Río 2016 | AtletismoEl final más triste a la historia más bonita de los Juegos

Las buenas historias no siempre encuentran el añorado final feliz que se les presupone. Y sino, que se lo pregunten a la atleta estadounidense Abby D'Agostino. El pasado martes cayó sobre el tartán olímpico mientras disputaba la clasificación de los 5.000 metros y vió como la también competidora Nikki Hamblin se detenía para ayudarla, en lo que fue una de las imágenes más tiernas de estos Juegos Olímpicos. Poco tiempo después, la dirección de la carrera otorgó a ambas corredoras el puesto en la final que no habían podido disputar sobre la pista.

Pero la corredora caída no podrá pelear por subir al podio en la carrera del próximo sábado. D'Agostino, además de acabar en el suelo, sufrió una grave lesión en su rodilla derecha, sobre la que cojeaba en el agónico final de carrera que protagonizó.

Su ligamento cruzado anterior, junto con el menisco, se rompieron en pleno desempeño.

Abby D'Agostino making America proud! #heartofachampion#respect 🇺🇸🇺🇸🇺🇸 pic.twitter.com/QYtCE3cJXK

— AC Friars Lacrosse (@friars_lacrosse) 16 de agosto de 2016

D'Agostino, que salió en silla de ruedas de la prueba de clasificación, se llevo a su casa, al menos, la satisfación de haber logrado terminar la carrera. Por contra, se perderá lo que resta de temporada.

Así pues, la neozelandesa Hamblin deberá luchar «sola» en la final. Lo hará buscando llevarse una medalla que pueda dedicar a su compañera inesperada en una de las imágenes de los Juegos de Río de Janeiro.