Cádiz CF
Vizcaíno: «La intención de Sergio es la de seguir y la nuestra que siga»
El presidente del Cádiz dice no poder anunciar la renovación porque «eso sería una medida populista»
Manuel Vizcaíno dio el día libre a los empleados del club, pero no se lo dio él. En su despacho del Antiguo Ramón de Carranza, como a él le gusta llamarlo a pesar del cambio de nombre , el presidente del Cádiz quiso entrar en la tertulia de La Jugada Amarilla de Canal Sur Radio que este lunes comandaba Fernando Pérez, que suplía a Javier Lacave, de regreso de Elche.
El directivo cadista cree que la permanencia «es buena para todos» e incluso para los que se «alegran más motivos profesionales que personales». Lo dice él, él mismo que dijo desembarcar en el Cádiz por negocio.
Fiel a su estilo, Vizcaíno no quiso centrarse únicamente en la satisfacción del deber cumplido y le dio también por acordarse de quienes, según él, siempre están poniendo palos en la rueda. Eso sí, «es de Primero de dirigente de fútbol saber que la crítica es buena porque te hace crecer, pero la maldad es mala». Todo un invento.
Sin embargo, canchero como es, al presi le va la marcha hasta en los días de fiesta. «Uno tiene la espalda llena de cicatrices y estamos preparados para lo que viene porque no te creas que van a venir comunicados defendiéndonos de que ha pasado una paloma volando de azul en vez de amarillo; pero eso lo asumo». Parece que le cuesta, pero lo asume. Eso está bien. Y es que otra cosa no, pero razones tiene para seguir creyendo en su forma de gestión. «Haré siempre lo que yo crea mejor para el Cádiz aunque no sea populista», asegura.
No tuvo otra que hablar de la renovación de Sergio, que debe estar en camino pero no está sellada. «La intención y nuestro interés es que siga Sergio. He escuchado a alguien decir que habría que firmarlo en el avión de vuelta y yo podría haber dicho lo mismo, pero nosotros decidimos que lo mejor para la entidad era tener cualquier conversación una vez finalizado el campeonato. Lo que yo conozco y he hablado con él entiendo que nos vamos a poner de acuerdo. Por supuesto, tendremos que hablar del proyecto y hacer un equipo lo más competitivo posible. Lo que no voy a dar por hecho es algo que no se ha producido porque eso sería otra medida populista. Él tiene intención de seguir, el club también quiere que siga y ya es cuestión de ponernos de acuerdo».
Se le comparó la situación de Sergio a la que Monchi tiene en el Sevilla. «Es distinto el caso porque Mendilibar, con todos mis respetos, parecía un parche para un club de 200 millones de límite de presupuesto y que el hombre, con su trabajo, su perseverancia y buen hacer ha conseguido lo que ha conseguido».
A vueltas con su gestión, Vizcaíno entiende que igual puede caer molesto en algunos momentos. No cambiará. Y estos son sus argumentos. «Yo siempre desde que llegué digo lo que creo que tengo que decir aunque a veces pueda sonar algo altivo porque hay que mover ficha. El año pasado dije que quería dar un paso adelante y siendo justos, porque hoy es un día para sacar pecho, se puede decir que el Cádiz debería estar salvado hace cuatro o cinco jornadas. Sólo hay que ver lo que la prensa ha dicho respecto al funcionamiento del VAR; por eso, una de las cosas que hay que hacer para crecer es pelear, como hemos sido pioneros siendo humildes como somos, para que el VAR funcione mejor. Y si eso hubiese sido así, quién sabe si hoy el Cádiz, con esos 50, 51 puntos, con la baratísimo que ha estado este año el séptimo puesto, quien sabe si podríamos haber dicho 'aquí estoy yo'».
Aprovechó los errores del VAR y el pésimo inicio para ajustar cuentas con sus críticos. «Eso ha pasado esta temporada, que empezó con esas cinco primeras jornadas en las cuales los integristas, que los hay, los que han mantenido al Cádiz 25 años en Segunda B, que los hay, los que se creen que son el dueño del Cádiz, que los hay, empezaron a pitar al equipo en el Trofeo ante el Atlético de Madrid. Y eso es malo para la entidad».
El sevillano cree que «esa pasión por el equipo hay que convertirla en buena, no en ansiedad. Esa pasión de cuando íbamos a un campo de Segunda B, que yo he ido a todos, y me veía a unos 20, 30 majarás vestidos de amarillo, fuera en Lugo o en Jumilla, eso, muchas veces se convertía en nuestro estadio en una losa; ahora lo es pero para el contrario. Esa es otra manera de crecer. Ver que partidos que se tuercen, como el del Almería, o contra el Elche cuando nos quitaron esos puntos, etcétera, etcétera, se nota que el estadio aprieta y el rival sabe que está en Carranza y que aquí no se tose. Dicho todo esto, intentaremos dar otro paso más para estar una quinta, una sexta, una séptima temporada más en Primera con los recursos que se tienen a 90 euros el carnet detrás de la portería y que se va a seguir».
Dentro de la poca autocrítica que reconoce, se traslada al pasado y a la frialdad con la que se expusieron a esas primeras catorce jornadas antes de la disputa del Mundial. «Nosotros intuíamos que esas primeras cinco jornadas podían ser peligrosas y nos equivocamos, aunque los recursos hay que saber manejarlos. Nosotros, como entidad, intentamos no dar perdidas este año porque hemos puesto toda la carne en el asador y un poquito más. Y esas cinco jornadas nos supuso una losa importante y fue un caldo de cultivo para los que siempre van a estar ahí negativizando todo» .
Quizás, quien sepa un poco de la psicología que emplea Vizcaíno, debería entender que no puede hacer autocrítica porque sería rebajar la calidad de sus jugadores, algo que nunca hará mientras él sea el máximo dirigente. De ahí que, o bien crea en las psobilidades de los suyos, o bien no tenga otra que vender públicamente que cree en ellos. Basta la siguiente explicación para leer entre líneas. «Me gustaría que no se hablase de jugadores de Primera y de Segunda porque todos han dado la prueba de que son de Primera . Gustarán más o menos, pero todos son de Primera. No podemos tirar tierra sobre nuestra plantilla, que es a la que hay que respetar. No se puede estar diciendo todo el día que si este es malo, que si aquel también porque eso es malo. Había jugadores que al principio de temporada no creían en ellos por lo que escuchaban. Y repito, eso es malo. Y claro que ha habido errores. Y los seguirá habiendo. Y serán míos, y los acepto. Y los aciertos, del equipo. Yo lo asumo así porque creo que es bueno para la entidad».
Igualmente, y para despedirse, rompió una lanza a favor de la institución que representa porque «al Cádiz se le falta el respeto por muchos motivos; por los pocos años que lleva en Primera, porque alguno se cree más listo que los demás, porque hay mucho mangante alrededor de esto, porque hay mucho engañabobo y bobos que se dejan engañar. Pero lo que se ha hecho con el Choco da para escribir un libro y también lo que se ha intentado hacer con el Pacha. Con el Pacha llevamos hablando un tiempo y nuestra intención es que siga; tiene una oferta sobre la mesa que no se ha plasmado aún con la firma. Y con Iza, pues igual. Ellos ya tienen sus asesores, sus agentes y las personas que les llevan sus asuntos, pero el Cádiz tiene claro hasta donde tiene que llegar».
