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Sergi Guardiola pasa a escena

El delantero de Manacor, tras la lesión de Roger, ya cuenta con más minutos y espera convertirse en el artillero en el que se convirtió el año pasado

Sergi Guardiola, en el banquillo, mira de soslayo a Sergio mientras bebe agua. francis jiménez

A. C.

Las cosas parecían claras con Roger Martí jugando como segundo delantero por el indiscutible y pichichi del equipo Chris Ramos, pero ante la lesión de gravedad del delantero de Torrent el escenario ha cambiado para los cinco delanteros que tiene en en nómina el Cádiz CF. A saber, están y estaban los que Sergio más ha utilizado como es el ariete gaditano antes mencionado y que vino el curso pasado con la vitola de revulsivo y sin la responsabilidad de ser el mascarón de proa de un equipo que ha dejado de jugar al fútbol para centrarse únicamente en sobrevivir. A Ramos le seguía Roger, que se lesionó en el encuentro en el estadio Gran Canaria y en un momento dulce de juego tal y como exhibió ante el Osasuna con un golazo de cabeza a centro de Alejo. La rotura del peroné dejará, como mínimo, tres meses al ex del Levante en la enfermería y es justo ese percance el que ha abierto un nuevo camino a explorar.

Porque a la sombra de Roger Martí y Chris Ramos se encontraban los tres que aún siguen intentando salir. El primero de ellos y con más minutos de este residual tridente es el uruguayo Maxi Gómez, más titular ahora por decreto que por méritos propios ya que es de los jugadores que más críticas de la afición está recibiendo y no sin razón dado que el internacional charrúa es de los que más ganan del vestuario. El ex de Celta y Valencia, entre otros, acumula 594 minutos y en la actualidad parece ser el elegido por Sergio para suplir a Roger, que hasta que se lesionó sumaba 1.050 minutos, el segundo que más jugaba por detrás de Ramos, con 1.334.

Al delantero uruguayo se le ha encomendado la tarea de restablecer el pulso a la delantera, pero sigue sin estrenarse como goleadores a pesar de contar con mucho mayor protagonismo que sus compañeros Sergi Guardiola y Álvaro Negredo. En el caso del ariete de Manacor parece abrirse una ventana a la esperanza tras su media hora de juego frente a la Real Sociedad en el último partido en Carranza antes del parón navideño. Guardiola suma 127 minutos y como el charrúa cuenta con una aportación de cero goles pero en muchísimos menos minutos. Ni que decir Nagredo, que solo cuenta con 38 minutos ante el asombro de muchos aficionados que ven pasar tiempo y tiempo de juego en un equipo sin fútbol que se permite el privilegio de mantener sentado a un hombre que atesora calidad en cada balón que toca.

Todo parece indicar que acecha el momento para Guardiola, un delantero que llegó hace un año y que se convirtió en letal en sus primeros encuentros y determinante para darle ese empujón necesario al Cádiz CF para salir del peligro y adentrarse en una permanencia que fue atando poco a poco para dejarla conseguida casi que en la penúltima jornada con un golazo de Sobrino a pase de Escalante. Antes, al comienzo de la segunda vuelta, Guardiola había dado puntos determinantes para alzarse en la clasificación. Suyos fueron los goles ante el Rayo Vallecano para sumar la victoria en ese encuentro y suyo fue otro ante el Girona para encarrilar un triunfo importantísimo. El ariete llegado del Valladolid insufló aire a un equipo del que se fue evaporando debido a unas molestias en el pubis que le lastraron la recta final de Liga en la que ya fue un actor secundario tras aportar su granito de arena al comienzo de su llegada. Cumplió de sobra. Eso sí, desde ahí a ahora sigue sesteando.

Y todo por una operación que se hizo el verano pasado para olvidarse de una pubalgia que parece acompañarle todavía porque el manacorí sigue sin siquiera acercarse al gran nivel que dejó en sus primeros días como cadista. La operación, además, fue fruto de polémica ya que se decidió intervenir mediada la pretemporada y no justo finalizada la anterior campaña como sí hicieron Víctor Chust y Luis Hernández. A decir verdad, la decisión de ese retraso fue consensuada con el club, que fue quien llevó la voz cantante en todo momento en cuanto a qué se hacía con el jugador. Se consultaron a varios médicos y primero se intentó arreglar el problema bajo un método conservador que esquivase el quirófano, algo que siempre es más aconsejable en cualquier lesión. Sin embargo, y viendo que Guardiola seguía con sus molestias se tuvo que decidir finalmente cirugía y es por lo que el futbolista no ha vuelto a ser quien fue. Y como el tiempo todo lo cura, es ahora cuando brotan de nuevo esas esperanzas que necesita para creerse poder ser útil al equipo al que tanto le dio y ha dejado de dar.

Sus minutos ante la Real Sociedad pueden confirmar que el proceso de recuperación va por buena senda y sus palabras acreditan que se encuentra emergiendo. Guardiola habló para los medios oficiales del club tras el empate, 0-0, frente a la entidad donostiarra: «Las sensaciones han sido muy buenas», dijo nada más terminar antes de valorar el punto y el juego del equipo ante un rival de Champions. «Nos hemos podido llevar el partido, nos hemos quedado con esa espinita. Hay que pensar que el rival es muy bueno, nos vamos muy contentos».

Para 2024 espera ser importante y conseguir la que sería su segunda permanencia en Primera vestido de amarillo y azul. «Nuestro objetivo es el mantenernos en Primera División. Ahora mismo estamos fuera de descenso aún llevando muchos partidos sin ganar. Estoy totalmente convencido de que pronto llegará la primera victoria», aseguró un delantero que ahora más que nunca vuelve a ver como en enero tiene que hacer todo lo posible por resurgir.

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