Bodeguita El AdoboBodeguita El Adobo, donde la fritura se convierte en arte

A Paco Abeijón le gustaba la cocina desde muy pequeño, sobre todo el mundo del pescado. No podía ser de otra manera, este viñero, hijo del chirigotero Paco Abeijón ‘Carapalo’, ha vivido toda su vida en La Viña y, desde muy pequeño, le gustaba la pesca y el marisqueo en La Caleta.

Eran otros años y, desde pequeño, se metía en los bares a echar una mano por las mañanas antes de entrar al colegio Arbolí, como en Los Gallegos Chico, allí limpiaba los vasitos con lejía y cáñamo. Por detrás del mostrador, al cual apenas llegaba, había pailas de madera y, para limpiar el suelo, las levantaba con su amigo Alberto y cogía las monedas que se caían. “No veas el mosqueo que cogía el bizco cuando salíamos corriendo con las monedas“ recuerda.

Y otras veces se ponía con el manco que vendía aceitunas en la puerta. Así comenzó Paquito, desde chico, su aventura con los bares.

Después paso por Los Platitos, en García Carrera, de freganchín, antes de irse a la Mili. Luego El Candil, el Bar Terraza y El Español. para terminar en las cocinas de la misma Bodeguita El Adobo, hasta que, en febrero del 2014, le compró el traspaso al anterior propietario. Aquí comienza el sueño de Paquito, tener su propio negocio, un negocio familiar en el cual le acompañan su hija Carmen, en la barra y en las mesas, y Alejandro que es como un hijo para él y ayuda en lo que haga falta.

La filosofía de la Bodeguita El Adobo, es muy clara y nítida: producto fresco, harina, aceite, sal y, evidentemente, algo de vinagre cuando hace el adobo.

No nos encontraremos carta de tapas ni raciones. Allí solo nos vamos a encontrar pizarras colgadas en la calle. Pizarras que diariamente va cambiando en función de lo que va entrando. Producto fresco, que Paquito trabaja con cariño y con una maestría como pocos a la hora de freír el pescado.

Paquito recupera pescados que ya se ven muy poco en las cartas de bares y restaurantes: sus famosas morenas en adobo, o los plateritos de la Bahía. Nos encontramos también brecas, herreras, doradas y como no, tortillas de camarones,  ortiguillas fritas o su reconocido cazón en adobo.

Empiece pidiéndole unas papas aliñás, que las borda, o un buen tomate o pimientos aliñados. También, en determinadas ocasiones, nos encontraremos cuchareo como este riquísimo y melosos rabo de añojo con garbanzos.