cádiz - real madrid
La pizarra del Cádiz 0-3 Real Madrid
Goleada blanca a medio gas ante un equipo amarillo endeble y sin intensidad que aguanta la primera parte y poco más
Pocas y negativas conclusiones
Si no se puede, no se puede. Es una máxima del fútbol y en ocasiones de la propia vida, porque ya no es cuestión de solo intentarlo, sino de que finalmente se pueda lograr. Y lo cierto es que el Cádiz no pudo ante el Madrid y nunca hubiera podido por más que lo hubiera intentado. Que es cierto que lo intentó, pero durante la mitad del partido. En la otra mitad sucumbió, bajó los brazos y entonó el 'esto es todo amigos'.
Y quizás eso sea lo más reprochable al equipo de Sergio. El Madrid te va a ganar en el 90% de las ocasiones pero si lo hace que sea sudando la gota gorda. La sensación del partido de este domingo es que el Madrid ganó sin meter cuarta ni mucho menos quinta. Le bastó con no gastar demasiada gasolina ante un rival que trató de reforzarse por el centro, jugar con cinco atrás, pero ni por esas. Rodrygo y las facilidades de la segunda parte fueron más que suficiente para un 0-3 que deja todo pendiente del partido de este miércoles en Mallorca, donde al Cádiz no le vale una sola excusa.
1. Ni con cinco atrás
Viendo las bajas y los problemas físicos, Sergio plantaba un 5-4-1 ante el Madrid, con algunas cuestiones que quizás no terminan de entenderse. La primera, ¿por qué Roger en punta y no Chris? El gaditano tiene más velocidad y más capacidad para inquietar a la zaga rival. Luego está la titularidad de Zaldua, que como carrilero seguramente tenga menos fuerza que Iza. Y más allá de todo ello, la fragilidad defensiva. Ni poniendo cinco atrás el Cádiz evitaba que el Madrid se colara por dentro e hiciera lo que le daba la gana con el cuadro cadista.
Porque así empezó el choque con un Cádiz endeble que veía como Conan tenía que comenzar a parar. Sin embargo, los de amarillo reaccionaban, tenían la pelota y asomaban por el área de Lunin. El Madrid, sin robadores en el campo, dejaba que el Cádiz que tuviera el balón con Alcaraz y Álex llevando la batuta, hasta que aparecía Rodrygo. Un golazo del brasileño, inapelable para Conan, ponía el partido en bandeja para el Madrid cuando mejor estaba el Cádiz.
2. Bien hasta el descanso
El tanto daba mucha tranquilidad al Madrid pero el Cádiz lo seguía intentando, no le perdía la cara al partido y eso era una buena señal. Con un Carranza frio, los de Sergio trataban de mover el balón, tener más la pelota y no pecar de balones en largo a un Chris Ramos que andaba más perdido en la izquierda que otra cosa.
El Cádiz empujaba pero le falta más maldad en ataque. Por momentos trataba de presionar sin éxito adelantando mucho las líneas arriba pero costaba robar ante un Madrid que estaba cómodo atacando, sabiendo que con Rodrygo y Bellingham tiene mucho desparpajo en ataque.
3. Paseo blanco en la segunda parte
Todo cambiaba en una segunda mitad en la que el Cádiz comenzaba a dar facilidades. Inexpliclablemente el cuadro de Sergio se despreocupaba de defender en una jugada que acaba en gol con una contra de 5 contra 3 del Madrid. Inadmisible que el cuadro blanco te pille atrás con solo tres defendiendo. Rodrygo hacía el segundo y la sentencia porque el Cádiz ya no estaba en el partido.
A partir de ahí fue todo un correcalles y la sensación de que el equipo de Ancelotti si quería meter cinco lo podía hacer. Sergio se olvidaba de los cinco atrás metiendo a jugadores como Machis, no hizo nada, Maxi, menos aún, e Iván Alejo. El técnico volvía a su 4-4-2 pero ya era inútil. El Cádiz aparecía por arriba pero sin intensidad alguna para inquietar a Lunin.
La mejor noticia en el final de partido fue la aparición de un Brian Ocampo que en su mejor nivel puede dar mucho al equipo cadista. Todo en un partido de pocas conclusiones, pero la mayoría negativas. Lo normal es perder ante el Madrid pero muchas veces la imagen es mejorable y el Cádiz se fue del partido sabiendo que pudo dar algo más de guerra.
