Cádiz - Wolverhampton Wanderers

Que viene el lobo (3-4)

El Cádiz cae con tranquilidad en su amistoso ante el colista de la Premier en un choque sin tensión pero con muchos fallos

Ocampo controla el balón durante el amistoso ante el Wolverhampton en la Línea. CCF

Alfonso Carbonell

Nuevo amistoso cadista y vuelta a las andadas. Toda la intensidad que prestaron los cadistas ante los pibes del Manchester United, que va séptimo en la Premier League, no se puso ante el Wolverhampton, que es el colista. Eso sí, estos venían con todos sus jugadores a diferencia del Manchester.

Poco o mucho que sacar en conclusión de una derrota cadista en un amistoso que volvió a servir a Sergio para repartir minutos entre sus hombres de cara al reinicio de la Liga. Bajo un 4-2-3-1, el Cádiz se mostró muy blando en defensa e intermitente en ataque en un duelo ante unos ingleses que sin hacer mucho consiguieron bastante.

La Liga está ya a la vuelta de la esquina y valga estos amistosos para avisar a los que mandan de que a final de mes espera un lobo nada amistoso. Estos bolos están bien para las piernas y demás, pero el poco movimiento en cuanto a los fichajes comienza ya a preocupar a una hinchada que anda perdida a causa del Mundial pero que sabe que su equipo no está reforzado de cara a lo que está por venir.

Es duro tragarse un amistoso después de casi un mes viviendo la emoción de un Mundial repleto de partidos en los que la intensidad y la calidad se impone en cada centímetro cuadrado. Más desolador aún es si para colmo el bolo de turno se juega entre escombros -el Municipal de La Línea está en obras para ser llegar a ser un estadio profesional- y a puerta cerrada. Pero es lo que tocaba al Cádiz CF, un equipo muy distinto este miércoles del que la semana pasada se impuso en Carranza a la chavalería del Manchester United.

Hoy tocaba el Wolverhampton Wanderer de Julen Lopetegui, un equipo en el que se encuentran viejos conocidos como Adama Traore, Guedes o Diego Costa, ambos internacionales por España en tiempos pasados.

El partido comenzó lento dada la pachorra con la que salieron ambos conjuntos al césped. De hecho, se comentó con cinco minutos de retraso a los que el Cádiz le sumó otro, porque al primer minuto de juego ya iba por detrás en el marcador después de que el canterano Carlos García desviase a su propia portería una asistencia rasa del lateral inglés Ait-Nouri

El gol no le sentó mal al Cádiz, que se quitó las legañas para ponerse al menos a romper a sudar. A la vez, los Wolves de Lopetegui se echaban hacia atrás. Esto lo aprovechó el Pacha Espino para animarse al ataque y poner un centro que no fue rematado.

Tuvo que llegar el minuto 24 para que de nuevo por la izquierda llegase el gol del empate. Un centro del charrúa era rematado en su propia portería por el guineano Tote Gomes. Dos goles y dos sin querer. El balance del encuentro era desolador , y a ello se sumó el árbitro interceptando dos balones en el centro del campo.

El empate hizo de nuevo alargarse al Wolverhampton. Un pase al hueco era rematado por Diego Costa al muñeco. Pero el brasileño estaba en fuera de juego y protestó al linier a pesar de su disparo centrado al cuerpo de David Gil.

El Cádiz volvía a ser dominado por los lobos ingleses y Semedo cerca estuvo del segundo tras aprovechar un error en la entreda de Espino, pero el disparo del extremo se fue muy desviado al atreverse a chutar estando muy esquinado.

Mediada la segunda parte se daba por hecho que los de Lopetegui eran claros dominadores. Se acercaban y se acercaban a los dominios de David Gil y en el 31' el central Collins cabeceaba a gol un centro al segundo palo.

Tras el gol Sergio dio entrada a Antonio Blanco, que sustituía a un inexistente en el centro del campo Alarcón. El cambio apenas se notaba en los primeros compases y los Wolves seguían a lo suyo, que no era otra cosa que aprovechar las debilidades defensivas del Cádiz , que entregaba buena parte del partido en el 31' tras un robo inglés cerca del área que fue apuntado por Daniel Podence, que recogía en la media luna una buena asistencia de cabeza de Diego Costa para ajustar con un disparo raso el que se convertía en el tercero para los lobos.

El Wolverhampton se imponía sin mucho que mostrar ante un Cádiz que solo hacía algo cada vez que el balón le llegaba a Negredo, que cerca estuvo de recortar distancias en el 40' tras un disparo dentro del área repelido por la defensa inglesa a córner.

Dos minutos más tarde de nuevo Negredo, tras un buen servicio de Blanco, voleaba violentamente al travesaño para que el rechace le llegase a Sobrino, que envió el balón a la obra con su zurda.

Tras el descanso Sergio daba entrada a Alcaraz, Liébanas y Álvaro Giménez por José Mari, Fali y Negredo. Y no, tampoco entró muy bien al campo el Cádiz, que se libraba del cuarto tras la primera llegada del recién incorporado y exvalencianista Guedes, que tras irse de Iza se la jugó con un zurdazo que se fue desviado.

Se vino arriba el Cádiz, que adelantó la presión y fruto de ella llegó el empate de Alcaraz tras el robo dentro del área rival de Ocampo, que le cedió al catalán de tacón para que este la enchufase dentro de la portería con un buen zurdazo ajustado y con ligera rosca desde fuera del área.

El carrusel de cambios cadistas llegó en el 62', minuto en el que entraron Luis Hernández, Álex, Alejo, Lautaro, Lozano, Arzamendia y Mabil para suplir a Sobrino, Carlos García, Iza, Bongonda, Blanco, Ocampo y Espino. Y los nuevos entraron con ganas porque en sus primeros minutos inclinaron el campo a su favor, tanto que en una jugada conducida por la izquierda por el mundialista Mabil acabó con un centro que le llegó a Alejo para que de rosca y con la izquierda el pucelano no encontrase puerta por poco.

Un poco más tarde, en el 71' entraban Lucas Pérez y el canterano Genar para suplir a Liébanas y Álvaro Giménez, que habían entrado tras el descanso.

No tenía otra que estirarse el Cádiz en la búsqueda del empate y no lo hizo muy ordenado, la verdad, porque en el 75' los lobos volvían a marcar tras coger en una contra a los gaditanos, que no pudieron parar al internacional surcoreano Hwang Hee-chan, que corrió y corrió en libertad hasta colarse en el área cadista y meter el pase atrás buscando al mexicano Raúl Jiménez para terminar encontrando al recién entrado en el campo Genar, que se metía el balón en su propia meta. Era el tercero sin querer que caía en el electrónico. Ahí es nada.

Iba tocando a su fin el amistoso cuando los tenues avances cadistas dieron su recompensa después de una jugada por banda izquierda de Arzamendia, que centró al área inglesa para que la defensa despejase a un lugar en el que se encontraba Alcaraz, que vio la incorporación de Álex para ponerle un balón que el madrileño convirtió en el 3-4 con un disparo blando al palo largo donde el portero del Wolverhampton no se molestó mucho en ir a por él.

El Cádiz conseguía maquillar el resultado ante el colista de la Premier en lo que es su penúltimo amistoso antes de medirse al Almería el 30 de diciembre, donde ya sí deberá haber más tensión defensiva. Como poco.

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