Jordan Spieth firmó 65 golpes para estar de nuevo en la lucha de un grande este año
Jordan Spieth firmó 65 golpes para estar de nuevo en la lucha de un grande este año - AFP
GOLF | PGA CHAMPIONSHIP

Jordan Spieth (-13) reacciona a tiempo para evitar el festival de Jason Day (-15)

Espectacular jornada anotadora en Whistling Straits, que deja todo preparado para un desenlace dominical de infarto

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El sábado que se vivió en Wisconsin lo recordarán mucho tiempo los aficionados al golf. Primero, por la duración del juego, ya que debido a la suspensión del viernes se comenzó a jugar a las siete de la mañana (hora local) y se concluyó a las siete y media de la tarde. Pero, lo más importante, por la calidad desplegada por los favoritos en Whistling Straits. Los cinco primeros de la tabla anotaron por debajo de menos cuatro y dejaron el triunfo muy lejano para el resto.

Cronológicamente, a primera hora se terminaron los hoyos pendientes de la segunda ronda y ahí destacó el australiano Matt Jones (-11) que se puso en cabeza con dos golpes de renta sobre su compatriota Jason Day.

Pero lo mejor estaría por llegar en los hoyos de la tarde. Ya con el corte realizado y con los 77 mejores golfistas en liza (Tiger Woods volvió a fallarlo por tercera vez consecutiva, algo nunca visto), los favoritos ofrecieron un espectáculo increíble. Con unas condiciones perfectas y un campo excelente, se fueron calentando a medida que se sucedían los hoyos y terminaron a lo grande.

Los primeros en dar señales de peligro fueron Branden Grace (-12) y Martin Kaymer (-11). Ambos compartían partido y se fueron picando con unas tarjetas espectaculares. El surafricano acabó con cinco "birdies" en sus últimos ocho hoyos, el mismo número que el alemán en nueve. El primero ya estuvo luchando por el Open de Estados Unidos el pasado mes de junio y el segundo ganó aquí su primer grande hace cinco años. No habrá que perderles de vista en la última jornada.

Con menos espectacularidad a causa de un "bogey" postrero, el inglés Justin Rose (-12) también presentó su candidatura. El inglés también es poseedor de un torneo del "Grand Slam" y tiene experiencia sobrada para repetir. Pero la tarjeta que quedará para enmarcar será la de Jordan Spieth (-13), que firmó 65 impactos de una manera insospechada. El tejano hizo un "birdie" en su primer agujero y luego nueve pares seguidos, lo que le mantenía muy alejado de la pelea por el título. Mas, de golpe, saltó un resorte en su cabeza que le puso en "modo Masters". Comenzó a embocar desde todas las posiciones y selló seis abajo en los últimos ocho hoyos. Un final de escándalo con 30 golpes en los hoyos de vuelta que le colocaría, de acabar así, como número uno mundial.

Mientras, en el partido estelar, los "aussies" iban a lo suyo. El desconocido Jones aguantó muy bien el tipo hasta el hoyo 15, cuando se le vino el mundo abajo. Encadenó dos "bogeys" y uno doble en los dos siguientes y su resultado se desplomó a menos 10, lejos ya de su paisano Day (-15), que con un juego de tiralíneas empezó a atacar las banderas con descaro. Su ambición era tanta que igual hacía "eagles" que doble "bogeys", pero sin dejar de restar. De manera que entregó una cartulina de 66 impactos para alcanzar el liderato en solitario. Ya con sus problemas de vértigos solucionados, el golf puede devolverle en este PGA Championship el "major" que le arrebató en el último Open de Estados Unidos.

Por parte española, Sergio García, el único representante en liza, volvió a pinchar al final. Como ha sido su costumbre en todas las jornadas, perdió tres golpes en los hoyos de cierre y con dos sobre par cayó al puesto 64 de la clasificación.

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