Cádiz - Alavés

La pizarra del Cádiz 1-0 Alavés

Primera demostración de la temporada de un equipo cadista que tiene en el saber sufrir y el bloque, dos armas claves para conseguir el objetivo una vez más

San Emeterio celebra su gol LA VOZ
Rubén López

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El bloque de Sergio

Habrá equipos con muy buenos peloteros en todas las posiciones del campo. Conjuntos con delanteros de siete o diez millones de euros, pero quizás esos equipos no tienen lo de este Cádiz de Sergio: el bloque. Porque este conjunto gaditano ya tiene el sello de su entrenador, sabe sufrir cuando tiene que hacerlo pero también jugar cuando debe. El Cádiz de Sergio antepone el bloque a todo, por encima de individualidades y cualquier cosa que tenga delante.

A balón parado y en el comienzo del partido y con un tanto de un jugador que nunca marca. Así también se suma de tres en un choque de orden, buena defensa y capacidad para aguantar el resultado. El Alavés apretó de lo lindo en la segunda parte pero, ¿cuántas ocasiones claras tuvo? Ninguna. ¿Cuántas paradas de mérito tuvo que hacer Conan? Ninguna.

Ahí está el resumen de un equipo que sabe cuando dominar y cuando dejarse dominar. Tres puntos de oro ante un rival directo y 37 para lograr la salvacion. Dosis de ADN cadista para comenzar una temporada que arranca con buenas sensaciones, sin olvidar que faltan fichajes, pero con los primeros síntomas de que este Cádiz quiere dejar su impronta en Primera.

1. El once esperado

Sergio ponía del inicio al once titular más o menos lógico para esta jornada. Quizás muchos pensaban que Zaldua podía ser titular, pero finalmente Iza le ganaba la partida. Los problemas físicos de Escalante le mandaban al banquillo en un Cádiz que comenzaba el choque a tope y con una intensidad muy alta.

Los de Sergio llegaban a la portería rival y el Alavés estaba noqueado, como sin darse cuenta que esto ya no es Segunda División y aquí la intensidad es mucho mayor. Lo diría después Luis García Plaza recordando que sus jugadores pagaron la novatada del estreno.

El gol de San Emeterio con un balón parado magistral de Javi Hernández, ojo a este futbolista, ponía por delante a un Cádiz que se crecía gracias a su intensidad de atrás a adelante. Machis aparecía en ocasiones y Alejo ponía mucho trabajo. Por delante, Chris Ramos, como en todo el partido, se dejó el alma bajando balones , peleando con rivales, haciendo el trabajo sucio en definitiva. Asi se daba una primera media hora de partido.

2. Dominio vitoriano

El tiempo muerto permitía al Alavés poner más intensidad y con Guridi más adelantado el equipo vitoriano se adueñaba del balón y el Cádiz por momentos las venía venir. La segunda parte dejaba un inicio simar con el cuadro vitoriano con la pelota e intentando meterla en el área de Conan pero sin demasiada suerte.

El Cádiz sabía defender bien con un Fali capitán general y el trabajo de Luis Hernández y San Emeterio . Todo mientras Chris Ramos seguía peleándose con media defensa vitoriana y generando espacios arriba. En todo esto se echó algo más en falta la aportación de un Darwin Machis demasiado intermitente.

Sergio viendo que el dominio vitoriano iba a más movía el banquillo con Sobrino y Lucas Pires por Alejo y Javi Hernández, éste último tocado. Sin embargo, la necesidad del Cádiz estaba más en el centro del campo de ahí que faltando veinte minutos entrara Escalante por San Emeterio.

3. Saber sufrir

El Cádiz no generaba demasiado arriba pero tampoco el Alavés le ponía en serios aprietos a pesar del dominio. Sin embargo, Sergio movía el esquema y colocaba cinco defensas con la entrada de un tercer central, Meré. Álex también entraba en el campo para tener más el balón colocándose en la derecha y dejando a Chris Ramos arriba para seguir haciendo su despligue físico.

La roja a Escalante hacía que Sergio tuviera que quitar los tres centrales y adelantar al centro del campo a Meré que se quedaba con Alcaraz. Sobrino y Álex en las bandas, tampoco huecos ante la presión del cuadro visitante. Pero ni con diez el Cádiz vio realmente peligrar el marcador porque supo sufrir y sobre todo defender bien en todo momento.

La muestra del esfuerzo era un Chris Ramos que no podía más con su alma tras un trabajo inmenso. El Cádiz volvió a demostrar que tiene la calidad en el trabajo colectivo y en el alma, algo que este equipo sigue demostrando a raudales.

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