carlos Fitz-James Stuart concedía su primera entrevista a la agencia EFE como nuevo duque de Alba, y su hermano e inquilino, Fernando Martínez de Irujo, observaba con estupor el circo mediático montado en la calle de la Princesa. Tras horas de espera, los paparazis finalmente pudieron ver cómo la duquesa de Montoro accedía al hogar familiar en su coche, aunque la aristócrata no quiso hacer ninguna declaración a la prensa.

Separación forzosa

La revista «¡Hola!» publica hoy nuevas fotografías de Martínez de Irujo y Coronado juntos, imágenes tomadas precisamente después de la romántica cita que tuvieron el viernes por la noche en un bar de moda en el centro de Madrid. Horas antes de que ABC difundiera la exclusiva, se vivió cierto nerviosísimo dentro de Liria. Este periódico se puso en contacto con personal del palacio para intentar hablar con la duquesa de Montoro, quien prefirió no comentar las imágenes que demuestran su relación con el galán. Fuentes de Liria explican que «se esperaban algo peor». «Las fotos publicadas no son para tanto, por un instante esperamos algo peor», señala una persona cercana a la aristócrata, restando importancia al interés mediático que ha despertado la relación.

En el entorno de Eugenia Alba quizá quieran quitar hierro al asunto porque saben que Martínez de Irujo y Coronado no podrán vivir su idilio con la intensidad esperada. Al menos no durante los próximos tres meses. Este viernes el actor partirá rumbo a París para comenzar el rodaje de «El hombre de las mil caras», el nuevo filme del cotizado y multipremiado director sevillano Alberto Rodríguez. De hecho, ABC se puso ayer en contacto con la representante del actor, quien explicó que Coronado está en pleno proceso de preparación de la película. «Está con pruebas de cámara y vestuario y con los ensayos. Va a ser imposible que esté disponible y menos para hablar de su vida personal. En dos días ya se va todo el equipo a París», señaló su representante.

Tras el éxito cosechado por sus dos últimas películas, «Grupo 7» y «La isla mínima», Alberto Rodríguez llevará a cabo una adaptación cinematográfica del libro del periodista Manuel Cerdán sobre la vida del exagente de los servicios secretos españoles, traficante de armas y estafador Francisco Paesa. Coronado, que en su día sonó como protagonista cuando el proyecto estaba en una etapa inicial, encarnará a Jesús Camoes, amigo personal de Paesa, mientras que el papel principal recaerá sobre Eduard Fernández.

El rodaje, que comienza el lunes 20 de julio en la capital francesa, durará aproximadamente once semanas, aunque el director de cine sevillano también llevará a sus actores a otras ciudades por donde pasó Paesa, entre las que figuran Ginebra, Singapur, Hong Kong y Laos. Eso hace intuir que será Eugenia quien tenga que viajar a la Ciudad de la Luz para poder compartir el verano con su nuevo novio, aunque tampoco se descarta que el galán aproveche los parones en el rodaje para ver a la duquesa de Montoro en Madrid o en su casa de Ibiza.

Nido de amor ibicenco

En el reparto de bienes que hizo Cayetana Fitz-James Stuart antes de casarse con Alfonso Diez, Eugenia Alba recibió la paradisíaca finca pitiusa de «S’Aufabaguera» («La Albahaca» en ibicenco), ubicada muy cerca de Punta Galera. A nadie en el entorno de la duquesa le sorprendería que aproveche el caluroso mes de agosto para refugiarse en ese pequeño paraíso que construyó su madre junto a su segundo marido, Jesús Aguirre, a finales de los años 70 para dar rienda suelta a su faceta más bohemia.

En ese entorno con aires hippies, entre pinos mediterráneos, muros de cal y vigas de madera, Cayetana y Aguirre se sentían sin ningún tipo de ataduras. Allí disfrutaban del sol, el mar, la lectura, la pintura y, sobre todo, de su gran amor. Ahora, la duquesa de Montoro puede seguir los pasos de su madre y volver a ese trozo de cielo en la tierra para vivir su propia y romántica aventura con Coronado. Lejos del mundanal ruido que origina el papel cuché. Y en un escenario de cine digno de un idilio de película.