El PP permitió a Armengol gobernar en minoría cuando era presidenta del Consell de Mallorca

La actual presidenta del Gobierno balear, la socialista Francina Armengol, trasladó ayer al líder del PSOE, Pedro Sánchez, y ha reiterado este jueves en la Cadena Ser, que su partido no puede permitir «ni por activa ni por pasiva» un gobierno del Partido Popular. En estos momentos, Armengol preside el Ejecutivo regional gracias al apoyo del PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos.

«Nosotros tenemos una historia y tenemos unos compromisos con los votantes socialistas», ha señalado en su entrevista en la Cadena Ser, para añadir que en política «es muy importante la coherencia y es muy importante no defraudar a los ciudadanos». Por último, ha recalcado que el proyecto del PSOE y el del PP «son absolutamente diferentes, esa es la realidad».

Esa formación con la que Armengol no quiere ahora ningún tipo de vínculo, «ni por activa ni por pasiva», es la misma que hace seis años le permitió que pudiera seguir gobernando en minoría en el Consell de Mallorca, en su último año como presidenta de la institución insular.

La legislatura 2007-2011 fue, sin duda, la más convulsa que han vivido las instituciones de Baleares desde su creación. En los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2007, el PP quedó a un solo escaño de la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma. Esos magníficos pero insuficientes resultados permitieron que se pudiera conformar un segundo «Pacto de Progreso» en la Comunidad, a través de sendos tripartitos integrados por el PSOE, la coalición rojiverde BLOC —antecedente de MÉS— y Unió Mallorquina (UM).

En aquellas fechas, la cúpula de UM ya estaba siendo investigada por diversos casos de presunta corrupción, pero aun así tanto el PSOE como el BLOC decidieron gobernar con la formación nacionalista. Una de las primeras decisiones conjuntas de esos tres partidos fue la de votar a Maria Antònia Munar como nueva presidenta de la Cámara regional, con el apoyo del socialista Francesc Antich, que luego sería investido presidente autonómico, y de Armengol, que en 2007 relevó a Munar al frente del Consell de Mallorca. Armengol fue elegida entonces presidenta de la institución insular con los votos del PSOE, el BLOC y UM.

Corrupción e imputaciones

A lo largo de aquella legislatura empezaron las primeras imputaciones contra dirigentes de UM, incluida la primera imputación contra Munar en noviembre de 2009, pero los tripartitos de Baleares, Mallorca y Palma no se rompieron de forma definitiva, tras varios incidentes previos, hasta febrero de 2010. En aquellas fechas, el PSOE y el BLOC decidieron expulsar a UM de todos los tripartitos por la continua aparición de nuevos casos de corrupción en el seno de la formación nacionalista. Fue también en febrero de 2010 cuando Munar dimitió como presidenta del Parlamento balear y anunció su abandono de la política.

Aún quedaba más de un año para que acabase aquella agitada legislatura. Antich podría haber convocado entonces elecciones anticipadas, algo que no hizo, por lo que las principales instituciones de Baleares parecían verse abocadas a una situación de absoluta ingobernabilidad. El PP superaba en escaños la suma de diputados del PSOE y del BLOC, mientras que UM amagaba con apoyar las hipotéticas mociones de censura que los populares pudieran decidir presentar. El PP de las Islas, por su parte, no estaba pasando tampoco por sus mejores momentos, tras el escándalo del caso Andratx, de corrupción urbanística, y las primeras investigaciones contra su antiguo líder Jaume Matas.

Finalmente, el recién elegido nuevo presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, optó por permitir que el PSOE y el BLOC pudieran seguir gobernando, ya en minoría, en el Parlamento autonómico, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma. Bauzá señaló entonces que el PP había tomado esa decisión por responsabilidad política e institucional.

Aun así, es cierto que en el consistorio palmesano sí hubo un amago de moción de censura contra la entonces alcaldesa, la socialista Aina Calvo, promovido por el antiguo líder popular local José María Rodríguez, que estos días ha vuelto a ser noticia por haber dimitido como presidente del PP de Palma por su presunta vinculación con una supuesta trama de corrupción policial. Finalmente, no hubo moción de censura en Palma y Calvo pudo seguir como primera edil hasta el final de su mandato.

El apoyo de la responsabilidad política

Por lo que se refiere a Armengol, desde febrero de 2010 y hasta el final de aquella legislatura pudo seguir como presidenta del Consell de Mallorca gracias al apoyo crítico del PP, formación que no quería que quedase paralizado el funcionamiento de dicha institución. El portavoz popular en el Consell era entonces Jaume Font, que en la actualidad es diputado regional de Proposta per les Illes (PI), formación sucesora de la extinta UM.

Los únicos problemas que en aquellas fechas tuvo Armengol con el PP no provinieron de la institución insular, sino del Ayuntamiento de Palma, pues los ediles populares denunciaron presuntas irregularidades en la adjudicación de un concurso a la empresa de jardinería de su pareja sentimental. El concurso había sido convocado por el consistorio para el mantenimiento de las zonas verdes de los cementerios de la ciudad. La polémica por ese asunto se prolongó varios años, e incluyó un informe de la Sindicatura de Cuentas que detectó irregularidades administrativas en el proceso de adjudicación, una denuncia del PP ante la Fiscalía y, finalmente, el archivo de la investigación por parte del Ministerio Público en marzo de 2013 «por no desprenderse infracción penal alguna».

Por lo que respecta a la actitud responsable del PP de Bauzá en la legislatura 2007-2011, fue sin duda una de las causas que explicarían los excelentes resultados conseguidos por los populares en los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2011, cuando obtuvieron en el Archipiélago la mayoría absoluta más amplia de toda su historia.