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La pizarra del Betis 1-1 Cádiz

Buen partido de los amarillos que recuperan sensaciones y demuestran valentía en la segunda parte yendo a por la victoria ante un rival superior en calidad

Rubén Alcaraz ante Ayoze en el Villamarín la voz
Rubén López

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El Cádiz empieza a molestar

Pues sí, el Cádiz empieza a molestar e incluso cabrear en esta Liga de Primera División. Su cuarta campaña consecutiva de los amarillos en la élite está yendo acompañada de muchas caras de disgusto cada vez que el rival de turno ve que el que toca es el Cádiz CF. Por sin perder la simpatía que muchos le tienen al club amarillo y su afición, hoy por hoy el equipo de Sergio es un conjunto incómodo, que te planta cara y que además va a por la victoria sin encerrarse atrás. Efectivamente, el Cádiz comienza a molestar a más de uno.

«Hemos perdido dos puntos ante el Cádiz», decía Pellegrini tras el empate en el Villamarín. El entrenador chileno casi da por hecho que tiene que ganar al cuadro cadista, y no le falta razón pues su equipo presume de una calidad muy superior a la del conjunto gaditano. El caso es que la escuadra gaditana se plantó con valentía en Sevilla, le trató de quitar el balón a los Isco y compañía, y cuando iba ganando, lejos de meterse atrás, fue a por el partido con el riesgo que ello conllevaba.

Este Cádiz no será mejor a otros en calidad, pero si se iguala con su descaro, su competitividad y con partidos como el ofrecido ante el Betis. Una clara demostración que el gen ganador lo sigue teniendo la escuadra de Sergio.

1. Aire nuevo en el once

Sergio metía tres cambios de golpe en el once titular del Villamarín. Maxi, Robert Navarro y Meré salían de inicio, dándole un aire nuevo al equipo, siempre necesario con tantos partidos por delante y más aún si hay una derrota como la de San Mamés. Y la sensación general es que le salió bien la jugada al entrenador amarillo, pues el delantero uruguayo fue de los mejores, Meré no estuvo mal y quizás Navarro no aportó todo lo que se esperaba, jugando desde la banda izquierda. Una posición distinta a la de su debut en San Mamés.

Los amarillos salían al Villamarín a tratar de quitar la pelota al Betis, a que Isco se fuera a por uvas a buscar el balón y tratar de subirlo desde lejos. Así las cosas, no pasaba nada en ninguna de las dos áreas y el Cádiz iba creciendo poco a poco. Mucho robo de balón y las descargas de Maxi Gómez cayendo a banda o los balones en largo para un Chris Ramos que hizo todo el partido un trabajo sensacional.

2. Conexión Maxi - Chris Ramos

Con el partido igualado y el Cádiz haciendo daño cada vez que robaba, ante un Betis que tocaba el balón en horizontal, Maxi demostró que tiene que ser un delantero importante en este equipo. Sin ocasiones claras, el uruguayo daba mucha salida de balón al cuadro gaditano. En una ellas un centro con algo de suerte lo remataba a gol un Chris Ramos que hoy por hoy es imprescindible en este equipo.

El Cádiz encontraba la recompensa del gol en un momento de zozobra del equipo y sabía que en la segunda parte, lejos de amarrar el resultado, tenía que ir a por el segundo tanto del partido para encarrilar la victoria y los puntos. Y es que era el Betis el que tenía que poner toda la carne en el asador con cambios en el descanso. El cuadro verdiblanco jugaba con Abde para tratar de desequilibrar en la zona ofensiva y asociarse con un Isco que no terminó de encontrar el hueco en la defensa cadista.

3. Los cambios no aportan demasiado

Sergio aguantaba los cambios hasta que el devenir del choque le hacía meter a Roger y Sobrino por Maxi y un Robert Navarro muy desaparecido en todo el partido. El Cádiz se sostenía gracias al trabajo atrás, pero sobre todo en el centro del campo con un Rubén Alcaraz que hacía de todo en la medular.

Sergio no cambiaba el sistema, seguía jugando con el 4-4-2 a pesar de que el Betis lograba el empate en una jugada en la que la defensa pudo hacer algo más. Los amarillos seguían sin cambiar el guión, balones en corto de Conan, tratar de sacar el balón desde atrás y buscar la velocidad de Chris y el forcejeo de Roger.

Con la entrada de Machis por Alejo, el entrenador cadista cambiaba las bandas y dejaba el venezolano en la izquierda y a Sobrino en la derecha. Sin embargo, las entradas desde el banquillo no mejoraban lo que el Cádiz ofrecía en el terreno de juego. Chris Ramos y Alcaraz seguían echándose a la espalda a un equipo que necesitaba de fuerzas nuevas que no llegaban desde el banquillo. Kouamé y Luis Hernández eran los últimos cambios sin cambiar demasiado el equipo.

Con todo y con esas, el partido seguía tan igualado que se convertía en un toma y daca constante, hasta que en el descuento el Betis embotellaba al Cádiz que se encomendaba a Conan. Un partido casi completo de los amarillos, mostrando altas dosis de competitividad de principio a fin.

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