Girona - Cádiz
La pizarra del Girona 1-1 Cádiz
Sergio resuelve varios problemas durante el partido variando jugadores y la disposición en el campo, pero no evita un acoso y derribo constante que acaba con un fallo imperdonable de los amarillos
Los fallos siguen lastrando
El balance general del partido del Cádiz en Girona es que hizo más cosas bien que mal. ¿Sufientes para ganar el partido? Visto el resultado no, que, entre otras cosas, fue a todas luces justo viendo las ocasiones de uno y otro equipo.
Que nadie se engañe. La sensación de derrota con la que el Cádiz se fue de Gerona por el empate, no puede ocultar que el cuadro catalán pudo empatar mucho antes (tuvo Castellanos un tiro al larguero) y que el Cádiz fue incapaz de rozar el segundo a pesar de los intentos de contragolpe que tuvo.
Eso unido al lamentable tiempo de alargue del no menos lamentable colegiado De Burgos Bengoetxea, hizo que el equipo cadsita sufriera un acoso y derribo, con pocos 'uys', pero que acabó con un paradón de Conan y un penalti regalado por Alfonso 'Pacha' Espino. Una de esas penas máximas que se cometen cuando tienes 15 años en el patio del colegio, levantando la pierna a la altura del pecho cuando el rival ya ha rematado. En fin.
El caso es que el Cádiz hizo cosas mal pero también buenas, en las que Sergio tuvo que ver con variaciones tácticas y algunos cambios, unos mejores otros peores, que ayudaron durante el partido.
1. Igualdad inicial
Álex fue la gran novedad del Cádiz en Montilivi. La presencia del madrileño fue un acierto pues ayuda mucho a la consistencia del equipo en el centro del campo. Con Sobrino en la banda izquierda, el resto del equipo era el mismo que el de otras ocasiones.
El partido arrancaba con un Girona de tres centrales y dos carrileros que trataba de generar peligro a un Cádiz que salía fuerte a la presión arriba pero que con el paso de los minutos daba un paso atrás. Eso lo aprovechaba el equpo de Michel pero sin generar peligro. Solo un cabezazo de Bernardo y el mano a mano de Sobrino fueron las ocasiones de peligro de insulsa e igualada primera parte.
2. Álex y Stuani
Con la lección bien aprendida, el Cádiz salía fuerte en la segunda parte y Álex hacía del Álex de la época de Cervera jugando en la media punta y siendo goleador. El pelirrojo pisaba el área local y lo hacía para marcar gracias a un gran centro de Negredo. El Cádiz se adelantaba en uno de esos partidos en los que quien se adelante gana, por la igualdad, pero no fue así desgracidamente para los amarillos.
El Cádiz quería más y llegaba al área local ante un Girona que buscaba la reacción quitando a uno de sus centrales y pasando a jugar con un 4-4-2. Era el momento de la entrada de Stuani, que nada más pisar el césped comenzó a generar peligro en el área de Conan Ledesma.
3. Tanto va el cántaro a la fuente
Sergio reaccionaba pasando a formar primero con un 5-3-2 para luego dejarlo en un 5-4-1 con solo el Choco Lozano en punta. Cala entraba en el campo sacando del mismo a Alejo, por lo que el equipo amarillo jugaba con tres centrales. José Mari y Choco entraban en el campo, posteriormente Zaldua por el lesionado Iza y finalmente lo haría un Brian Ocampo nefasto que no fue capaz de aguantar o conducir un solo balón.
El Cádiz jugaba con los tres centrales ya dichos, dos laterales que guardaban su sitio aunque Espino subía en algunas contras, un centro del campo con José Mari, Alcaraz, Ocampo y Sobrino, con el hondureño Lozano en punta.
Con esa línea defensiva Sergio consiguió que la cantidad de balones que el Girona centró al área no generaran peligro a la portería de Conan, pero no consiguió evitar los mil centros laterales que proponían los jugadores locales. Asimismo el Cádiz era incapaz de aguantar dos segundos la pelota y terminar algunas de las contras que tuvo durante los últimos quince minutos.
En un tiempo de descuento infame por parte del árbitro, llegó un remate que salvó Conan, el único del descuento, con el posterior penalti inexplicable de Espino. Un empate, cual jarro de agua fría, para un Cádiz que sigue mostrando tantas buenas sensaciones como alguna mala que le lastra mucho .
