cádiz - rayo

La pizarra del Cádiz 0-0 Rayo Vallecano

Combate nulo entre ambos equipos que pisan poco el área rival y embarran un choque que se llena de tarjetas y poco atrevimiento en ataque

Gonzalo Escalante ante el Rayo Vallecano francis jiménez
Rubén López

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Ganar cuesta mucho

Partido muy duro para todo aquel espectador que presención en directo, por la televisión o por la radio el Cádiz - Rayo Vallecano. Apenas una ocasión clara de gol por cada equipo resume el choque. El disparo de Guardiola en la recta final y el lanzamiento de Isi que salvó Conan. Poco más de ambos equipos en ataque y una parte para cada uno.

Un choque muy igualado en el que los jugadores no contribuyeron en exceso al buen devenir del mismo. Mucha protesta, alguna simulación y demasiadas tarjetas, excesivas. Hasta 14 en un encuentro en el que Sergio movió el equipo, renovó la zona ofensiva, buscó variantes pero al final se topó con la incapacidad de generar oportunidades claras de gol. Un punto que suma y que recuerda la complejidad de jugar en Primera División ante cualquier rival.

1. Trio de rotaciones

Hasta tres cambios hacía Sergio en el once titular de Carranza. Roger suplía a Chris, Machis a Navarro y Luis Hernández a Meré. Quizás el cambio menos esperado era el del delantero gaditano, ahora mismo capital en este Cádiz. Mas aún cuando Roger está muy lejos de su mejor nivel y parece que ahora mismo tanto Chris como Maxi le han adelantado y veremos si también lo hace próximamente Sergi Guardiola.

El Cádiz salía como suele ser habitual en casa; mucha intensidad, presión fuerte arriba y tratar de llevar balones al área rival. Los amarillos lo conseguían, de hecho se hacían dueños del partido ante un Rayo que no encontraba a sus jugadores de banda. Álvaro García y De Frutos pasaban desapercibidos ante la insistencia del Cádiz que basaba sus ataques sobre todo por la banda de Iván Alejo.

Los amarillos dominaban pero, eso sí, no terminaban de generar acciones de peligro en el área rival. Superioridad cadista durante muchos minutos de una primera parte en la que el trabajo de Escalante y Alcaraz daba sus frutos con la demostración, un partido más, de que Maxi Gómez le puede dar muchas cosas a este equipo.

2. El Rayo, dueño del choque

El arranque de la segunda parte cambiaba el panorama del partido. Los entrenadores no hacían cambios pero se veía a un Rayo Vallecano que comenzaba a tocar y tener más la posesión. El Cádiz se desactivaba echando de menos más participación de un desaparecido Darwin Machis y encontrar la velocidad arriba de un Chris Ramos que entraría más tarde en el partido.

Los de Francisco se adueñaban del choque, pero si al Cádiz le costó generar ocasiones en la primera parte, lo mismo le ocurría al cuadro de Vallecas. Todo eso sin olvidar que el partido comenzaba a trabarse con faltas, interrupciones y demasiadas protestas. Los jugadores no ayudaban a un colegiado que de gatillo fácil que no paraba de sacar tarjetas. Así las cosas, Sergio se veía obligado a cambiar cosas para no dejar escapar más el partido.

3. Pólvora mojada

Sergio metía tres cambios en su primera ventana viendo que el partido caía del lado visitante. Robert Navarro, Chris y Sobrino cambiaban una zona ofensiva en la que solo se quedaba Maxi Gómez. Sin embargo, ninguno de los tres terminó de cambiar demasiado el choque. A analizar un Robert Navarro que volvió a pasar desapercibido como le ocurriera ante el Betis.

El Rayo metía pólvora con jugadores como Isi, Kike Pérez y Raúl de Tomás pero tampoco encontraba demasiadas ocasiones de gol en un partido muy cerrado. Aunque el Rayo se veía superior, el Cádiz se mostraba cómodo atrás, siempre con Alcaraz pidiendo el balón y estándo omnipresente en muchos lugares del terreno de juego. Despliegue importante de un Gonzalo Escalante al que aún le queda para llegar a su mejor versión.

El técnico cadista metía en el campo a Guardiola por Maxi y acababa con José Mari por un tocado Escalante. La única variación táctica era el cambio de bandas: Navarro acababa en la izquierda y Sobrino en la derecha pero el Cádiz, más allá de un disparo de Guardiola, no generaba excesivo peligro. Un punto para los dos y la demostración de que ganar en Primera cuesta mucho.

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