Probamos el Ford Mondeo Vignale Hybrid

Aunque la gama del Ford Mondeo tiene dos variantes de carrocería tan sólo la berlina equipa el motor híbrido que hemos probado que, además, venía con el equipamiento Vignale, el más exclusivo de la marca del óvalo.

Mondeo Vignale Hybrid

El Ford Mondeo Vignale Hybrid es uno de esos coches que sorprenden por el silencio de marcha. A velocidad de crucero, aunque sea alta, apenas se oyen ruidos externos más allá de algunos de rodadura, pero por lo demás se nota que se ha trabajado a conciencia en la insonorización del conjunto. Uno de los argumentos de los que presumen las versiones Vignale.

Aunque tampoco es así todo el tiempo porque si le pisas con decisión la caja de cambios de variador continuo -sin levas tras el volante- tiene unos primeros segundos, hasta que coge la velocidad que queremos, bastante ruidosos -en los que la caja de cambios parece patinar- pero la verdad que nos ha parecido menos molesta que en otros modelos.

Tampoco es un coche para correr, aunque ofrece 187 caballos. Es un coche para circular tranquilo buscando unos consumos –en nuestro caso de 6,2 litros cada 100km- que desde luego en ningún momento se disparan ni circulando rápido. E incluso con muchos kilómetros por ciudad se reducen de forma estimable.

A los mandos los asientos resultan bastante cómodos y aunque tienen la banqueta, como casi todos los Ford, un poco corta no se nota con el paso de los kilómetros. Es amplio tanto delante como detrás e igual que cualquier otro Mondeo aunque la pega llega al abrir el maletero, donde nos encontramos que al llevar las baterías entre el suelo y la zona trasera de los asientos, éste merma bastante respecto de la misma berlina pero con motores de gasolina o diésel. Aquí pierde muchos de los 550 litros de sus hermanos y y se queda sólo con 338 litros.

187 caballos

Como hemos comentado el Mondeo Hybrid ofrece 187 caballos que llegan de dos motores, uno de gasolina convencional de 2 litros de ciclo Atkinson y 140 caballos más otro eléctrico de 120CV. Pero como ocurre con todos los híbridos no se pueden sumar ambos valores y se queda con esos mencionados 187. La tracción es a las ruedas delanteras y la caja de cambios manual de variador continuo.

Vignale

La versión del coche que hemos probado era Vignale, que es la marca de “lujo” que Ford ha creado para elevar un escalón la oferta de sus coches con un equipamiento superior.

En ellos, además de un trato especial por parte del concesionario se ha trabajado en dotar al coche de elementos de lujo que habría que o pagar aparte o no es posible encontrar en otras versiones como una tapicería de piel mejor o sistemas de seguridad que no están disponibles en las versiones convencionales.

La unidad que hemos probado venía, como ya he comentado antes, muy bien equipada y prácticamente no le faltaba de nada. Desde una tapicería de cuero bastante agradable al tacto y los asientos calefactados hasta lo último en conectividad de la marca SYNC 3 que aunque innovador requiere de algún tiempo de aprendizaje tanto por nuestra parte como por la suya.

Además, incluía llantas de aleación de 18”, iluminación adaptativa con faros LED Dinámicos, sensores de aparcamiento delanteros y traseros y cámara de visión trasera, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y el de ayuda de mantenimiento de carril y el sistema de apertura y botón de arranque Ford Power.