El Apunte

El paro, más allá de los números

La leve bajada del mes de febrero en la provincia no modifica una situación crónica y gravísima

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El desempleo es un problema estructural de la provincia de Cádiz. Es crónico. Es tan antiguo que habría que remontarse a tiempos predemocráticos para encontrar porcentajes que no provocasen alarma. Su situación es tan resistente y grave que resulta inútil hacer valoraciones mensuales, hablar de unas pequeñas subidas o bajadas. Incluso en términos anuales, las variaciones suelen ser muy pequeñas, siempre sometidas a la temporalidad de sectores clave como el turístico. Así que el hecho de que las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo registrasen 588 personas menos durante el pasado mes de febrero supone bien poco. El paro ha subido en toda Andalucía, en España, pero baja en Cádiz. En esta provincia no influyen tanto las campañas agrícolas y el carnaval es una celebración importante, con un pequeño impacto en el sector servicios.

Pero el número que importa, el porcentaje que debe provocar una reflexión permanente, apareció el día anterior. Si ayer supimos que 184.186 demandantes aún están registrados en la provincia a la espera de un empleo, en la víspera, el martes, aún se publicó algo peor.

Cuatro de los cinco municipios con mayor desempleo en España son gaditanos. Entre los diez, los quince, los veinte más afectados, la mayoría de localidades de Cádiz resulta también bochornosa. Esa situación, además, ni siquiera es nueva. Lleva años produciéndose al margen de las pequeñas alteraciones estadísticas. Esas cifras esconden a familias, demasiadas, sin la menor oportunidad de regresar al mercado laboral. La situación del paro en Cádiz es algo mejor que hace un año. En febrero de 2015 eran 8.320 personas más dentro de las listas del servicio público de empleo. Son 8.320 dramas menos pero 184.186 siguen siendo demasiados. Sobre todo porque ningún otro territorio de España lo ha alcanzado con tanta frecuencia. De una vez por todas, las administraciones, la autonómica sobre todo, debe admitir que el mercado laboral no funciona, que el sistema tiene taras irresolubles. Eso no va a cambiar de un mes para otro.

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