El boxeo, un deporte puramente anglosajón, es olímpico desde los Juegos de San Luis en 1904, por aquel entonces todas las medallas fueron conquistadas por boxeadores del país yankee. Cuatro años después, en Londres 2008, todos menos un australiano fueron para el país anfitrión. En Londres 2012, del boxeo de las mujeres será evento de medalla olímpica por primera vez, con tres pesos: Peso mosca (48-51kg), peso ligero (57-60kg) y el peso medio (69-75kg).

En el boxeo amateur, que es el que está presente en los Juegos Olímpicos, el objetivo es anotar puntos golpeando al contrario en determinadas partes del cuerpo, o hacer que se rinda al ser incapaz de continuar. Los púgiles llevan guantes y solo se puede golpear con los puños cerrados en la parte delantera y lateral de la cabeza, el costado, o en el tronco por encima del cinturón.
El combate consta de cuatro asaltos de dos minutos de duración y está controlado por un árbitro que actúa dentro del ring, pero el duelo es revisado por cinco jueces que dictaminan si un golpe es merecedor de un punto, ya que ha de hacerse de forma nítida. Cuando se cree válido, al menos tres de los jueces han de presionar el botón en un intervalo de un segundo para confirmarlo. Al finalizar el combate, si hay empate a puntos vencerá aquel boxeador que haya sido más agresivo. El formato de competición es a eliminatoria directa hasta la final. Se reparten dos bronces al no haber tercer y cuarto puesto.

Palmarés de España
Cuatro medallas. Ningún oro, solo dos platas y dos bronces, con Rafita Lozano, en categoría mini-mosca, como máximo exponente con su bronce en Atlanta y su plata en Sydney. En ese peso, estrenamos medallero con el bronce de Enrique Rodríguez. Completa el palmarés Faustino Reyes, en -57 kg, que perdió la final en Barcelona 1992 frente al alemán Andreas Tews.

Estados Unidos es la reina absoluta en el arte del boxeo olímpico con 108 medallas totales, 48 de oro. En segunda posición se sitúa Cuba con 63 metales (32 del más preciado), 41 conseguidas en las seis ediciones de las dos últimas décadas gobernando el medallero en todas y cada una de ellas, borrando del mapa a los americanos más centrados en el profesionalismo. De hecho, los norteamericanos solo obtuvieron un bronce en Pekín 2008.