Dos décadas después, parte de aquel equipo que consiguió el retorno a Primera División se reúne en la ciudad, junto al reconocimiento a dos de sus baluartes por parte de la peña Cadistas Finos
Han pasado dos décadas, nada más y nada menos de unas de las páginas más brillantes, a la par que emotivas de la historia del Cádiz CF. Una temporada de ensueño, en Segunda División, que venía precedida de otra muy buena y un retorno ansiado y necesitado al fútbol profesional culminado en Canarias. Años de bonanza desde entonces que dieron un paso adelante clave en aquella tarde de junio de 2005 cuando el club amarillo lograba volver a Primera División en casa de su eterno rival, ante el Xerez CD en Chapín.
Y veinte años después de aquel día en el que Oli levantó la pasión eterna del gaditano y el cadista, algunos de los protagonistas han querido reencontrarse en tierras gaditanas. Oli, Armando, Velázquez, Manolo Pérez, Enrique, Navas, Varela...etc. Un encuentro con llamadas a Víctor Espárrago, Matías Pavoni y hasta el que fuera presidente entonces Antonio Muñoz. El reencuentro de parte de aquel Cádiz de Chapín que pasó a la historia como un equipo que sabía lo que hacía en el terreno de juego, con una calidad grupal envidiable.
Reconocimiento de Cadistas Finos
Reconocimiento a aquel equipo por parte de la peña cadista Cadistas Finos de Jerez de la Frontera. La noche del 4 de julio, el Montecastillo Barceló Golf de Jerez fue escenario de una emotiva gala en la que se celebró la entrega de los XXI Premios CADISTAS FIN@S a Oli y a Armando, dos de los integrantes del mítico «once de Chapín». El acto, organizado por la Asociación Cadista de Jerez, coincidió con el vigésimo aniversario de aquel histórico momento que marcó para siempre la historia del Cádiz Club de Fútbol.
Armando, Rafa de la Hera, Oli y José Mari de la Hera
l.v.
Oli y Armando, elegidos como representantes del recordado equipo, acudieron al evento acompañados de sus esposas. La velada contó también con la presencia de dos invitados de excepción: los exfutbolistas amarillos Hugo Alberto Vaca y Antonio Gómez Cama, quienes compartieron recuerdos y anécdotas junto a los homenajeados.
Además del tradicional catavino que se entregó a cada uno de los premiados, la organización obsequió a los galardonados con otros detalles, entre los que destacó la semblanza tradicional que glosa la trayectoria personal y, en este caso, compartida de Armando y Oli, resaltando su aportación al club y su legado en la memoria colectiva de la afición.
El evento, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, sirvió para revivir momentos inolvidables y rendir homenaje a una generación que dejó huella en la afición y en la historia del club. Entre aplausos y emociones, los asistentes destacaron la importancia de mantener vivo el legado de aquel «once de Chapín» que, veinte años después, sigue inspirando a nuevas generaciones.
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