Cádiz - Villarreal

La pizarra del Cádiz 3-1 Villarreal

Enorme partido de los cadistas que se sobreponen a un fallo inicial para ganar en todos los sentidos a un triste Villarreal

Machis celebra su gol con Javi Hernández L.V.
Rubén López

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Sergio enseña a Setién

Sergio demostró que el fútbol no es solo tocar muy bien el balón y dar doscientos pases. Al fútbol se juega con corazón, con cabeza, con garra y con pasión, características que definen a un Cádiz que también trata de hacer cosas con el balón. No tendrá la calidad de los jugadores del Villarreal, pero en el partido de este viernes el cuadro cadista demostró que reúne más cualidades hoy por hoy para imponerse al estilo meloso y pretencioso de Quique Setién.

Así las cosas, el Cádiz fue capaz de remontar y sobreponerse a un palo inicial ante un equipo como el Villarreal. Demostró mucha personalidad y capacidad para hacerle frente al rival, sabiendo de la calidad arriba del cuadro de Castellón. Poco a poco fue ganando terreno hasta que su insistencia tuvo el fruto del gol de Chris y los tantos de Machis.

Contra once el Cádiz fue mejor, y contra diez también, sabiendo que no le podía pasar lo de unos días antes el Almería. Cierto es que por momentos no terminó de defender bien el cuadro cadista, pero su presencia en el campo fue suficiente para lograr una victoria que reafirma el gran comienzo de temporada de un Cádiz que invita a soñar con la tranquilidad.

1. Personalidad para repetir once

Sergio repetía el mismo once del choque ante el Almería y eso demostraba que el entrenador no se casa con nadie y que tiene la personalidad suficiente para dar a sus jugadores el sitio que merecen. A saber: la llegada de Maxi Gómez le hará titular más pronto que tarde, pero hasta que llegue ese momento el entrenador sabe que jugadores como Chris y Roger están cuajando grandes minutos en el equipo por lo que debe respetar la titularidad de ambos hoy por hoy.

Un fallo de Iza en una mala entrega a Conan no empeñaba un inicio arrolador del Cádiz que jugaba en campo del Villarreal. El cuadro de Castellón, sin Parejo en el verde, jugaba con futbolistas de mucha calidad pero al final encontraban el peligro con balones a la espalda.

El 0-1 encontraba la rápida respueseta del gol de Chris Ramos tras un disparo de Alcaraz. El Cádiz hacía lo más complicado empatando un partido que se le había puesto cuesta arriba muy pronto.

2. Superioridad amarilla

Los amarillos querían más y comenzaban a comerse a un Villarreal que llegaba al área de Conan más por la endeblez por momentos de la defensa cadista que otra cosa. Pedraza se iba a la calle por agredir a Alejo y Setién ponía a Terrats en el lateral izquierdo, por lo que el Cádiz se hacía más dueño y señor del centro del campo.

Un balón en largo, fallo atrás y penalti que Machis transformaba para darle la vuelta a la tortilla. El Cádiz era mejor que el Villarreal pero no terminaba de cerrar bien atrás, y eso ante un rival con tanta calidad podía provocar muchos problemas para los amarillos. Con el 2-1 en el marcador y la sensación de que el resultado era más que justo se llegaba al tiempo de descanso.

3. El Cádiz mata el partido

Sin cambios en la segunda parte, el partido no cambiaba de guión. Setién no encontraba la forma de meter en apuros al Cádiz salvo en balones largos a los que corría Gerard Moreno. La intensidad del Cádiz en el medio hacía que muchos balones acabaran en los pies del equipo cadista.

La consigna del equipo de Sergio era matar el partido, sin volverse locos atrás. Y cosas de la vida, el Villarreal venía a Cádiz sin saber que la jugada favorita de Machis es coger el balón desde la izquierda para meterse por dentro y disparar al segundo palo. Lo habrá hecho mil veces pero Setién solo pensaba en Alejo tras el encuentro.

Con 3-1 en el marcador, el Cádiz tocaba por momentos y lo hacía bien. El Villarreal llegaba de vez en cuando, pero lo hacía más por calidad individual que otra cosa. Los cambios de Setién no funcionaban pues seguía perdiendo el centro del campo. Sergio metía a Sobrino en banda derecha y luego a Álex y Maxi por Machis y Chris Ramos.

El Cádiz acababa con José Mari y Escalante en el doble pivote, Álex en la derecha con Maxi y Negredo arriba. Sin sufrimiento, con mucha tranquilidad, con un Cádiz que incluso sobaba la pelota, los tres puntos se quedaban en Carranza en uno de los partidos más completos del equipo cadista.

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