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Recuperar sensaciones y cuidar los detalles

Los de Sergio necesitan ofrecer su mejor versión ante un rival al que le cuesta meter mano, y que tiene nivel y calidad para poner las cosas difíciles en Carranza

Los jugadores del Cádiz entrenando hoy en Carranza ccf
Rubén López

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Tiene un hueso duro de roer el Cádiz este sábado en Carranza. Uno de sus bestias negras sin duda desde que volvió a Primera División y casi en su historia, pues son contadas las victorias amarillas en feudo cadista ante un Sevilla que suele pescar en tierras gaditanas.

De hecho, desde que el Cádiz subiera hace cuatro temporadas no ha sido capaz de vencer al cuadro de Nervión, ni en la capital de Andalucía ni en tierras gaditanas. El último triunfo fue en la campaña 2005/2006 en Copa del Rey en aquel partido que acabó con 3-2 para los gaditanos.

Más allá de estadísticas, el Sevilla que se presentará el sábado en Cádiz será un equipo en reconstrucción. La llegada de Diego Alonso al banquillo pretende dar un nuevo aire que parece ha conseguido con el empate ante el Real Madrid y la buena imagen dada en Champions ante el Arsenal. Precisamente, a ese partido de competición europea se agarra un Cádiz que quiere aprovechar el cansancio hispalense.

No obstante, el equipo de Nervión, que no ha comenzado bien la temporada y la prueba está en el cambio de cromos en el banquillo, tiene una plantilla de mucha calidad que todavía no ha terminado de carbural. Jugadores con mucho talento y también la experiencia de un Sergio Ramos que se está fraguando como el líder del conjunto sevillano. Con la necesidad de ganar para escalar posiciones en la clasificación, el Sevilla sabe que no puede permitirse el lujo de fallar en Cádiz, más aún con la clara apuesta el nuevo técnico por parte del club de Pepe Castro y Del Nido Carrasco.

Así las cosas, y con la premisa de que será seguro un choque muy complicado, el Cádiz necesita recuperar sensaciones. Volver a ser el equipo de las primeras jornadas del campeonato, sin olvidar que ha perdido pilares fundamentales de su columna vertebral, caso de Luis Hernández y San Emeterio.

La vuelta de Machis y Alcaraz son magníficas noticias para un cuadro gaditano ansiado de ganar, tras casi dos meses sin hacerlo y entendiendo que el partido del sábado es, además de por su complejidad, la oportunidad magnífica para ahuyentar fantasmas.

¿Cómo hacerlo? Está claro que ahora mismo el Cádiz tiene un problema de fragilidad atrás y de intensidad bien aplicada al juego. Las dos últimas expulsiones nada más comenzar los partidos le han mermado mucho a la hora de poder competir. Tanto la roja de Machis como la de Robert Navarro dejaron al equipo sin argumentos a la primera de cambio y sin la posibilidad de desarrollar en el terreno de juego todo lo preparado durante la semana.

De ahí que el Cádiz tenga que ser ese equipo que encuentra una solidez que va desde atrás hacía delante, con un centro del campo que abarque mucho campo y ofrezca equilibrio. Está claro que Escalante no está en su mejor nivel, de ahí que no sería descabellado una dupla ante el Sevilla con Alcaraz y Kouamé, aunque la confianza de Sergio en el centrocampista argentino sigue siendo muy alta.

Va a ser un choque de mucho trabajo en la medular y en la que los delanteros tienen que ofrecer alternativas al juego del equipo. En este sentido, Maxi está aportando cada vez más cosas en cuando a ayudar y generar juego ofensivo. Chris por su parte siendo el más destacado de los arietes de arriba, y solo falta que en la izquierda Machis encuentre más regularidad, ya que Alejo, por la derecha, está siendo de los futbolistas más regulares en lo que va de campeonato.

Y será un partido de detalles, de cuidarlos al máximo. Cada error cuesta muy caro en Primera División y a este Cádiz le están costando goles y puntos. Cualquier despiste es un lastre importante para un equipo que necesita de la concentración máxima para ganar.

La necesidad de ganar

El Cádiz tiene que dar un paso adelante más aún jugando como local. El cuadro de Sergio ha ofrecido buenos partidos jugando ante su afición, demostrando ser un equipo competitivo siempre. La única derrota, ante el Girona, fue fruto de la situación de jugar tanto tiempo con uno menos sobre el terreno de juego, y aún así el Cádiz aguantó de manera estoica ante un rival que tuvo que sudar para llevarse los puntos de Carranza.

Queda claro que el choque de este sábado es un partido vital para cambiar la dinámica, viendo que en el horizonte hay dos encuentros seguidos a domicilio en Getafe y Mallorca. El Cádiz no volverá a jugar en su estadio hasta finales de noviembre y lo hará ante el Real Madrid, de ahí que sacar una victoria frente al Sevilla haría que el equipo cogiera de nuevo impulso, tuviera un baño de moral y el cadismo se llevara una alegría antes de volver a ver su equipo como local.

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