Bartomeu Vicens y Miguel Nadal, de UM, en el juicio por el caso Metalumba en 2013
Bartomeu Vicens y Miguel Nadal, de UM, en el juicio por el caso Metalumba en 2013 - JOAN LLADO

Unió Mallorquina, el partido que se refundó dos veces

La extinta formación que durante años lideró Munar se adelantó a CDC en el cambio de denominación por los casos de corrupción política

Madrid Actualizado: Guardar
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En España empieza a ser ya casi una tradición la refundación de partidos nacionalistas a causa de la corrupción. El caso más llamativo ha sido ahora el de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), que desde este pasado fin de semana ha pasado a ser el Partit Demòcrata Català. Sin embargo, el «honor» de haber sido la primera formación que optó por ese camino le cabe a Unió Mallorquina (UM), que en 2011 se reconvirtió en Convergència per les Illes (CxI).

El conocido partido nacionalista mallorquín había sido fundado en 1982, en principio sólo como una opción de carácter regionalista, por el exdirigente de UCD Jeroni Albertí. La identidad netamente nacionalista la adoptó UM durante la etapa en que fue presidida por Maria Antònia Munar, entre 1992 y 2007.

A diferencia de CDC, que en coalición con Unió fue casi siempre la opción más votada en Cataluña, UM no pasó nunca de ser un partido «bisagra» en Baleares, siempre muy por detrás del PP o del PSOE. No obstante, esa condición le acabó dando con el tiempo un poder decisorio esencial.

A lo largo de casi tres décadas, UM apoyó de manera alternativa tanto gobiernos conservadores como pactos de progreso en la Comunidad. A cambio, Munar consiguió sacar un provecho extremo de esa circunstancia, ya que gracias a dichos pactos presidió el Consell de Mallorca entre 1995 y 2007. Además, entre 2007 y 2010 Munar fue la presidenta del Parlamento regional, cargo del que dimitió en febrero de ese último año debido a su vinculación con varios casos de corrupción.

Un nuevo partido

Los casos de corrupción en UM y las imputaciones para diversos integrantes de la cúpula del partido continuaron sin cesar, razón por la que el 28 de febrero de 2011 el entonces presidente de la formación, Josep Melià, convocó al Comité Nacional para proponer la disolución de UM. Esa propuesta fue apoyada con el 85 por ciento de los votos, así como la nueva designación del partido, Convergència per les Illes.

En la citada reunión del Comité Nacional se decidió también la dimisión en bloque de la junta directiva para facilitar el nombramiento de un nuevo comité de dirección, la disolución del comité de Palma y el cambio de sede, que durante décadas estuvo en la calle Sindicat de la capital balear.

Melià quería transmitir de ese modo la idea de una ruptura total y absoluta con el pasado, pues en aquel momento los tres últimos expresidentes de la extinta formación, Maria Antònia Munar, Miquel Nadal y Miquel Àngel Flaquer se encontraban imputados judicialmente. Tanto Munar como Nadal acabarían siendo condenados y en 2013 ingresaron en prisión.

La gran prueba de fuego para CxI fueron las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2011, en donde no consiguió representación en el Parlamento autonómico, el Consell de Mallorca o el Ayuntamiento de Palma, entre otras instituciones. Esos malos resultados, que situaron a CxI casi al borde de la extinción, obligaron a Melià a iniciar negociaciones con otros partidos de ideología similar, como Es Nou Partit d'Eivissa, Unió Menorquina o la Lliga Regionalista de les Illes Balears, fundada por el exdirigente del PP Jaume Font.

Finalmente, esas cuatro formaciones acordaron crear un nuevo partido, que nació bajo la denominación de Proposta per les Illes (PI) en el congreso constituyente celebrado el 16 de marzo de 2013. Dos años después, en los comicios autonómicos de mayo de 2015, PI consiguió tres escaños en el Parlamento regional y otros tres en el Consell de Mallorca, resultados muy parecidos a los que solía obtener UM en el pasado.

Aun así, los escaños logrados por el resto de formaciones hicieron que, por vez primera, los votos de los nacionalistas de centro no fueran decisivos en Baleares para conformar una nueva mayoría, que en esta legislatura es de izquierdas gracias a los pactos de gobernabilidad suscritos entre el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos. A lo largo del último año, PI ha apoyado a veces al tripartito y otras se ha aliado con el PP o con Ciudadanos. PI está siendo, al menos hasta ahora, una UM rediviva.

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