Iván Fandiño desata la locura colectiva con una faena extraordinaria en Medellín

Nuevo éxito de Iván Fandiño en Medellín. Si hace una semana se alzó triunfador en el festival, esta vez desató la locura colectiva con una faena extraordinaria en la primera de las dos corridas que tiene firmadas. La figura de Orduña paseó el doble trofeo con su primer toro tras una obra pletórica de torería, según informa mundotoro.

La faena se inició con escalofriantes cambiados por la espalda, endilgó preciosas series de mano muy baja en redondo a un toro con mucha clase en la embestida, que entendió a la perfección. Escribe Lopera que los naturales fueron de marca mayor: largos, templados, exquisitos... La plaza entera se le entregó después de ver rodar al toro a los tres segundos de haberle sepultado el acero en lo alto.

Gritos de «¡torero, torero!» mientras recorría el anillo con las dos orejas en la mano bajo una lluvia de claveles.

En su segundo, un manso peligroso, desarrolló una labor donde la entrega y la técnica fueron fundamentales y oyó palmas.

La ganadería de Achury Viejo lidió seis toros serios, astifinos y con las complicaciones de la edad, destacando el segundo por su calidad. Los otros, muy escasos de raza, mansearon y poco permitieron el lucimiento de los toreros, e imposibles para el rejoneo los sorteados por Diego Ventura.

Con una entrada cercana a los tres cuartos del aforo, abrió la tarde el caballero con un toro distraído desde la salida, buscando siempre las tablas. Con «Oro» y «Toronjo», dos de sus caballos estrellas, Ventura expuso demasiado en la colocación de banderillas. Con el sobrero, enloqueció a lomos de «Puerta Grande» y «Morante». Cortó una oreja de unánime petición.

Mala suerte tuvo el debutante Sebastián Ritter. Con animales sin clase, además de mansos con peligro manifiesto, solo pudo mostrar su enorme valor y su querer hacer el buen toreo. Oyó palmas en la despedida.