Una pretemporada de gratis que se medita amortizar

Carlos Fernández llegó el pasado verano en la foto finish del mercado de invierno y lo hizo en calidad de cedido por la Real Sociedad, un club fuerte de Primera que en enero del 21 después de soltar diez millones de euros al Granada. Tras un buen comienzo con la elástica txuri-urdin, el delantero sevillano fue chocándose desgraciadamente con las lesiones, un muro con el que no ha se ha topado durante su año en el Cádiz CF.

'Viene cojo'. Así, con tal crudeza se definía en los mentideros cadistas la situación del jugador que el club donostiarra prestaba al conjunto amarillo después de ver que no daba el nivel competitivo en un equipo de la elite de la liga española. Carlos Fernández casi que vino en el mismo momento que Óscar Melendo, un jugador que ha dado casi que el mismo mal rendimiento a lo largo de la temporada que el cedido por parte de la Real. Ambos llegaron lesionados pero era sobre el ariete sevillano donde recaían unas dudas que pronto empezó a despejar de las manos del recuperador Joaquín Acedo, que en menos de un mes le dio al alta competitiva para que comenzara a competir a las órdenes de Paco López. En efecto, el jugador que venía 'más cojo' adelantaba por la derecha a Melendo, que llegó con un golpe producido durante la pretemporada con el Granada que se eternizó con su recuperación para perplejidad de la grada.

No fueron fáciles los primeros encuentros para Carlos Fernández, llegado al Cádiz CF gracias a la magnífica relación entre directivas. Tanto es así que la Real lo dejaba un año completamente gratis a razón de que se fuera recuperando a base de encuentros; ha jugado 32, 18 de ellos como titular haciendo una media de 50 minutos por partido. No está mal. Eso sí, portería ha visto muy poca a pesar de las muchas ocasiones que ha tenido gracias a su olfato y calidad.

Se decía que no fueron sencillos sus primeros encuentros ya que al jugador nacido en el pueblo sevillano de Castilleja de Guzmán se le veía en el campo con los lógicos temores de una recaída en algunas de sus maltrechas rodillas. A pesar de ello, ahí estaba él, peleando por un puesto en el once que nunca ha dejado de pelear a base de esfuerzo y compromiso. Su regalo, en forma de gol, llegó en el encuentro ante el Almería, donde él empató para después Chust rematar la remontada con el 2-1 ante un Almería con dos menos.

Ahora debe regresar a San Sebastián, donde le queda un año más de contrato, el último. Habrá que ver lo que piensa hacer con él ahora Sergio Francisco, técnico que tomará el relevo de Imanol Alguacil al frente del primer equipo realista y que, como su antecesor, también llegará al Real Arena de Anoeta desde las categorías inferiores dejando patente la política de un club de cantera.

Indiscutiblemente, los números de Carlos Fernández este curso en un equipo de Segunda no es para que le abran las puertas de un club puntero de Primera, sin embargo, la pretemporada (de una temporada) realizada en Cádiz igual le sirve para reincorporarse al que es su club y dar ese rendimiento por el que lo firmaron hace ya cuatro años. Mientras el delantero sevillano intenta engancharse de nuevo a la elite, a la espera, el Cádiz CF estará atento por si hay un posibilidad de aprovechar una coyuntura en la que el club gaditano sería el mejor colocado en el caso de que el mercado del goleador se limitase a Segunda División. Eso sí, ya soltando dinero.