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Las primeras teclas de Pellegrino

Motivación y seguridad defensiva son los elementos que primero quiere tocar un entrenador que necesita recuperar la mejor versión de muchos jugadores de la plantilla, algunos de ellos compatriotas suyos

Pellegrino en su primer entrenamiento antonio vázquez
Rubén López

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Con mucho trabajo por delante, Mauricio Pellegrino ya ha puesto pie en tierra, ha llegado a El Rosal y conoce de primera mano a la que va a ser su plantilla las próximas semanas, meses y quien sabe si más. Un grupo de jugadores que ha recibido de buen grado a su entrenador, solo faltaría, pero que ahora mismo está en la mirada de todos tras el cese de Sergio como capitán del barco.

Sin duda es el momento de que los jugadores den de una vez por todas un paso adelante y demuestren lo que mayoría piensa, que no son tan malos como el rendimiento de los últimos partidos parece. Deben reivindicarse para recalcar al personal que la racha de 17 jornadas sin ganar está pronto a llegar a su fin. Solo así el Cádiz será capaz de sacar adelante el objetivo, porque por muy bueno que Pellegrino sea como entrenador (también lo es Sergio), son los jugadores los que deben mostrar sus credenciales para quedarse en Primera División.

Levantar la moral

Con todo, la responsabilidad del nuevo entrenador cadista radica en aspectos fundamentales que son primordiales en sus primeros días como responsable del equipo. El primero de ellos es la motivación. Si por algo se caracteriza Mauricio Pellegrino es por ser un motivador nato, uno de esos entrenadores capaces de decir mucho en su discurso, un mensaje claro y con contundencia a la vez. Sin alzar la voz pero dejando las cosas muy claritas. Pellegrini quiere exprimir al fondo una plantilla que debe rendir mejor, a la par que necesita retoques en este mercado de invierno.

El nuevo míster cadista entiende que debe levantar la moral de su tropa y en esas lides sabe moverse bien un hombre de fútbol como el argentino y alguien acostumbrado a este tipo de situaciones y proyectos. No en vano ha sido capaz de dejar en Primera División a dos clubes similares al Cádiz en cuanto a objetivos como el Alavés y el Leganés. En ambos proyectos mantuvo con solvencia a las dos escuadras en Primera División.

Así las cosas, no extraña que el entrenador dijera en sus primeras palabras como cadista que «esta plantilla ha hecho buenos partidos y es competitiva. El hilo entre la victoria, el empate y la derrota es muy fino«. Dando entender que el equipo es mejor de lo que parece y que puede dar mucho más de sí, sin obviar la necesidad de fichar, cuestión que tampoco dejó de su lado en su presentación recordando que »cualquier plantilla puede mejorar«.

No se quedaba ahí el argentino pues su discurso lo remataba con una frase bastante esclarecedora. «El Cádiz es un equipo en Primera, que siento que está vivo». A ello añadía: «Lo he visto competir muy bien y que los jugadores lo dan todo a pesar de una racha difícil. Confío en que a pesar de estos momentos en los que todos los equipos tienen que convivir, es posible dar la vuelta a la situación».

Pellegrino tiene que tocar la tecla de la motivación en una plantilla que está rindiendo por debajo lo que se espera y que debe ponerse las pilas, situación que se suele dar muchas veces cuando hay un relevo en el banquillo.

Un nuevo compatriota en el vestuario

Motivación que como buen argentino quiere también encontrar en algunos de sus paisanos. Jugadores de su mismo país que tiene el Cádiz y de otras zonas de Sudamérica. Se da la circunstancia que salvo Conan Ledesma, el 'clan' sudamericano está ofrenciendo un nivel muy bajo.

Maxi Gómez, Escalante, Brian Ocampo y Machis son cuatro futbolistas fundamentales que han ofrecido muy poco en lo que va de temporada. Alguno de ellos está incluso en el candelero en lo que a su continuidad se refiere. Futbolistas que pueden encontrar a alguien más cercano en Pellegrino por aquello de su procedencia, cuestión que en ocasiones ayuda a los futbolistas.

No es ninguna tontería tener un compatriota en un vestuario. De hecho jugadores de un mismo país hacen piña, sin tener que dejar de lado al resto de compañeros ni mucho menos. Queda claro que la llegada de Pellegrino puede hacer que esos jugadores, titulares en condiciones normales, mejoren su nivel en lo que queda de temporada.

Seguridad defensiva

Y más allá del tema anímico, queda lo meramente deportivo, la seguridad atrás. El Cádiz se ha convertido en un auténtico coladero, una escuadra muy débil que encaja goles en prácticamente todos los partidos. Así, con esta situación en defensa es muy complicado poder sacar partidos adelante.

Como cualquier entrenador, Pellegrino quiere que su equipo sea seguro atrás, un equipo compacto en el que todos trabajen, no solo la defensa. Al respecto, está por ver si el argentino usará una defensa de cinco atrás, uno de los esquemas más usados en otros equipos. En ese aspecto, el principal problema que tiene Pellegrino es lo mermado que está el Cádiz con los centrales y su rendimiento. Fali, Meré, Chust y Momo, sin que ninguno de los cuatro esté en su mejor nivel, teniendo en cuenta que Luis Hernández está lesionado.

El Cádiz debe recuperar su solvencia atrás para generar arriba. El nuevo técnico va a tirar por ahí de cara a que su equipo comience a cerrar la portería en más de un partido, sin olvidar que el domingo tiene un hueso duro enfrente como el Athletic con mucha capacidad ofensiva en su plantilla.

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