El publicista João Santana
El publicista João Santana - REUTERS

La cárcel de Santana y los riesgos para Rousseff

El publicista de la presidenta de Brasil se suma a la lista de presos clave en el escándalo que afecta a su Gobierno

Sao Paulo Actualizado: Guardar
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La prisión del publicista João Santana y de su esposa y socia, Mónica Moura, afectan seriamente al Gobierno de Dilma Rousseff, en el momento en que la presidenta se recuperaba de las tensiones que la hicieron tambalearse el año pasado en Brasil. Santana, conocido como el brujo del marketing político o la «fábrica de presidentes», consiguió que seis mandatarios fueran elegidos en las urnas en Iberoamérica y África. Santana es uno de los principales consejeros de Rousseff y, según dicen, uno de los pocos a los que ella escucha, en un selecto grupo en el que se encuentra su antecesor y padrino Luiz Inácio Lula da Silva.

A primera vista, no hay documentos que comprueben ilegalidades en la campaña de Rousseff, ni en las otras que Santana habría realizado por ella, Lula y otros candidatos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

Las transferencias de fondos del partido a la empresa de publicidad Polis, están registradas y documentadas en el Tribunal Superior Electoral (TSE), que fiscaliza los procesos.

Pero las investigaciones muestran que Santana y su esposa tenían relaciones comerciales sospechosas con empresas que están siendo investigadas en la Lava Jato (lavacoches), la gigantesca operación policial que va en su fase número 23 y camino a los dos años, en los que ha encarcelado a importantes nombres de la política y de la economía brasileña, como el magnata de la construcción, Marcelo Odebrecht, y el ex tesorero del PT, João Vaccari Neto.

Los fiscales y policías de la operación investigan los desvíos de fondos de la petrolera estatal Petrobras, a través de un cartel de constructoras, encabezadas por Odebrecht, que servían para blanquear fondos destinados a políticos de todos los partidos, especialmente el PT. La trama de corrupción es antigua, y habría sido iniciada incluso antes de la llegada de Lula al poder, en 2002, pero según los investigadores el volumen de negocios se potencializó con el crecimiento exponencial de la petrolera, entre 2004 y 2014.

Los riesgos de Santana para Rousseff

Santana, eligió a Lula en 2006 y a Rousseff en 2010 y 2014, pero también fue responsable por la elección de alcaldes y gobernadores en Argentina, y llevó a la presidencia a Mauricio Funes (El Salvador, 2009), Danilo Medina (República Dominicana, 2012), José Eduardo dos Santos (Angola, 2012) y Hugo Chavez/Nicolás Maduro (Venezuela, 2012). En el momento en que se formalizó su acusación, el lunes, Santana trabajaba en República Dominicana para la campaña de reelección de Medina y volvió en e primer vuelo disponible a Brasil para entregarse al lado de su esposa.

La confianza que le tiene Rousseff, viene del hecho de haberla llevado dos veces a la presidencia, un cargo para el que sin la estrategia de Santana ni el respaldo de Lula hubiera tenido chance. Rousseff, que era llamada de «poste» por sus adversarios, tuvo una ascensión impresionante en una campaña en la que cambió de peinado y se quitó las gafas, por instrucción de Santana.

En la segunda elección, desgastada después de las manifestaciones brasileñas de 2013, Rousseff volvió a sorprender de la mano del publicista y ganó una elección prácticamente perdida.

No hay pruebas de que la relación de Rousseff y Santana sea mayor que una amistad, pero los documentos que lo conectan a la Lava Jato preocupan al Gobierno y ya son nueva artillería para la oposición que busca la destitución de la presidenta desde el comienzo de su segundo mandato, el año pasado.

Entre las pruebas que preocupan al Gobierno hay un apunte de Mónica Moura Santana, enviado al cabildero Zwi Skornicki, orientándolo a enviar dinero a unas cuentas suyas en el exterior, diciendo además que borró el nombre de una empresa «por motivos obvios». Moura tendrá que explicar cuáles eran los negocios que tenía con Skornicki, representante de un astillero que tenía contratos con Petrobras.

Hay también indicios de que Santana realizó rectificaciones en su impuesto de renta de los años de 2010 a 2014. La defensa de Santana informó que las cuentas de la pareja en el exterior fueron abiertas para recibir los pagos de contratos con sus clientes internacionales.

Los presos clave del escándalo brasileño

Marcelo Odebrecht

Presidente y heredero de Odebrecht, uno de los mayores conglomerados de infraestructura del mundo con más de 100 mil empleados, está preso desde junio. Su círculo de amistades incluía líderes políticos y presidentes. Su empresa está vinculada a negocios no apenas con Petrobras, sino también a los principales proyectos de infraestructura brasileña, entre plantas hidroeléctricas y nucleares, concesiones de aeropuertos y las obras del Mundial de Fútbol 2014 y de las Olimpiadas del 2016.

José Carlos Bumlai

El ganadero considerado uno de los amigos más cercanos del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, está detenido desde noviembre por estar presuntamente involucrado en contratos ilegales entre Petrobras y en la importación de un buque sonda que envuelve también al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, uno de los mayores enemigos de Rousseff.

João Vaccari Neto

Extesorero del Partido de los Trabajadores (PT) está preso desde abril y ya fue condenado a quince años por corrupción pasiva y lavado de dinero en la Operación Lava Jato (Lavacoches). Vaccari fue acusado de transferir lo equivalente a casi un millón de euros en sobornos para el PT. Fue presidente de una cooperativa de vivienda que construyó un edificio en el balneario de Guarujá, con un triplex que habría sido hecho a pedido de Lula. El expresidente negó la compra, que no consta en su declaración fiscal.

José Dirceu

Exmano derecha de Lula en su primer Gobierno y el estratega en la ascensión del PT a la presidencia. Dirceu fue preso en 2012 por envolverse en una trama de compra de votos en el Congreso, conocida como «Mensalão» (gran sueldo), y por segunda vez el año pasado, por ser citado en los desvíos de la operación Lava Jato, a pesar de estar alejado de cargos políticos desde el 2005, cuando salió a la luz el Mensalão.

Alberto Yousseff

Cambista y uno de los principales operadores financieros del cartel formado por 16 constructoras que se repartían los negocios de Petrobras, y ha sido el principal delator de este escándalo. Según Yousseff, Las constructoras se infiltraron en áreas estratégicas de Petrobras como Abastecimiento, Internacional y Servicios, dirigidas respectivamente, por Paulo Roberto Costa, Nestor Cerveró y Renato Duque, todos investigados y delatores del esquema, a cambio de la reducción de sus penas.

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