Osasuna - Cádiz
La pizarra del Osasuna 2-0 Cádiz
Leve mejoría cadista que se tira por tierra con errores muy groseros en las dos áreas, traducidos en goles fallados, penaltis y una expulsión
Errores y carencias
¿Mejoró el Cádiz? Muy levemente. ¿Valió para ganar? En aboluto y la razón es bien sencilla: no se pueden cometer errores tan groseros como los que el equipo de Sergio cometió en las dos áreas . Dos penaltis regalados y evitables, y ocasiones claras de gol que se echaron por tierra de manera inexplicable, como la de Lucas Pérez que aún no sabe como pudo mandar ese balón fuera.
Sergio optó por cambiar las bandas y darle la oportunidad a dos jugadores que en condiciones normales tendrían que hacer mucho más para ser titulares. Pero la cosa está hoy por hoy tan cortita en el Cádiz que el entrenador se las ve y se las desea para formar el equipo más competitivo posible. Bajas, fichajes, carencias. Muchas cosas pero lo que no se puede es regalar de la manera que lo hizo este equipo en El Sadar.
1. Sergio pone lo que tiene
Sergio optaba por darle la titularidad a Alarcón con Fali en el centro del campo, otra pareja de circunstancias, y a Mabil con Diarra en las bandas. Sin Perea, con Alejo buscando la forma, Arzamendia que no aporta casi nada y las lesiones de jugadores como Sobrino, el Cádiz está más que limitado en los extremos y eso se nota. Todo ello a pesar de que Diarrá fue de lo mejorcito de un Cádiz que salió un poco a verlas venir en el partido, le costó coger el ritmo del encuentro ante un Osasuna que basaba su fortaleza en juagadores como Moncayola.
El Cádiz trataba de mover el balón de un lado a otro con Alarcón por delante de Fali que barría por detrás. Sin embargo, la falta de contundencia en defensa hacía que de nuevo Conan fuera el mejor. El partido parecía igualado pero a los puntos Osasuna era muy superior.
2. Alarcón impide acercarse al empate
Y ese impás de que el partido no se decantaba llegaba una de esas acciones que al Cádiz lo está matando desde que subió a Primera, un penalti. Una mala acción defensiva, sin contundencia alguna, hacía que Conan saliera tarde y barriera a Budimir. Gol de Chimy Ávila y partido cuesta arriba.
Con la segunda parte, el Cádiz se iba a por el partido pero entendía que defendiendo mal no podía hacer nada. Budimir, más solo que la una, remataba en el éra y Conan salvaba los muebles. Después llegaba la acción que Lucas mandaba inexplicablemente fuera y a partir de ahí los mejores minutos de un Cádiz que trataba de mover el balón y encontrar la espalda de la defensa local con uN Diarrá que ofrecía cosas interesantes en ataque.
Sergio movía el banquillo y metía un triplete de cambios con José Mari, Alejo y Arzamendia. Nuevo centro del campo y dos bandas, sin Fali, muy cansado, en el terreno de juego.
3. Cambios sin efecto
Pero cuando el Cádiz parecía meterse en el partido llegaba la expulsión de Alarcón que se pasaba de frenada. Con diez, el partido se iba al traste y más cuando en otra pésima acción defensiva llegaba un penalti en el que Kike García ponía de su parte ante la ausencia de despeje de Chust y Conan.
Con diez, Sergio quitaba a Espino y metía a Negredo, para luego retirar a Lucas e introducir a San Emeterio. El Cádiz acababa con el mismo sistema, con Arzamendia de lateral zurdo, y sin enganche arriba, con Lozano en la banda y Negredo en punta.
Los últimos minutos eran un quiero y no puedo, con la sensación de que Osasuna con poco se llevaba los puntos, que el Cádiz cometía errores que le condenan mucho y que el conjunto cadista sigue lejos aún de su mejor versión.
