Cádiz CF
López Nieto: «Puedo asegurar que la competición nunca ha estado adulterada»
El exárbitro internacional pone la mano en el fuego por la honradez de su gremio y manda un mensaje de tranquilidad a todos los aficionados después de ser el encargado «durante 16 años de designar a todos los árbitros de Primera y Segunda División»
Antonio Jesús López Nieto es un mito viviendo del arbitraje español y aunque es el presidente del Unicaja de Málaga de baloncesto, no pierde detalle del día a día de un deporte en el que él fue internacional llegando a pitar en el Mundial de Corea y Japón en 2002. Al ser andaluz nunca pitó al Cádiz en Carranza, ni siquiera pudo darle ese gusto a su padre, cadista de corazón y con el que mantuvo alguna que otra discusión, sobre todo en aquella inolvidable promoción por la permanencia que ganaron los de Ramón Blanco.
Este fin de semana López Nieto ha estado en Carranza para participar en una de las mesas de debate junto a futbolistas Hugo Vaca, Güiza, Pepe Mejías o Pedro Jaro. Entre charla y charla, este malagueño y actual directivo de basket atendía a CANAL AMARILLO para analizar la situación polémia que vive el equipo amarillo con su gremio y de paso dar un mensaje de tranquilidad al aficionado en general dado que tras el caso Negreira es normal que el ambiente se haya agitado una mijita.
-Muy buenas. ¿Qué hace un señor como usted en un sitio como este? Ya me entiende, está el cadismo que trina con los de negro...
-Jeje. Bueno, me ha invitado el Cádiz CF a estas jornadas. Lo hizo hace varias semanas. De hecho, estoy aquí antes que en Ginebra, donde se sorteaba el destino de mi equipo en la competición europea porque soy presidente del Unicaja de baloncesto.
-Andá. No tenía ni idea yo de eso. Pues gran detalle el suyo con el Cádiz CF.
-Bueno, en mi lugar ha ido el gerente porque yo ya me había comprometido anteriormente con el Cádiz CF y aquí estamos.
-¿Y qué le están pareciendo estas jornadas de la Lengua?
-Muy interesantes y a la vez nostálgica. Me produce nostalgia volver al Carranza después de muchos años y también ha sido nostálgico escuchar a los presidentes que estuvieron conmigo en mi época del arbitraje. La verdad es que estoy muy a gusto y pasando una excelente mañana.
-Ya que estamos hablando de esos tiempos. Usted no pudo pitar nunca al Cádiz CF en Liga por ser andaluz aunque no sé si pudo hacerlo en el Trofeo algún año. ¿Qué me dice de esos tiempos?
-Pues mira nunca lo pité. Y eso que arbitré tres finales del Carranza y nunca las jugó el Cádiz CF. Mi relación con el Cádiz CF siempre fue correcta aunque no pillé tanto la época de Irigoyen, al que no conocí como persona pero sí como personaje.
-¿Cuándo empezó a pitar en Primera?
-En el año 1988 y nunca vine a pitar como tampoco pitaba al Málaga, al Betis o al Sevilla, Pero mi relación con el Cádiz CF a modo personal siempre ha sido muy cariñosa y siempre lo he dicho. La culpa de ello la tiene mi padre, que era muy aficionado al Cádiz CF y por eso me viene esa nostalgia al regresar aquí, que hace que lo recuerde aún más despues de que falleciera hace ya unos años. Chirino (delegado del Cádiz CF y exárbitro asistente) lo sabe. Recuerdo que cuando fue a jugar el Cádiz CF a Málaga en Segunda fuimos al hotel para verlo y entregarle un banderín. También me acuerdo que cuando Málaga y Cádiz jugaron una vez en Primera División tuvimos una discusión.
-(Interrumpo) Aquella promoción de infarto que la ganó el Cádiz.
-Exacto, esa fue. Aquellos penaltis y ese último que paró Szendrei que le dio la victoria. Recuerdo que ese día en mi casa tuve más que palabras con mi padre (jeje).
-¿Pero su padre era gaditano?
-No, no, no, que va. Pero le tenía mucho cariño al Cádiz CF. Muchísimo. Discutimos mucho ese día porque yo era del Málaga y él animaba al Cádiz. Y ese cariño te lo impregna. Además de eso, también el Cádiz CF es un equipo muy querido en España y siendo andaluz, y junto a lo de mi padre, pues me hace quererlo mucho más de lo normal. A eso se le suma que mi amigo Salvador también es del Cádiz CF y ha sido mi linier toda la vida. Son muchos vínculos que me unen al Cádiz CF.
-Hablemos de la actualidad. ¿Cómo está viendo desde la barrera todo el asunto que rodea al Cádiz CF, donde muchos pensamos que hay una persecución hacia lo amarillo?
-Bueno, mira. Verás, verás, verás... Yo creo que esto hay que analizarlo de una manera muy fría. Yo entiendo que hay en estos momentos un estado de crispación en todos los aficionados porque esto no es positivo para el fútbol, ni para el arbitraje, ni para la competición ni para nada.
-¿Me está hablando de lo de Negreira?
-Eso es. Es que quiero trasladar que, independientemente de los errores que siempre han existido y existirán, lo que estamos viviendo es un humo continuo, un sinvergonzerío de una persona, que es el señor Negreira, y una actitud también muy reprobable de quienes contrataron unos, como mínimo, dudosos servicio. Pero la tranquilidad de la gente, yo, que he sido durante 16 años el responsable de asignar a los árbitros en Primera y Segunda División, puedo decir que no hay nada de nada más allá de malas actuaciones arbitrales en las que no voy a entrar porque ya no me corresponde. Eso, bajo mi punto de vista y desde el conocimiento absoluto del tema, hay que llegar hasta el fondo de la investigación pero puedo asegurar que la competición no ha estado adulterada ni a a estar adulterada; otra cosa es que haya habido arbitrajes buenos o malos. Sé que el Cádiz CF, en las últimas jornadas, ha recibido aquí algún arbitraje que puede generar controversia a la gente de Cádiz, pero eso puede ser porque los árbitros no han estado acertados, pero no por más allá.
-Vale, pero ¿no es raro que el Comité designe una jornada después a una 'bestia negra' para el cadismo pocos días después de que el club diga que acudirá a la justicia ordinaria por el partido del Elche?
-Para nada. Eso que me dices es precisamente el problema que tenemos que tratar de quitar. La gente debe tener claro que los árbitros no son influenciables. Otra cosa es que la Federación, sus dirigentes, les guste dejar muchas veces ese ambiente porque le otorga, digamos, una autoridad en sus relaciones con los clubes
