Cádiz CF-Hércules: Del penalti de Paz al 'que no nos roben la ilusión'

Cádiz CF y Hércules se han enfrentado en 24 ocasiones en Carranza y otras tantas en el Rico Pérez. Una historia en común tanto en Primera como en Segunda División, y con el precedente del pasado curso en la categoría de bronce donde se lograba la ahora cacareada transversalidad. 12 victorias, seis empates y seis derrotas para los locales en territorio gaditano, y 17 derrotas, tres empates y cuatro victorias en Alicante.

Sin embargo, el choque de este final de temporada está marcado por una historia reciente demasiado turbulenta. En apenas ocho años se han sucedido varios acontecimientos que han caldeado los ánimos entre los aficionados de uno y otro equipo. Demasiadas rencillas, de ahí que sea positivo enfriar los nervios para que sólo se encare como un partido de fútbol (más bien dos) con el ascenso en juego.

Que ya con eso es suficiente.

El fútbol no tiene memoria y si disfruta de ella suele ser a corto plazo. Por ello en Alicante los deseos de revancha, de 'vendetta' deportiva, son los que se mantienen después de su tortuosa eliminación en 2015. Sigue fresco en la memoria ese 'play off' de ascenso. El conjunto dirigido entonces por Claudio Barragán recortaba distancias en el Rico Pérez con un gol muy polémico debido a una posible falta de Airam al portero Chema, y rubricaba la remontada en Carranza merced a un penalti muy protestado sobre Servando.

La indignación en Alicante fue tremenda, acusando a los amarillos de 'robar' el partido con insinuaciones sobre la alargada mano de Quique Pina. Desde la propia entidad se alimentaba tal acusación, pues el lema de la campaña de socios rezaba 'Que no nos roben la ilusión' con la polémica imagen de Chechu Flores señalando al palco de Carranza aseverando con gestos el supuesto atraco futbolístico.

En Alicante hay quienes alimentan teorías conspiranoicas. No son muchos pero hacen más ruido. Se quejan de que debido a las simpatías que despierta el Cádiz CF en el panorama nacional los distintos estamentos desean y promueven su ascenso, sin reseñar que de los últimos 22 años el equipo amarillo ha militado 16 temporadas en Segunda B, bastantes más que un Hércules que se debatía entre Primera y Segunda.

Este martes la indignación subía nada más amanecer al encontrarse con la publicidad del diario deportivo As, en la que el director Alfredo Reñalo señalaba esa mítica frase que está registrada en Carranza. "Quien está contra el Cádiz, está contra la humanidad". A última hora la eliminaron de la edición de Alicante si bien no ha sido suficiente para aplacar los ánimos más alterados. Más madera.

Pero la accidentada eliminatoria de la pasada campaña no es el único incidente entre ambas partes. En 2008, el cadismo sufría en Alicante su descenso más traumático. A los pupilos de Julián Rubio les valía con ganar ante un rival que no se jugaba nada para salvar la categoría, pero el Hércules competía hasta el final impidiéndole que consiguiera el objetivo, con el cruel epílogo del penalti fallido de Abraham Paz ante más de 2.000 cadistas. Los blanquiazules hundían a los amarillos, si bien la hinchada local animaba a los cadistas, los consolaba y hasta les aplaudía en medio de lágrimas. 'Chapó'.

Eso sí, las relaciones se ensuciaron con la posterior denuncia del Cádiz CF de la alineación indebida de Kiko Femenía, una acusación que habría descendido al Córdoba (nunca al Hércules) y que prosperó años más tarde, otorgando la razón a los amarillos pero sin reponer el daño al considerar que no hubo mala fe.

Peor se ponían las cosas dos años después. Dentro de la investigación policial por el 'caso Brugal', la trama de corrupción en el sector de basuras en Alicante y que salpicaba a Enrique Ortiz (presidente del Hércules), El País filtraba unas escuchas telefónicas en las que el máximo dirigente alardeaba de comprar partidos en Segunda División. De haber actuado la Justicia habría descendido al equipo alicantino y por tanto repescaba al Cádiz CF para la categoría de plata. El club amarillo también denunció la situación (junto al Real Betis, que era el otro beneficiado) pero sus acusaciones no encontraron más respuesta que el enfado de la afición blanquiazul.

Tres episodios muy dolorosos. Y después algún caso personal, como el citado de Chechu, protagonista de aquella eliminatoria al brillar en Carranza pese a jugar con el dedo roto, y el de Juanma Espinosa, rechazado este verano por el club gaditano y ahora intocable en el adversario del domingo. Con una espina clavada y ganas de demostrar que se equivocaron en la Tacita de Plata.

Cosas del fútbol, cuando la tensión propicia que la locura se imponga al raciocinio, pero que no deben quedar más que en anécdotas para la historia de dos hinchadas que por fidelidad y lucha merecen un hueco en la Liga de Fútbol Profesional.