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Pan y circo

Pitos y chanzas

'Estos jugadores han sido víctimas de la mala planificación de la plantilla'

El Cádiz CF empezó perdiendo ante el Almería. Antonio Vázquez
Pepe Reyes

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Extraña y agitada noche, la vivida el pasado viernes en el viejo Carranza, testigo que fue de tantas glorias y fracasos para los cadistas, de tristezas y alegrías, de pasiones, de emociones, de identificación y pálpito unísono con los colores amarillo y azul. Pero tras dos temporadas consecutivas de hartazgo y decepciones, la afición estallaba en el transcurso de la segunda parte contra el Almería, cuando advirtió, atónita, cómo su equipo se mostraba incapaz de remontar el partido con dos jugadores más.

El incondicional aliento y las alabanzas se tornaron en pitos y chanzas contra sus propios jugadores. Actitud siempre comprensible, que no justificable. Los problemas que se arrastran no se deben a la falta de actitud de los futbolistas, que ya demostraron con creces su entrega por estos colores, simplemente hay rachas en que las cosas no salen y todo empieza a empeorar. Lesiones, bajas formas, malos resultados que se acumulan, el nerviosismo que crece, las expectativas que no se cumplen... todo es un cúmulo de circunstancias que en el fútbol ocurre con cierta frecuencia y que no se puede simplificar situando a los jugadores en la diana fácil de la ira y la ironía. Más bien, se podría decir que estos mismos jugadores han sido víctimas de la mala planificación de la plantilla, por lo descompensado de ésta y por no haberla refrescado y renovado a tiempo, cuando se sabía que muchos de sus componentes ya habían agotado su ciclo de amarillo.

Cierto es que estamos acostumbrados a poco, pero no jugó el Cádiz este viernes uno de sus peores encuentros de la temporada, casi se podría asegurar lo contrario, pues durante el primer tiempo dominó más el juego, pisó con asiduidad el área contraria y hasta terminaba jugadas con disparos, aunque cierto es que desviados en su mayoría. Se atascó después con la superioridad numérica, resultado de la ansiedad y de la mala gestión del equipo desde el banquillo, no por pasotismo, como interpretó la grada. A todo un Athletic de Bilbao le ganamos no hace mucho en San Mamés con dos jugadores menos, y allí nadie se rajó las vestiduras ni osó vilipendiar al equipo, se interpretó como lo que es, cosas que a veces suceden en el fútbol Aquí, que finalmente remontamos y aseguramos la permanencia, nos ensañamos con los nuestros.

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