Real Madrid - Cádiz

La pizarra del Real Madrid 0-0 Cádiz

Una muralla junto a un sistema defensivo impecable neutraliza a un lanzado líder de La Líga, gracias al enorme trabajo y despligue de un Cádiz que se reencuentra con su mejor versión

Conan y Fali ante Hazard en un momento del partido LA VOZ

Rubén López

El 'cerverismo' se refuerza

Máxima prestación defesiva de un Cádiz reconocible, identificable y sobre todo visible a su más puro estilo y juego. Los amarillos se reencontraron con su mejor versión en el mejor escenario posible, en el campo en el que debían ser ese conjunto solidario y fiable para sacar algo positivo en el Bernabéu.

Quizás era el partido más propicio para ello, o mejor dicho, el encuentro en el que los jugadores de Cervera eran más fácilmente convencibles de que debían dedicarse a defender y defender . El problema del Cádiz está en convencer a los jugadores que también deben primar su portería a cero en otros partidos y ante otros rivales.

Queda demostrado que jugando así, nos guste o no, el Cádiz suma puntos, y ahora mismo la mayor y única prioridad es sumar y salir de la zona de descenso. No hay más. A destacar, el gran trabajo de jugadores como Akapo y Alejo en banda derecha tapando a futbolistas que desaparecieron como Vinicius. Y el único pero, el de siempre. A este Cádiz le falta más calidad para sumar dos o tres pases que le hagan plantarse en la portería rival y crear más ocasiones. Más allá de eso, el equipo da muestras de mejora en las últimas semanas.

Y para los críticos con el 'cerverismo'. Es imposible salir en el Bernabéu a jugar de tú a tú al Madrid con la defensa adelantada dejando espacios atrás . Eso es una auténtica locura y más para un equipo como el Cádiz. Los amarillos hicieron el partido que debían y demostraron que así se puede empatar y casi ganar, si Negredo hubiera tenido suerte con su ocasión en la segunda parte.

1. Continuidad al once

Rubén Sobrino volvía a un once titular en el que Álvaro Cervera primaba la continuidad por encima de otras cosas. Los amarillos salían con un 4-1-4-1 muy claro con Lozano en punta. Cala y Fali volvían a ser la pareja de centrales, mientras que Álex hacía de enganche con Choco, con Sobrino y Alejo en las bandas . El primer síntoma del partido era el de un Cádiz dando la pelota, como siempre, y el Madrid embotellando al cuadro amarillo.

El Cádiz tenía claro que debía tapar bien las bandas, sobre todo la izquierda de Vinicius, y de ello se encargaban bien tanto Akapo como Alejo. Los amarillos se plantaban con su famosa defensa de balonmano con dos líneas muy juntas delante de la frontal, jugando Alarcón prácticamente como otro central más, unos metros más por delante de Cala y Fali.

2. Los amarillos se hacen fuertes

Con el paso de los minutos el Cádiz se iba haciendo fuerte, aguantando el asedio de un Madrid que iba a menos por la propia desesperación de un equipo que no encontraba grietas en la muralla amarilla. El Cádiz buscaba balones en largo al Choco Lozano que trataba de librarse de la defensa férrea de un Militao que mantuvo a raya al hondureño.

Los amarillos no se complicaban en absoluto de cara a evitar posibles pérdidas en las transiciones. Cada vez que podía, balón arriba y que el Choco se buscara la vida. Lo dicho, la lástima es que el equipo no sea capaz de tener algún jugador más como Lozano que pueda dar sosiego al trabajo defensivo del equipo.

El árbitro perdonaba la roja a Casemiro y el Cádiz acababa la primera parte más tranquilo ante tanto juego ofensivo merengue. El tiempo le daba al equipo de Cervera un sosiego que no terminaba de encontrar cuando robaba el balón o el Madrid lo perdía.

3. Resistencia

Sin cambios en el guión, la lesión de Lozano era una baja importante para un equipo que necesitaba velocidad y fuerza ofensiva. Cervera se planteaba la entrada de Osmajic o Negredo. El primero le daba velocidad, el segundo control y calidad. Finalmente se decantó por el de Vallecas viendo que a los espacios el Cádiz no estaba consiguiendo hacer daño.

Con todo, Negredo tardaba en meterse en el partido hasta que con el paso de la segunda mitad comenzaba a aguantar balones. Los amarillos seguían defendiendo, atentos a las paredes y sacando a jugadores como Benzemá de su sitio. El francés tenía que buscar balones lejos del área para meterse dentro del partido, y es que el Cádiz no permitía el juego interior y seguía muy atento a la banda de Vinicius.

El asedio merengue era intenso y el Cádiz tenía la ocasión de ganar con una contra de Sobrino que Negredo mandaba rozando el palo izquierdo de Courtois. El Cádiz se hacía fuerte en defensa y Cervera daba refresco con la entrada de Chapela y Bastida , dos jovenes chiclaneros en el Bernabéu, por Alejo y Jonsson.

El Madrid acababa acosando por castigo la portería de un gran Conan Ledesma y al final el punto volaba para Cádiz. Un empate de mucho valor gracias a un Cádiz fiel a su estilo, neutralizando a las grandes estrellas del Madrid.

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