Reparar los daños ocasionados

No han sido buenos días previos para Real Betis y Cádiz CF a nivel de resultados antes de la cita programada en el Benito Villamarín. Ambos conjuntos aterrizan con la firme intención de confirmar que las actuaciones ofrecidas anteriormente fueron algo puntual y, por lo tanto, quieren sellar ese planteamiento con una buena imagen y obtener un botín positivo del encuentro.

En el caso del Real Betis, los verdiblancos llegan al choque tras un inicio liguero bastante titubeante. Futbolistas como Isco, gran estrella del nuevo proyecto bético, o Willian José han comenzado a un gran nivel, pero en lo colectivo el equipo está sembrando ciertas dudas que quieren ser despejadas cuanto antes por Manuel Pellegrini. De hecho, de sus últimos cuatro encuentros, el cuadro dirigido por el chileno ha perdido tres y tan solo ha ganado uno: en casa ante el Rayo Vallecano con un solitario tanto del delantero brasileño.

La semana anterior a dicha victoria salió derrotado de su visita a San Mamés en un partido que, ciertamente, tuvo varias acciones polémicas que no sonrieron a los intereses verdiblancos. El duro golpe para los béticos ha llegado en los últimos siete días. Como los estudiantes de un colegio cuando se enfrentan a la clase de los mayores, fueron apisonados por el lúdico y demoledor Barcelona de Xavi. A pesar de la gran afluencia de aficionados verdiblancos a Montjuic, los blaugranas se divirtieron y le endosaron una manita. Cuatro días después, el pasado jueves, el Betis también salió derrotado de su visita europea al Rangers en Glasgow. En la capital escocesa, y al más puro estilo escocés, Sima anotó el tanto ganador para los locales. El Betis, que no había estado mal pero que le había faltado acierto en la toma de decisiones en los últimos metros, completaba así una senda negativa de resultados.

Por su parte, el Cádiz CF también llega al Benito Villamarín con sed de resarcirse. Los de Sergio González están completando un maravilloso inicio liguero. De hecho, aterrizan en la cita con los mismos puntos que los de Pellegrini, que claramente proyectan unos objetivos mucho más ambiciosos que los amarillos. Sin embargo, la memoria en el fútbol es corta y, a pesar de que no hay que opacar el buen comienzo, el mal sabor existe en el cadismo tras la abultada, contundente y merecida derrota en San Mamés de hace una semana.

Sin duda, un duelo bonito y, como es habitual en sus enfrentamientos, con tensión y mucha emoción. Además, una cita en la que ambos equipos llegan con la carga de cambiar el signo de su antecedente más cercano. Ojalá y el Cádiz sea capaz de repetir el rendimiento del curso pasado.