Miguel Bosé aprovecha su visita a Madrid para reunir a sus hijos

Los niños del cantante, Diego y Tadeo, y los de su ex, Ivo y Telmo, mantuvieron el contacto por videoconferencia. Nacho Palau guarda silencio sobre un posible acuerdo privado

Miguel Bosé y sus hijos, el pasado 13 de junio, a su llegada al aeropuerto de Madrid GAA/GEN

Pilar Vidal

El cantante Miguel Bosé y su expareja Nacho Palau parece que han hecho las paces, de momento. O al menos eso es lo que han querido trasmitir filtrando el encuentro de sus cuatro hijos aprovechando la visita del cantante a Madrid estos días. Lo anunciaba el periódico «El País» sin ofrecer detalles del encuentro ni dónde se habría producido. Todo apunta a que ha sido en el búnker del artista en Pozuelo de Alarcón, donde se refugió tras aterrizar el pasado jueves 13 de junio en Barajas procedente de México junto a sus hijos, Diego y Tadeo . La revista «Corazón» publicó las imágenes de la llegada, la primera de Bosé desde que estallara el escándalo en octubre de 2018. Se habló de una visita familiar, que nada tenía que ver con el proceso legal abierto por su expareja. «Su madre Lucía Bosé está mayor para viajar tanto y han aprovechando que los niños ya no tienen colegio para venirse unos días», aseguraban fuentes cercanas al cantante. Desde su llegada, las salidas de Bosé han sido muy discretas, y apenas se le ha podido ver haciendo la compra por la zona. Una estancia que ha coincidido con la exclusión del cantante de la lista de morosos de Hacienda, tras saldar su deuda de 1,8 millones de euros.

Lejos de los medios

Palau sí conocía la visita, ya que el encuentro con sus hijos , Ivo y Telmo , con los de Bosé había sido acordado antes del viaje. Lo que más les preocupaba a ambos era que fuese estrictamente privado y así ha sido. Desde que hace casi un año se separaran, los hermanos han mantenido contacto a través de videoconferencias. Palau, que ha sido cauto en sus apariciones mediáticas, expresaba hace un mes su malestar por la imagen de Bosé con sus dos hijos en el estreno de «Godzilla», donde los tres vistieron la misma ropa y lucieron gafas de sol. «Me ha sentado muy mal. Yo jamás haría pública una imagen de nuestros hijos. Pero no quiero entrar en una pelea mediática», aseguraba en una entrevista.

Miguel Bosé, con Diego y Tadeo, el pasado 20 de mayo EFE

Ayer guardaba silencio y no respondía a los mensajes de este periódico. Tampoco en su despacho Ortolá Dinnibier Abogados de Familia querían hacer comentarios sobre este acercamiento. Ni confirmar o desmentir si el proceso legal abierto por Palau se paraliza o por el contrario sigue su curso. Muchos se preguntan a qué se debe este cambio pero a juzgar por las nuevas actitudes que han tomado tanto el escultor valenciano como sus abogados, podrían haber llegado a un acuerdo dejando a un lado los tribunales, como en un principio pretendieron. Si esto sucede será difícil que trascienda, ya que la primera cláusula que habrá impuesto el cantante habrá sido el silencio con penalización incluida.

Lo que más le molestó a Bosé es que Palau hiciera pública la relación que habían mantenido durante más de 26 años y que solo conocían sus más allegados y familiares. Bosé jamás había hablado de él.

Doble filiación

Los que pagaron las consecuencias fueron los cuatro niños, que fueron separados a pesar de haber convivido durante ocho años juntos. El escultor se marchó a Chelva (Valencia) su pueblo natal con sus dos hijos, Ivo y Telmo, y Bosé a México con Tadeo y Diego. Fue Palau quien interpuso las acciones judiciales solicitando una doble filiación parental y el reconocimiento de los derechos que le corresponden de su contratación en sociedades participadas y administradas por Bosé.

Tras la separación, su situación económica, tal y como él mismo ha confesado, es delicada ya que nunca arregló legalmente su situación familiar para demostrar que no había ningún interés por su parte. Ahora pretendía sentar jurisprudencia al considerar que los niños, aunque no son hermanos de sangre, sí se han criado como tal y por eso reclama la filiación de los hijos biológicos de Bosé como suyos, y al contrario. Los niños nacieron en Estados Unidos mediante vientres de alquiler. Entonces la ley, no permitía inscribirlos a nombre de los dos y tampoco la adopción mutua . En la actualidad sí es posible si ambos se inscriben como pareja de hecho.

Acuerdo entre las partes

La vista para establecer las medidas cautelares, que regularán el régimen de visitas familiar y la contribución al mantenimiento de Ivo y Telmo, podría producirse pasado el verano. El procedimiento de doble filiación podría tardar más de un año. O quizás no llegar a producirse si las partes llegan a un acuerdo mutuo que agilizaría el procedimiento legal pero que también dejaría a Palau sin su deseada filiación. Una decisión que solo ellos conocen y que los tiempos legales nos descubrirán próximamente.

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