Pan y circo
Ya queda menos
'Lo mejor que le puede ocurrir al Cádiz es que termine la competición cuanto antes'
Entre frustraciones, impotencias y fatalidades, transcurre una liga larga y plúmbea, decepcionante y rara. Océano de mediocridad y cúmulo de vicisitudes que, por fin, parece que atisban el punto de luz que anuncia su deseado final. Porque lo mejor que le puede ocurrir al Cádiz es que termine la competición cuanto antes, se haga borrón y cuenta nueva, se olvide el pasado inmediato y se tome nota de los muchos errores cometidos, para que no se vuelvan a cometer.
El reciente partido disputado en Burgos, bien podría servir como paradigma del comportamiento del equipo a lo largo de la temporada: casi total nulidad ofensiva, espesura en la salida de balón, ausencia de fluidez en el juego, errores individuales que generan ocasiones al rival...un partido del que, como tantos otros, lo mejor que se puede rescatar es el punto conseguido.
Podríamos entrar en análisis más exhaustivo de actuaciones individuales, del escaso rendimiento de jugadores de los que se esperaba mucho más, de los mejorables planteamientos proyectados desde el banquillo. Pero, a estas alturas, casi ni merece ya la pena. Lo que hace falta es obtener cuanto antes ese par de victorias que nos aseguren la salvación y poder pensar en otra cosa, en el futuro que tenemos por delante y al que debemos abordar con el bagaje de todo lo sucedido y con la determinación de ponerle definitivo remedio. Aunque, ni será fácil ganar esos dos partidos, pues los enfrentamientos en esta recta final van a ser duelos exigentes, de altísima intensidad, ni la obligada regeneración de la plantilla va a ser sencillo acometerla, dada la cantidad de largas renovaciones que en su día se hicieron. Aunque la afición, siempre fiel y esperanzada, siempre entregada y atenta, nunca debe abandonar a su equipo ni permitir que en estos últimos partidos las gradas del estadio se conviertan en vacíos escaños de hastío, silencio y sopor.
