Alavés - Cádiz
La pizarra del Alavés 0-1 Cádiz
Los amarillos se reponen a los nervios y tensión de la primera mitad con una segunda en la que lo ponen todo y encuentran el gol del Choco Lozano y el tropiezo del Granada que les da la salvación en Primera
Jugar y ganar en tres campos
Lo consiguió el Cádiz. Lo logró con el sufrimiento habitual de la historia cadista y con esa dosis de épica siempre necesaria para marcar en el capítulo de los partidos amarillos una página más en la que enmarcar, aún más si cabe, la historia de un club abonado a contadas alegrías que se convierten eternas en la mente y en el corazón.
Este domingo, el Cádiz jugaba en tres campos, con la dificultad que ello supone. Jugaba en Mendizorroza pero tenía también la mente y el corazón en Pamplona y en Granada, y todo eso pasa factura. La primera parte cadista fue símbolo de ello. Un equipo engarrotado y fallón que no era capaz de acertar en el último pase ante un Alavés mucho más suelto.
Sergio leyó la cartilla en el descanso y motivo a unos jugadores que se dejaron la vida en la segunda mitad . El Cádiz volvió a creer y marcó su gol justo cuando el Granada había fallado su penalti ante el Espanyol. El pundonor y la fe de este equipo hizo el resto para que la permanencia no fuera la quimera que hace unos meses se pensaba.
1. Nervios y presión
Sergio apostaba por un once titular ofensivo, el mismo que contra el Madrid pero con la novedad de Iza por el lesionado Akapo. El Alavés partía con muchos cambios en su equipo titular y ausencias destacadas, desde la portería con Pacheco a la delantera con Joselu.
El Cádiz comenzaba bien en la primera parte. Con intensidad, el equipo de Sergio metía al cuadro vitoriano en su campo. No cuajaba buenas ocasiones pero se veía claramente quíen iba a por la permanencia . Sin embargo, con el paso de los minutos el Alavés le quitaba la pelota al Cádiz y comenzaba a dominar. Los amarillos lo pasaban mal pues no daban más de dos pases seguidos. El descanso y la inmovilidad de los marcadores en el resto de partidos era la mejor noticia para un Cádiz muy lejos de su mejor nivel.
2. Choco da el empujón
Con el descanso, Sergio trataba de modificar ciertas cosas de su equipo. Para empezar la intensidad. Los amarillos salían con otro aire en la segunda parte. Manu García era el mayor peligro de un Alavés que se cebaba en la banda de Iza pero tras el descanso el Cádiz se recomponía. Los amarillos comenzaban a pisar área rival y empenzaban a llegar las ocasiones.
El Mallorca se adelantaba en el marcador pero el Cádiz seguía a lo suyo. Mucho empeño arriba y ocasiones que llegaban a las botas de Idrissi y Negredo. E l Cádiz lo seguía intentando, sobre todo por las bandas . Álex y Alcaraz venían a recibir al centro del campo, y los laterales doblaban para tener más profunidad. Los amarillos lo seguían intentando hasta que llegaba el tanto de un Choco Lozano que había entrado minutos antes.
José Mari, Choco y Cala entraban por Alcaraz, Negredo y el lesionado Fali. Sin cambios en el esquema, apenas unos minutos bastaron para que el hondureño se reencontrara con el gol.
3. Los últimos minutos se jugaban en Granada
Con el marcador a favor del Cádiz, todas las miradas estaban puestas en Granada. En Vitoria se dejó de jugar prácticamente después del intento del VAR de liarla una vez más. A partir de ahí, el Cádiz supo dormir el encuentro casi hasta un final que coincidía con el final de Granada. Sergio había metido antes del descuento a Alarcón y Salvi por Idrissi y Lucas Pérez, por lo que el Cádiz acababa con Alarcón y José Mari en el centro del campo, con Salvi jugando a pierna cambiada y Sobrino en la derecha, mientras que Álex jugaba en la media punta.
El Cádiz logababa la permanencia en una demostración de que nada es imposible y que con fútbol, mucho fútbol, al final se hace justicia con un equipo que ha hecho merecimientos de sobra para quedarse en Primera División.
