Nunca fuiste cadista..... al menos reconocidamente

Volvemos al Estadio. Y eso que nunca te gustó el fútbol. Decías que lo odiabas. No entendías cómo miles de personas podían ‘perder el tiempo con tanto fútbol’. Entendías el juego desde la simpleza. El once contra once que tenían que meter un gol en la portería contraria. Como yo entiendo de costura, donde se que con una aguja y un hilo se dan puntadas para coser telas.

‘Deja al niño con tanto fútbol. No le metas eso en la cabeza’ decías a mi padre de mí y luego a mí de mi hijo. Pero en el fondo, te reías viendo llegar a casa al nieto antes de los partidos con sus nervios para coger la gorra e irse al estadio. ‘Lleva un bocadillo pal niño’. Esa eterna preocupación de toda abuela porque los niños coman.

‘Cómo ha quedao el Cádiz’, preguntabas al llegar. Porque en el fondo, si el equipo ganaba sabías que los tuyos estaban contentos, y eso te gustaba. Fue Luis Aragonés el que le dijo a Xavi eso de «usted no es japonés, usted me entiende lo que le digo». Yo te entendía. El fútbol te daba igual, casi lo detestabas, pero no eras japonesa porque en el fondo hacía feliz a los tuyos.

Tan es así que el último gesto que tuviste fue darme dinero para renovar el carné de tu nieto. Porque por delante del ‘no le metas al niño el fútbol en la cabeza.... que no pierda el tiempo con eso’, estaba ver disfrutar al enano, verlo nervioso, saber que aunque no era capaz de ver un partido entero en la tele, en el campo se lo pasaba en grande con su padre.

Lo último que me diste fue dinero para renovar su carné y eso te hace más cadista que cualquiera. Hoy volveremos a entrar por la puerta del Estadio que irremediablemente irá ya ligado a mi historia contigo. Cada vez que pise el graderío estarás en mi memoria. Lo que es el fútbol, mami, el jodido fútbol.