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La pizarra del Atlético 3-2 Cádiz

Los cadistas dan la cara, hacen casi lo imposible marcando dos goles pero se van de vacío merced a la calidad del rival y a errores propios perfectamente evitables

Alcaraz y Roger celebran el gol la voz
Rubén López

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Coraje y amor propio

El Cádiz murió en la orilla, o no. Depende cómo se mire porque realmente el empate tan tempranero del Atlético nada más comenzar la segunda parte hizo que el choque fuera un coser y cantar para el cuadro de Simeone. Con el 2-2 en el luminoso, y toda la segunda mitad por delante, el Atlético sabía que era cuestión de tiempo finiquitar la remontada ante un equipo que iba a acusar el cansancio y el esfuerzo de la primera parte y que iba a estar muchos minutos corriendo detrás del balón.

Y así fue. El Cádiz se fue de vacío, con una sensanción agridulce. Todos los días un equipo visitante no se pone 0-2 en el Metropolitano y eso lo que más rabia da a un equipo que tiene amor propio y coraje para dar y regalar, pero que a veces no termina de ser suficiente de cara a sacar algo positivo contra equipos como el colchonero.

Sergio cambió de sistema, le salió bien y al final volvió a su 4-4-2 cuando el marcador lo tenía en contra. Independientemente de los goles, sobre todo el segundo y el tercero que son regalos cadistas, hubo momentos del partido muy perjudiciales para los amarillos (de verde en el Metropolitano). La lesión de Fali, jugador clave atrás, y el cambio de Alcaraz en el descanso, fueron acciones muy determinantes que las acusó el cuadro cadista durante la segunda mitad.

1. Cambio de sistema

Con un once sorprendente se plantaba el Cádiz en Madrid. Cambio de sistema con un 5-3-2, en el que Fali hacía de líbero atrás, Javi Hernández pasaba al central con Meré, mientras que Sobrino jugaba entre líneas haciendo de enganche entre Alcaraz y Koaumé y los dos delanteros. El Cádiz quería evitar las acciones por el centro, a pesar de que las primeras llegadas de peligro llegaban precisamente por la mitad de la defensa cadista.

Griezmann rompía líneas y por momentos rozaba el gol con dos acciones de mucho peligro. El Cádiz salía vivo de la embestida local y trataba de robar y generar acciones rápidas de contragolpe arriba. En una de esas, y con Alcaraz como jugador por el que pivota el equilibrio cadista, llegaba una oportunidad que acababa con el centro de Chris que Pires metía en el fondo de la red para adelantar al cuadro cadista.

El Atlético no se creía que fuera perdiendo cuando en dos toques Roger se plantaba ante Oblak para hacer el segundo. El Cádiz daba la sorpresa e iba de menos a más en el encuentro. El cuadro cadista creía a base de robos, problemas atrás del Atlético y su fuerza por el centro con un Koaumé que le fue cogiendo el ritmo al encuentro y un Rubén Alcaraz que abarca siempre mucho campo.

2. El contratiempo de Fali

El Cádiz había hecho lo más difícil, adelantarse y ponerse 0-2 en el Metropolitano, casi nada. El equipo funcionaba bien, no sufría y era capaz de mirar a la cara a todo un Atlético de Madrid. Pero equipos como este te vacunan en una sola jugada y es lo que pasó con un centro de Azpilicueta que no defiende bien Meré para que Correa batiera en el segundo palo a Conan. Tanto para el argentino que fue un quebradero de cabeza constante para la defensa cadista. Su movilidad, su capacidad para girarse fue un problema, más aún cuando Fali pedía el cambio y el cuadro cadista perdía a su mejor central.

El Cádiz pedía a gritos el tiempo de descanso para irse con una ventaja mínima, pero que podía ser importante en la segunda mitad. Entendiendo que hay que defender mucho tras el tiempo de asueto, Sergio hacía dos cambios. Escalante y Alejo entraban por Alcaraz y Roger. Comprensible el segundo pero más inexplicable el primero, aunque Sergio explicara que lo tenía planificado antes del partido. Alcaraz estaba siendo de largo el sostén del cuadro cadista y su ausencia la iba a notar mucho el Cádiz tras el descanso.

Más aún cuando en la primera jugada del partido todo se iba al traste con el inexplicable empate del Atlético. Momo no está contundente y al final son dos jugadas que materializa en una Molina. El Atlético ya igualaba el partido y tenía toda la segunda parte para finiquitar la remontada ante un Cádiz que sufría un palo muy duro sin apenas tiempo para llevar a cabo su plan de resistencia.

3. Vuelta al 4-4-2

Sergio metía a Iza por un cansado Zaldua que tuvo que pelear mucho con Riquelme en su banda. El Cádiz seguía manteniendo la estructura pero en un saque de banda a favor el Atlético le cogía la espalda al Cádiz y el cuadro colchonero obraba la remontada en una inexplicable en la que el equipo de Sergio defendía de la peor manera posible. La remontada podía llegar pero así nunca, ¿cuántas paradas hizo Conan? No muchas, por lo que el acoso y derribo del Atlético fue bastante relativo para un equipo que concedió lo justo para que el equipo local se llevara el partido.

Así las cosas, Sergio volvía al 4-4-2 con el marcador en contra. Maxi suplía a Meré y el Cádiz jugaba con Javi Hernández y Momo como pareja de centrales, Escalante y Kouamé en el centro, Sobrino y Alejo en las bandas con Chris y Maxi arriba.

El Cádiz lo intentaba buscando a Alejo en la derecha y con centros a la olla pero no terminaba de inquietar a un Atlético que se limitaba a tener el balón y la posesión. Los minutos pasaban y el equipo cadista, muy desfondado, se resignaba a irse de vacio pero con la sensación de que se lo puso difícil al Atlético. Paso adelante del Cádiz que se quedó cerca de puntuar pero sabiendo que para hacerlo hay que mejorar más cosas durante el partido.

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