cádiz CF

Primer 'match ball' para Pellegrino

Todo lo que no sea una victoria este viernes ante el Granada supondría la pérdida total del poco crédito que le queda al argentino en el banquillo

Pellegrino, con Roger y Sobrino. CCF
Alfonso Carbonell

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El próximo domingo 24 de marzo Mauricio Pellegrino debería cumplir su segundo mes al frentede un Cádiz CF que este viernes tiene una nueva final en la que está obligado a sumar los tres puntos. Tan obligado como lo estuvo hace unas jornadas frente al Celta de Vigo en casa y una semana después en Vallecas ante el Rayo. Sin embargo, tal y como se ha comprobado, ambos empates permitieron al entrenador de la provincia argentina de Córdoba seguir en el cargo pese a que los rivales abrían brecha.

Ya se sabe, se conoce, que el presidente Manuel Vizcaíno no es muy partidario de hacer cambios en el banquillo, pero el tiempo se agota y su club se hunde en el descenso después de la última derrota en San Sebastián. La prueba más evidente de lo poco amigo que es de destituir a un técnico a mitad de temporada se ha visto recientemente con Sergio González, al que mantuvo en el cargo a pesar de derrotas muy severas y clarividentes en los campos del Getafe y del Granada o la goleada encajada frente al Valencia en Carranza. Hasta en tres ocasiones quiso dar vida a un entrenador que había perdido la brújula en busca de un cambio que nunca llegó a encontrar en su tercera temporada en el banquillo gaditano.

Como se ha dicho, han pasado cerca de dos meses desde la llegada del nuevo entrenador y la cosa no es que no haya mejorado, es que clasificatoriamente ha empeorado bastante. Puede que a nivel de juego se haya notado una ligera mejoría, pero del todo insuficiente si lo que se quiere es pelear por la permanencia en Primera División.

Este viernes próximo Pellegrino sumará su décimo encuentro al frente del Cádiz CF y los números no han mejorado apenas a los que se sumaban con Sergio, que en el momento de su destitución en Mendizorroza llevaba 21 encuentros y acumulaba diecisiete jornadas consecutivas de Liga sin conocer la victoria, algo que tampoco conoció en los dos encuentros de Copa del Rey ante dos equipos de la Segunda RFEF. Paradójicamente, el técnico catalán soportaba dos récords en su despedida, uno negativo al sumar diecinueve partidos consecutivos sin ganar, con la última victoria lograda el 1 de septiembre en la cuarta jornada ante el Villarreal (3-1). Y el otro positivo, al convertirse en el entrenador con más partidos dirigidos en el Cádiz en Primera División (77). En su periodo al frente del banquillo, González superó los setenta y seis encuentros del uruguayo Víctor Espárrago, un logro que ha coincidido con su marcha.

Sin embargo, el pésimo rendimiento este cursó obligó a Vizcaíno a prescindir de sus servicios con el equipo en descenso en la 18º posición y con 15 puntos, a solo uno de los 16 que tenía el Sevilla, que en ese momento marcaba la salvación. El Celta, entonces de Rafa Benítez, sumaba dos puntos más que los cadistas.

Como se ve, las distancias de unos y otro se han hecho más evidentes si cabe después de los nueve encuentros que se han celebrado con Pellegrino como preparador de los amarillos.

Y es que no puede decirse que con Pellegrino la situación haya cambiado mucho para bien. De hecho, con Sergio el promedio era 0,7 puntos por partido mientras que con el actual técnico se ha incrementado muy poco al pasar a 0,9 por encuentro. Como se ve, una mejoría apenas perceptible,

Lo que sí se ha visto incrementada ha sido la distancia con la permanencia, que ahora se ha puesto a cinco puntos durante la estancia de Pellegrino en Cádiz. Sevilla y Celta han cambiado sus papeles ya que ahora son los gallegos los que marcan el límite de la salvación con 27 mientras que los andaluces tienen un punto más a pesar de su última derrota en el Pizjuán ante los celestes. Lo que no ha cambiado ha sido la posición del Cádiz CF, que sigue ocupando la 18ª plaza, que junto 19ª y la 20ª señalan el camino a Segunda.

Así las cosas, y aunque no haya un ambiente en el entorno de ultimátum al entrenador, será por la Semana Santa..., el caso es que este viernes podría afirmarse tranquilamente que se trata del primer 'match ball' para Pellegrino, que de no lograr la victoria podría estar sentenciado en el caso de que Vizcaíno se deje llevar por la corriente de cambios que ha habido en los clubes con los que comparte en estos momentos las tres plazas de descenso. Pero no solo Almería, Granada y Cádiz CF han movido sus banquillos, también lo han movido en el Celta y Sevilla recientemente, al igual que Rayo Vallecano. De los metidos en problemas, solo el Mallorca de Javier Aguirre han mantenido la paciencia con el mexicano. Eso sí, son flamantes finalistas de la Copa del Rey y ven el descenso por el retrovisor a ocho puntos. También se mantuvo la cabeza tranquila en Vitoria, donde Luis García Plaza tiene pinta de terminar la temporada al estar ahora con diez puntos por encima del infierno.

Más allá de resultados, tampoco la labor de Pellegrino es para sacar pecho a pesar de la tímida mejoría que comenzó a darse en el encuentro en casa ante el Celta, donde se empató con un equipo en el que se comenzaba a hacer cosas distintas en el once pese a que el entrenador argentino había entrenado ya en cuatro encuentros; esos primeros en los que solo se sumaron dos puntos de doce posible tras empatar en casa ante el Athletic y fuera frente al Villarreal para llegar después las dos derrotas claras ante Betis (0-2) y Osasuna (2-0).

Fue con la entrada en el once por primera vez de Maxi Gómez en detrimento de Chris Ramos y la anterior suplencia en El Sadar de Alejo por Zaldua cuando Pellegrino comenzó -sin un acierto notable- a mover al menos el avispero. Poco a poco, y viendo que con lo que ya hacía Sergio y se siguió haciendo con él en sus primeras semanas no daba, el argentino comenzó a introducir cambios en el equipo titular, donde dio entrada a Koaumé para sentar a una nada influyente este año Gonzalo Escalante.

Con todos esos cambios y las leves reacciones, se dio por medio bueno los empates ante Celta y Rayo Vallecano justo antes de no desperdiciar las facilidades dadas por el Atlético de Madrid días antes de vencer en los penaltis en los octavos de la Champions al Inter. Sin duda, esa victoria gracias al doblete de Juanmi y la ausencia de errores le dio vida a la afición, que volvería a ver caer a los suyos en Anoeta en un encuentro plagado de regalos para los del once realista.

Como no puede ser de otro modo, este último tropiezo en tierras vascas se vio agravado por las victorias de Rayo Vallecano ante el Betis y del Celta en el campo del Sevilla que volvían a mandar a la casilla de salida a un Cádiz CF que ve la distancia agigantada a cinco puntos.

Es por eso que, aunque el equipo ha dado muestras de cierta mejoría de la mano de Pellegrino, no sería descartable que de no ganar al Granada este viernes, unido a un juego insulso, el futuro del entrenador argentino sería tan negro como lo fue para las procesiones de este Domingo de Ramos debido a la lluvia.

No hay tiempo para la reacción y el tiempo se le agota a Pellegrino, sin embargo, lo que importaría sería ver otra vez si se le agotaría la paciencia a Manuel Vizcaíno, que podría buscar un remedio en forma del revulsivo que no está siendo el actual inquilino del vestuario cadista.

Es posible que ya antes podría haber tenido Pellegrino algún que otro 'match ball'; sobre todo, tras la derrota en Navarra, sin embargo, se vio que Vizcaíno se dejó convencer por los empates ante Celta y Rayo que fueron la antesala de la única victoria que hasta el momento ha conseguido el técnico argentino, que este viernes se enfrenta en lo que ya sí es sin duda su primer 'match ball'.

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