la platea
Demasiados recreos
'Ante el Celta me fui del Estadio con sensación de niño de colegio'
El domingo pasado me fui del Estadio con sensación de niño de colegio. El partido terminó como en ese recreo en el que una voz, sabiendo que va a sonar la campana de regreso a clase, dice... 'el que marque gana'.... Y allí que se juega al pelotón, a la acumulación de gente en el área y que sea lo que Dios quiera.
Y es entonces cuando uno mete, lo celebra como si hubiera ganado la Champions y acto seguido suena la campana. Vuelta a la clase con una alegría efímera, porque todos saben que en el siguiente recreo volverá ese 'el que marque gana', y la moneda puede salir cruz en esa ocasión.
El gol de Machís no valió para ganar, pero si en ese juego desesperado con jugadores a tropel en el área contraria como si fuera a sonar la campaña del recreo sirvió para dar una alegría a los parroquianos. Para pasar de ser el equipo malo de la clase que nunca gana a ganarse el derecho de poder volver a jugar en el siguiente recreo con los buenos del curso. Y ya veremos qué pasa.
El problema que tenemos es que jugando al pelotón, al 'killo mete el balón a la olla' nos dio solo pa empatar contra un equipo que tampoco hizo nada para llevarse ni siquiera un puntito. Es decir, el problema es que 12 partidos jugando al patio de colegio son demasiados recreos y en alguno de ellos toca jugar contra los mayores del colegio, que ganan casi siempre, algunos casi que por castigo.
Toca Vallecas. No es buen campo para jugarse la vida. Ningún campo es bueno para jugársela, ni siquiera ya el nuestro por mucho que al rival no quiera o no le salgan las cosas. De momento parece que no sacamos más del empate.
Echar cuentas de puntos que se necesitan y partidos que se puedan ganar ahora mismo no deja de ser una quimera o autoengañarse. Vayamos recreo a recreo, aunque tengamos la sensación, sin que se enfade nadie porque yo fui uno de ellos, de que en nuestro equipo juegue el gordito, el de gafas, el lento o el que no sabe regatear de la clase. Veremos que pasa en el patio de Vallecas cuando suene la campana.
