Cádiz CF
De reírse en Valencia a pedir clemencia en Granada
El bajo rendimiento del Cádiz y su entrada en puestos de descenso han motivado sobradamente el cambio de discurso de un entrenador contra las cuerdas
Mucho han cambiado las cosas en el Cádiz CF desde que el décima jornada perdiera 2-0 en Mestalla el pasado 24 de octubre de 2023 a hoy. Tanto ha cambiado que donde antes había risas ahora hay preocupación. El mejor ejemplo es el propio discurso de un entrenador, Sergio, que no ha tenido otra que pedir clemencia a Manuel Vizcaíno para que no haga lo mismo que hizo con Cervera cuando el equipo cayó en El Sadar hace dos campañas y por estas mismas fechas,
No es Sergio un entrenador altivo, ni mucho menos maleducado. Es más, hacía mucho tiempo que no pasaba por el banquillo cadista una persona tan sencilla, humilde y con un talante excepcional. En definitiva, que más allá del profesional, el actual entrenador del Cádiz CF rezuma humanidad, sentido común, elegancia y saber estar por todos los poros de su piel.
Y precisamente, como uno de sus fuertes es el sentido común no es de esos técnicos que ponen paños calientes cuando vienen mal dadas. No, Sergio no es ese entrenador que suele ver otras cosas que la gente está viendo. Es cierto, que este año sí que en sus ruedas de prensa ha tenido que defender lo indefendible pasando a ser ese entrenador que comienza a ver otros partidos que el resto. Más allá de eso, el catalán es por norma general un tipo normal. Y eso, en el fútbol, se agradece una enormidad.
Todo esto viene a cuento de que desde esa rueda de prensa de finales de octubre en Valencia a la última que ha dado el pasado 3 de enero en Granada, el discurso ha variado una barbaridad. Y no es para menos. Por primera vez el Cádiz CF ha dado con sus huesos en el descenso. Eso sí, lo hizo un par de horas después de caer en Los Cármenes y tras la victoria 'in extremis' del Celta frente al Betis. Tampoco importaba mucho que se cayera o no al descenso ya que el encuentro frente al once granadinista fue realmente deplorable,
Tan mala fue la imagen dejada por el Cádiz CF frente al vicecolista, que Sergio afrontó la rueda de prensa como un condenado a muerte sube al patíbulo. Su cara era el reflejo de su alma y no pudo ni quiso poner excusar ante la prensa después de haber visto caer hacia bajo el pulgar de la afición desplazada a la ciudad de La Alhambra.
Tan débil se mostró frente a los medios de comunicación que rápidamente estas declaraciones pasaron a ser virales entre los aficionados cadistas. A la pregunta de si le preocupaba su continuidad no tuvo otra que descubrirse como caballero que es. «Yo lo único que espero y deseo es que el presidente reflexione desde la tranquilidad; yo estoy con mucha fuerza, con mucha energía; es verdad que la racha que llevo en otro entorno, en otro momento, en otro contexto deberíamos estar despedidos, pero en el contexto actual nos da esa mínima opción de seguir. Ojalá que el presi tenga la tranquilidad suficiente para aguantarnos un poco más porque estoy convencido de que le vamos a dar la vuelta a esto». Era su forma de pedir clemencia a un presidente que solo un día después se la concedió llenándole de confianza. «No lo ratifico para el siguiente partido, también para el siguiente», contestó Vizcaíno, que agradeció el gesto humano y profesional de su entrenador «por sus palabras».
Estas declaraciones chocan diametralmente con las pronunciadas hace nueve jornadas y tras caer en Mestalla, donde ya el equipo daba esas mismas malas sensaciones que sigue despertando cada vez que salta al campo. Entonces, el equipo llegaba a la ciudad del Turia tras haber sido goleado en Bilbao, haber empatado al Betis en Sevilla, haber empatado en casa ante el Rayo, haber perdido en el Metropolitano y haber vuelto a perder en casa frente al Girona. Y en todos, con una imagen negativa. En todo caso, a nadie, ni siquiera en la grada de Carranza, se le ocurriría haber preguntado lo que un periodista de Valencia preguntó porque, al margen del mal juego, en el club y en el entorno se respiraba una tranquilidad se que comenzó a perder con la derrota en Getafe pese a que el equipo seguía fuera de los puestos de descenso.
Por tanto, lo que ocurrió en la sala de prensa de Mestalla sorprendió a todos, comenzando por el propio Sergio, que se quedó de piedra al escuchar la pregunta de un desorientado Quique Monleón, de la web 'Ojo de halcón', Eso sí, de una manera educada aunque puede que equivocada, el periodista valenciano le cuestionó el siguiente problema. «Quería decirte si tú te sientes con la, no sé. ¿Te sientes cómodo con la afición; si crees que está respaldándote, y con la directiva en este caso?», enunció el informador. Ante esto, la cara de Sergio, un entrenador que suele estar asintiendo a medida que el periodista de turno va argumentando su pregunta, fue tornándose de suscitar interés a sorpresa para acabar tomándosela a broma hasta el punto que lo primero que le salió una vez terminada la pregunta fue reírse, a lo que añadió lo siguiente: «Pero (entre risas); muy pronto me preguntan eso. Estamos fuera del descenso; estamos en el proceso, jornada 10. Estas preguntas son un poco, no sé, buscándole la vuelta. Estamos con la sensación de que no estamos haciendo las cosas bien en los últimos partidos, pero tengo la confianza plena de que estoy en el sitio que tengo que estar, con los futbolistas y con la dirección deportiva. Esto acaba de empezar y quedan muchas cosas por hacer», decía sin borrar en todo momento la sonrisa de su cara, que seguía mostrando la misma sorpresa que la mayoría de periodistas gaditanos que cubren la información de un equipo que en ese momento se encontraba decimosexto con 9 puntos, tres más que el Celta, que ya por entonces marcaba el descenso.
El fútbol tiene estas cosas y lo que hoy es alegría, mañana es tristeza. Y como ve, Sergio ha pasado de reírse en Valencia a pedir clemencia en Granada.
