Jorge Blasco (2izqda.), durante la presentación de la exposición
Jorge Blasco (2izqda.), durante la presentación de la exposición - ICAL
Salud&Sociedad

Jorge Blasco: «Vivimos en un espacio obsesionado con ciertas cosas»

Conocedor del trastorno, el comisario de «TOC. Obsesividad compulsiva e imagen contemporánea»ha reunido en una muestra más de 60 obras que ofrecen una mirada distinta sobre una enfermedad que él mismo ha vivido

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Buceando en las colecciones del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac) y el DA2 de Salamanca, Jorge Blasco ha seleccionado y reunido más de 60 obras de 50 artistas en un proyecto expositivo que ofrece una mirada diferente sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que él conoce bien por haberlo tenido, y que ahora pretende acercar al público de forma «sutil» y alejada de la representación «banal» que a menudo se ofrece. Profesionales de la salud mental han elaborado lo textos que acompañan y «activan» a una obras que, según señala, han sido elegidas porque le recuerdan a situaciones por las que él ha pasado.

-Esta muestra parte de obras integradas en la colección del Musac y del DA2 que, en principio, no guardan relación con el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), ¿cómo surgió la idea de reunirlas para este proyecto?

-En este proyecto hay una piedra angular que soy yo, que he sufrido esta enfermedad mental. Tuve la idea de contar desde el lenguaje del arte contemporáneo y a través de unos psiquiatras lo que es el TOC y así nació la muestra.

-El hecho de que las obras no estén relacionadas con el trastorno y, al mismo tiempo, encajen tan bien entre sí, ¿demuestra que todo es interpretable y depende de la mirada que se le dé o que los síntomas del TOC son más comunes de lo que se pueda creer?

-Uno de los psiquiatras dijo que el TOC tiene mucha relación con la sociología. Vivimos en un espacio TOC obsesionado con ciertas cosas, pero la intención de la exposición no es tanto decir que este trastorno está por todas partes. Es un intento de presentarlo en la sociedad del arte contemporáneo y una puesta de largo para un tema que se trata poco o se trata de forma muy banal. La exposición no sólo es una interpretación, sino un uso de los cuadros y las obras que fueron entregadas a psiquiatras y psicoanalistas y que se han elegido porque recuerdan a ciertos momentos, visiones, u obsesiones que están representadas de forma muy sutil. Estábamos empeñados en no hacer espectáculo, porque podríamos haber cogido cualquier obra en la que saliera alguien haciendo locuras, por ejemplo, pero hemos huido de eso para dar un sutil repaso con lenguaje del arte contemporáneo al TOC.

«Es una exposición llena de preguntas que a la vez te ilustra sobre lo que es el toc»

-¿Pretende alejarse de la relación clásica entre arte y enfermedad mental?

-Sí, porque normalmente se hacen exposiciones de arte de locos o se trata la locura de una forma temática. Aquí hay un nivel de conceptualización del problema que genera más preguntas que respuestas y a veces las preguntas representan mucho mejor el problema. Es una exposición llena de preguntas que a la vez te ilustra sobre lo que es el TOC. Ningún artista está ahí porque esté enfermo o porque su obra esté enferma, lo que hemos hecho es activar obras de la colección y componer el montaje.

-La exposición transmite cierta angustia, orden dentro del desorden, ¿Cómo fue la selección, que nexo común se buscó en las obras?

-La selección proviene de la forma en que yo conozco el TOC, que es sufriéndolo personalmente. Es una decisión difícil trasladar esto a tu trabajo diario pero yo creía que merecía la pena ahondar en ello. En la selección de obras todas recuerdan a cosas por las que yo he pasado. Todas están elegidas porque a partir de mí dan pie a los psiquiatras para escribir. Es una exposición anómala. Elegí las imágenes que podrían encajar, que podrían estar relacionadas con el TOC, los psiquiatras las activaron comentándolas y después se montó la exposición. La intención es llamar la atención. Es una exposición temática tratada con un lenguaje muy contemporáneo.

-Para reforzar la idea del trastorno se ha trabajado con profesionales de la salud mental que elaboraron textos interpretando los trabajos. ¿Cómo fue el trabajo con ellos, su paso de la consulta al museo?

-La experiencia ha sido muy buena. La elección de los psiquiatras y psicoanalistas se ha hecho buscando que fueran gente que escribe habitualmente sobre estos temas, algunos ‘best sellers’ en su territorio, por así decirlo. Psiquiatras y analistas abiertos y modernos, que no diagnostiquen el cuadro o a su autor por como pinta, dibuja o fotografía. Buscábamos a gente que estuviera cerca de nuestra forma de pensar en el territorio del arte más contemporáneo.

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