Real Madrid - Cádiz CF

José María Fernández, padre de Álex y Nacho: «El secreto de sus carreras es que han disfrutado sin presión en casa»

El progenitor de dos hermanos que este sábado se verán las caras en Valdebebas da las claves del éxito de dos carreras bien encauzadas

Los Fernández, con el padre José Maria y sus hijos Nacho, Álex y Maite en una comida familiar.. L.V.

Alfonso Carbonell

Escuchar hablar a José María Fernández explica muchas cosas de lo que hoy en día son sus hijos. La madurez que ambos representan en el campo no es producto ni de la fábrica de Valdebebas, que también, ni de lo que han visto en la tele sino de lo que han vivido en casa, donde han sido educados desde la formación en valores y el disfrute con el balón pero sin perder nunca las perspectivas. Habla el creador de dos futbolistas que tienen en él un espejo en el que no dejar de mirarse. Dicho eso, él es el primer crítico que tienen. Uno se lo toma bien, pero hay otro que no tanto. Cuenta eso y más.

–Tanto Álex como Nacho dicen que le deben a sus padres todo, pero también señalan que su genética ha sido importante en la que tienen ellos. ¿Fue futbolista profesional?

–No, no. Tan sólo jugué como juvenil en el Atlético Alcalá, una especie de filial que tuvo el Atlético. Pero es verdad que no se me daba nada mal y aún juego algún que otro partido. Tenía un buen físico, era zurdo y podía tener condiciones. Pero al final me dediqué a ayudar a mi padre en el trabajo (como consultor inmobiliario) y a estudiar. En realidad han llegado a ser lo que son gracias a su madre, a su padre, a su hermana y a toda su familia, que ha sido la que le ha ayudado desde pequeños a jugar pero sin responsabilidades y con los pies en el suelo en todo momento.

–¿Por qué dice eso?

–Pues porque fue muy sacrificado. Nosotros vivíamos en Alcalá de Henares y había que llevarlos todos los días a Madrid a jugar. Primero a Nacho, y luego a Álex. Su madre y yo nos dividíamos para que ninguno faltara. Han sido muchos kilómetros entre uno y otro.

–Viéndoles jugar en el jardín de su casa. ¿Desde qué edad vio que podían llegar a profesional?

–Siempre he sido un padre con los pies en la tierra. No me he dejado asombrar mucho por las condiciones que podían presentar siendo pequeños ni me dejaba regalar los oídos por los que me decían que se les veía que iban a llegar. Siempre he apostado porque disfrutasen de la experiencia. Y es que de cada 100.000 chavales igual solo llega uno a profesional. Por eso siempre pensaba que lo mejor como padre era decirles que disfrutasen de la experiencia, que se lo pasaran bien y en el fondo creo que eso ha sido el secreto del por qué han llegado donde están. Esa tranquilidad por la que desde casa nunca se le ha metido presión para que jugasen mejor ni nada por el estilo como a veces sí se ve en campos de fútbol base en padres que presionan demasiado a sus hijos. Y de eso puedo hablar algo porque durante siete años tuvimos una academia de fútbol donde se veía de todo. Lo mejor para el chaval es disfrutar. Ya me lo decía Vicente del Bosque, que fue el que llevó a la Selección a Nacho y también al primer equipo del Madrid. Me decía que «los niños deben estar en el sitio más cómodo para los padres y quitarle toda la presión». Quería decir que los chavales deben jugar en el equipo que tenga más cerca de casa, pero claro, si lo llama el Real Madrid, como mínimo, deben disfrutar esa experiencia. Y eso hicimos con los dos, que dejaron el Alcalá para probar fortuna en el Real Madrid. Los valores y la educación, por supuesto, deben ir ligados siempre a la persona. Y todo tiene su tiempo.

«En mi casa somos ‘alejandristas’ y ‘nachistas’, aunque disfrutamos de lo lindo con el Cádiz CF»

–Viéndoles jugar en el jardín de su casa desde pequeños, ¿quién de los dos tenía más ‘maldad’ con el otro?

–Debo decir que ambos son muy competitivos en todo. Incluso jugando al pádel y conmigo, porque yo también lo soy. Por eso de ser mayor, quizás Nacho era más agresivo, pero también lo veía más racional y quizás Álex es más impulsivo y temperamental. Aunque en el caso de Álex ha ido madurando. ¡Mis faroles me han costado! (bromea José María en alusión a los farolillos que se cargaban Álex y Nacho a base de pelotazos en el jardín de casa).

–¿Tiene un ojito derecho como padre?

–No creas. Al final son tus hijos y a Maite (la menor), Álex (mediano) y Nacho (mayor) le das a cada uno lo que crees que más necesita. Igual a uno le gritas y le espabilas y al otro lo hundes más. Al final preferencias no se tiene, lo que sí se trata es de una manera u otra en función de lo que necesita cada uno.

–¿Qué momentos duros han pasado a lo largo de su carrera sus hijos?

–Nacho lo pasó mal el año pasado con dos lesiones que tuvo que le amargaron. Y Álex, quizás, cuando da el salto del Castilla de Segunda al Espanyol de Primera, donde creemos que el entrenador que tuvo no se portó del todo bien con él. En esos momentos hay que escucharlos e incluso sufrir con ellos, pero al final las cosas malas te sirven para madurar más y valorar siempre lo que tienes. Antes que futbolistas son nuestros hijos y nos quedamos siempre con la forma en la que tienen de salir de esos momentos malos. Siempre hay que mirar adelante y nunca hacia atrás.Y eso es algo que valoro mucho en ellos.

–¿La madre ha sido futbolera por vocación o porque no quedaba más remedio?

–Lo ha sido por narices y porque sus hijos se lo agradecían. Ha sido muy sacrificado para ambos los inicios de nuestros hijos en el fútbol porque yo, por mi trabajo, también viajaba mucho y era ella la que tenía que llevarlos a los entrenamientos a uno con un equipo y al otro con otro.

–¿Cómo se tomó Álex su salida del Madrid para ir al Espanyol?

–Al principio muy bien porque ascendía a Primera y un club importante, pero luego las cosas se torcieron y entró en una fase de tristeza porque veía que pasaban las fechas y no se terminaba de adaptar.

«Nacho es más racional y Álex más impulsivo y temperamental aunque ha madurado muchísimo»

–¿Cómo son las comidas familiares en casa de los Fernández?

–Son muy divertidas, la verdad. Tanto Álex como Nacho, al compartir profesión, tiene mucha afinidad. Además, a eso nos unimos los demás, que nos gusta de lo que hablan y las cosas que cuentan entre ambos. Nos lo pasamos francamente bien.

–Hablemos de Álex Fernández. ¿Dónde le gusta más; de mediocentro o de mediapunta?

–A mí me gusta más como mediocentro porque creo que es un futbolista más generoso en el esfuerzo y que aporta más cosas al equipo apareciendo por detrás del centro del campo. Es un jugador que puede jugar por todo el campo. Dicho eso, es verdad que como mediapunta, donde lo coloca Cervera, ha hecho una magnífica temporada y ha marcado mucho más goles.

–¿Con qué equipo disfruta más viéndolo en la tele? Mejor dicho, ¿disfruta más con el Cádiz CF de Álex o con el Madrid de Nacho?

–Prometo que disfruto con los dos equipos a las mil maravillas. Para empezar, debo decir que en esta casa ya somos Alejandristas y Nachistas, pero tampoco miento si digo que he disfrutado como un niño con el ascenso del Cádiz CF. Es una pena lo que estamos viviendo con esto de la pandemia porque yo en el estadio Carranza he disfrutado una barbaridad. Ya estuviera o no mi hijo en el Cádiz CF, ese equipo es formidable que esté en Primera porque aporta muchísimo espectáculo. Yo me imagino un Cádiz CF-Real Madrid en un Carranza a rebosar y ya digo que bajamos toda la familia a verlo sin ningún género de dudas.

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