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Cádiz CF

Puertas para unos y portazos para otros

El cuestionado trato que está recibiendo el cadista Jose González por parte del club de Vizcaíno vuelve a destapar la política de cantera

Jose, en El Rosal. l. v.

AC

Cádiz

José González, junto a Raúl López, ya fue noticia la temporada pasada por quedarse fuera del un Cádiz CF B - Antoniano que se jugó en la ciudad deportiva del Rosal. Entonces, el argumento dado desde el club para impedirles la entrada era la consideración de familiares de los jugadores y no de leyendas. Y es que para ese encuentro a los canteranos no se les dio entradas para sus familias y amigos.

De aquello ya ha pasado un tiempo y la relación de Jose con el club que preside Manuel Vizcaíno está siendo poco menos que tortuosa después de que el pasado verano su hijo firmase con el Juvenil amarillo para dos años proveniente de la cantera del Atlético de Madrid. Para llegar a dicho acuerdo se llegaron a unas condiciones por parte de Pedro Buenaventura y Javier Muiños -responsables de la cantera- que no se han ido cumpliendo desde la directiva del Cádiz CF, que imposibilita al que fuera delantero y segundo entrenador con más partidos en la historia del club que entre en la ciudad deportiva para no esperar fuera mientras su hijo menor de 17 años entrena al no tener carnet de conducir como es obvio.

Bajo este trato lleva más de un año Jose, que el pasado fin de semana se llevaba las manos a la cabeza al ver como el club decidía no convocar a Jose González Mora la jornada siguiente en la que conseguía un doblete en el 0-2 del Cádiz CF B en Conil. Cariacontecido, el joven jugador cadista no tenía palabras para explicar lo sucedido antes de un partido al que acudía con la máxima ilusión al medirse el filial amarillo al Chiclana, localidad de pertenencia del delantero bigoleador una semana antes.

Jose González Mora celebra uno de sus dos goles de hace dos partidos en Conil. ccf

No es la primera vez que algo así ocurre con un canterano cadista. El último que se recuerda que pasó por una situación similar fue Álvaro Bastida, al que se le presionó dejándolo en la grada un tiempo y mientras estaba siendo convocado con España sub'16 para que renovase y cambiara de representante. Ahora, la medida con Jose júnior está siendo la de presionarle para que renueve después de, para colmo, no estar cumpliendo con varias cláusulas de un contrato que comienza a quemar a ambas partes.

Más allá del más que discutible trato a un joven que intenta cumplir un sueño, también se encuentra el que se le está dispensando a una figura histórica de un club en manos de un presidente que responde a sus relaciones de la mejor forma si se está con él y de las peores si no se se está con él.

Como se ve, se abren las puertas del estadio para míticos cadistas, pero también se dan portazos a otros. A Jose se le puede ver durante los entrenamientos del filial en el aparcamiento de la ciudad deportiva y con su coche mirando de espaldas al campo de turno. Sin duda, un trato realmente triste y denigrante para un profesional que lo ha sido todo en el club gaditano. Y lo seguirá siendo siempre. Por ser, tuvo que serlo no hace más de un año y medio, cuando ni Vizcaíno ni nadie del club supo ver en él al posible salvador de un equipo al que se le dio la puntilla con la llegada de Pellegrino.

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