Eugenia Martínez de Irujo y José Coronado, juntos en Madrid
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Eugenia Martínez de Irujo y José Coronado, la pareja sorpresa del verano

La duquesa de Montoro y el actor ya no ocultan su excelente relación. Hace unos días viajaron juntos a Mallorca y ABC los «cazó» este fin de semana en un bar de moda de Madrid

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Madrid, sábado 11 de julio. Son casi las dos de la mañana y el calor no remite en la ciudad. Eugenia Martínez de Irujo (46) y José Coronado (57) se refrescan en la terraza del bar Manzana Mahou 330, a solo diez minutos del ático que posee la duquesa de Montoro junto al palacio de Liria. Llevan horas conversando y disfrutando de unas copas de gin-tonics bien heladas. Entre sorbo y sorbo, intercambian confidencias y risas, ajenos a la atención que despiertan entre el resto de clientes de este local de moda ubicado en el señorial Palacio de Santa Bárbara. No están solos en la mesa, les acompaña una amiga de ambos que oficia de falsa carabina. Pero el popular actor no le quita los ojos de encima a la famosa aristócrata, y ella, muy coqueta, responde con tímidas sonrisas.

Llega la hora de cierre del bar y el encargado les invita a retirarse. La duquesa y el galán son los últimos en irse. Tras pagar la cuenta, logran eludir a dos paparazis y se pierden abrazados por las intrincadas calles de la capital. Es la segunda vez en pocos días que Martínez de Irujo y Coronado son vistos en actitud de complicidad.

El fin de semana del 4 de julio, la hija pequeña de la difunta Cayetana Fitz-James Stuart y el ganador de un premio Goya fueron pillados cogiendo un avión rumbo a Mallorca en compañía de varias parejas de amigos para disfrutar de unos días de relax. Según informa la periodista de ABC Angie Calero, Eugenia y José no ocultaron su buena sintonía durante el vuelo hacia Baleares: se sentaron juntos en la cabina de clase turista y el actor no dejó de cortejarla en ningún momento. No tienen nada que esconder. Ambos están separados y sin compromiso. Ella tiene una hija de 15 años fruto de su matrimonio con Francisco Rivera, y él, uno de 24 y otra de 11, producto de su relación con Paola Dominguín y Mónica Molina, respectivamente.

Aunque tampoco sería la primera vez que Eugenia protagoniza falsos rumores de romance. De hecho, no hace mucho se la relacionó con Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga, dueño de Marqués de Murrieta y Pazo de Barrantes. Eugenia y Vicente coincidieron en el Open de Tenis de Madrid, donde ella no paró de reír ni un instante junto a su acompañante, que ostenta los títulos de conde de Creixell y barón de Pobadilla. «Eugenia vuelve a sonreír», anunciaban algunos medios de comunicación, como si el bodeguero fuera el motivo de su dicha. Fue una falsa alarma, porque Dalmau lleva meses saliendo con la hija de los marqueses de la Cañada, la experta en moda María León. La pequeña de los Alba y el heredero de una de las más prestigiosas familias vinícolas españolas son solo buenos amigos.

Seis años de soltería

A Eugenia no se le conoce pareja formal desde su ruptura con Gonzalo Miró. Y de eso hace ya seis años. Desde entonces, la prensa parece estar empeñada en buscarle un novio a la exmujer de Fran Rivera. «Estoy soltera, pero no me siento sola» o «estoy encantada de estar soltera» son algunas de sus muletillas a la hora de hacer frente a los cronistas de sociedad en fiestas y photocalls. Otra de sus frases es: «Tengo muchos amigos y no me siento sola para nada». ¿Será Coronado uno de esos amigos que le ofrecen compañía? ¿O será algo más?

La duquesa de Montoro tiene grandes amistades en el mundo de la interpretación. Suele salir a cenar con el actor Fernando Tejero, quien la ha arropado mucho en los meses posteriores a la muerte de su madre. Celebraron juntos Fin de Año en Cartagena de Indias (Colombia) y, según el entorno de la joven Alba, son inseparables. En su círculo íntimo también hay otros artistas como los Guillén Cuervo, Paco León o Antonio Banderas. De hecho, Eugenia vivió la Semana Santa de este año en compañía del actor y de su nueva pareja, la holandesa Nicole Kimpel, en Málaga. Juntos presenciaron varias procesiones y fue Banderas uno de los pocos capaces de sacarle una sonrisa a la aristócrata, quien entonces todavía lucía toda de negro en señal de luto por la muerte de su madre.

A Coronado también le buscan novias hasta debajo de las piedras. El actor dice que su «fama de seductor es cosa del pasado». Pero su reputación le precede y la prensa rosa no cesa en su intento de endosarle novias donde no las hay. Su última relación pública fue con la periodista Elena González de Prado, con la que salió durante casi cuatro años.

El galán ha conquistado a algunas de las mujeres más bellas y famosas de España: Paola Dominguín, Esther Cañadas, Isabel Pantoja, Mónica Molina… Pero nunca protagonizó escándalos o polémicas con los medios. «Mi vida íntima es mía y de quienes me rodean», decía hace unos años a ABC. Pese a los rumores, el protagonista de «El Príncipe» siempre sale indemne de las especulaciones del papel cuché. ¿Cómo lo hace? «No entrando en el juego y no lucrándome jamás de ese mundo. Sin perder nunca la educación. Me preguntan si tengo novia nueva y yo, sonriendo, contesto que mi próxima película vuelve a ser con Urbizu (risas)», confesaba no hace mucho el exmodelo, que comenzó su carrera como actor con la ayuda de la hija del torero Luis Miguel Dominguín y de la actriz Lucía Bosé.

La amistad entre la duquesa de Montoro y el actor tiene una pizca de ironía del destino. El Coronado confidente de la benjamina de los Alba es el mismo que en 1999 encarnó a Francisco de Goya en el filme «Goya en Burdeos». En la cinta, el director Carlos Saura recrea la relación especial entre el pintor y la decimotercera duquesa de Alba de Tormes. Ahora, otro artista y otra duquesa son noticia por una amistad con tintes románticos. Pasan los siglos, pero las historias se repiten.

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