Barcelona - Cádiz

Passada de suplents, Nen! (0-1)

Un gol de Lucas Pérez le da al cadismo la alegría del año sumando los tres puntos para salir del descenso en el Nou Camp

Lucas Pérez celebra su primer gol en Liga con el Cádiz. EFE

Alfonso Carbonell

Esto es 'L, ostia, Nen'. Vaya suplentes y eso que parecían a otra cosa. Pero, vaya la que tenían preparado los Álex, Sobrino, José Mari, Jonsson, Salvi y compañía. Hasta se apuntó a la revolución el canterano Parra. Inmensa alegría para el cadismo, que ha visto salir a su equipo de los puestos de descenso por la puerta grandel Nou Camp con una victoria histórica y merecida. Y es si el Cádiz de Cervera tenía el adn de la garra y el compromiso, el de Sergio le suma grandes dosis de fútbol y una mentalidad radicalmente distinta. A ver quien es el guapo ahora que los fichajes han sido más importantes que la llegada de un entrenador que le ha dado al equipo alas para correr y cabeza para pensar con el balón en los pies y a 50 metros de su área. ¡Qué locura, Nen!

Y eso que pocos daban un duro antes por el equipo, porque muy seguro tenía que estar Sergio de meterle mano este jueves en Carranza al Athletic como para fiarlo todo a ese duelo y sacar de inicio en el Nou Camp a todo una legión de suplentes , faltos de ritmo y hasta ninguneados en el último encuentro en casa ante el Betis, donde el entrenador catalán emborronó su genial etapa en el banquillo al quedarse mirando mientras Pellegrini le hacía un traje remontando el partido con tres cambios que desnudaron al Cádiz.

Puede que los resultados de la jornada, con las derrotas sin paliativos de Granada y Mallorca, le dieran a Sergio la idea de poder malgastar -sobre el papel- una bala de las pocas que quedan. Puede que al ver que la jornada ya era buena hasta antes incluso de medirse a un Barça en horas bajas le hiciera apostarlo todo al jueves, pero es la primera vez que el técnico perico especula en la preparación de un partido.

Sacaba de inicio al debutante Raúl Parra , un canterano que iba a dar descanso a Akapo debido a la lesión de Iza. No descansaría Espino, que junto a Luis Hernández eran los titulares que se quedaron en una zaga rematada por el titán Fali. El centro del campo fue inédito con Pablo pero conocido con el de los mejores Cervera. Jonsson y José Mari en el centro del campo con Álex acostado en la derecha y Salvi a la izquierda, aunque intercambiara mediada la primera mitad su posición con Sobrino. Y arriba, Lucas Pérez con el mencionado delantero de Daimiel. Un once que no era más que un reto al compromiso de unos hombres a los que su entrenador les regalaba un escaparate de maravilla pero con doble filo.

Pronto se vería que este reto al compromiso saldría a las mil maravillas. Tras aguantar unos primeros diez minutos de dominio total culé, el Cádiz comenzaba a asentarse en el campo no sin antes, el minuto 3, ver como Dembelé le hacía la primera de muchas a Espino para internarse en el área por banda derecha y dejar un balón que finalmente fue rematado por Ferrán al que tuvo que contestar Ledesma, que comenzaba a trabajar.

Sin embargo, el Cádiz, más cerveriano que nunca por momentos , también tendría algo que decir. Y lo dijo de botas del Pacha Espino, que si se sentía exigido en defensa no menos haría exigirse a la del Barça con sus incorporaciones, como una que tuvo al asociarse con Lucas Pérez y que el uruguayo casi llega de no ser por Ter Stegen, que se quedó de una patada al filo de la jugada del charrúa, todo un pulmón.

Pasado el cuarto de hora lo cierto es que el Cádiz se había aproximado al área rival en dos ocasiones mientras que el Barcelona apostaba todas sus fichas a Dembelé, que era el único que inquietaba a la defensa organizada amarilla..

Pero el Cádiz estaba bien plantado. Con un Parra seguro atrás y un Sobrino que se convirtió en cuchillo tras robar un balón cerca de su área y plantarse en campo contrario tras patearse velozmente todo el campo para asistir, en el 27, a Lucas Pérez, que con todo para él mandaba el balón fuera rozando la escuadra . El ex del Elche pidió penalti de Dest, pero lo cierto es que el americano hizo lo suficiente para incomodarlo sin caer en la falta,

A la media hora, el minuto y resultado era de empate y las sensaciones muy buenas para los suplentes de Sergio, que como sus compañeros titulares se han contagiado del nuevo 'adn', ese que le hace crecer al equipo a medida que pasan los minutos.

Pero en frente seguía estando el Barcelona. Y sobre todo Dembelé, que tan solo corriendo hacia delante es capaz de sortear a Jonsson y José Mari para pisar área contraria y chutar a gol para encontrarse con las manos salvadoras de Ledesma, que en dos tiempos se hacía con el balón. A cinco del descanso, el Cádiz estaba algo embotellado y era de nuevo el arquero argentino, en colaboración con José Mari, el que desbarataba una ocasión al sacar su manopla para evitar el remate en boca de gol de Memphis. El rechace fue despejado a duras penas por el roteño.

Explosión de felicidad

Aguantaba el Cádiz hasta el descanso con un resultado justo pero al que con una pizca de suerte podría haber sido favorable a los intereses gaditanos. Y comenzó el segundo tiempo como el primero, es decir, con otra internada de un morenito pero cambiando los papeles. Memphis se adentraba en el área ante Parra, pero la defensa amarilla despejaba. Era el primer minuto de la reanudación y parecía que el Barcelona iba a ir por todas... ¡Como el Cádiz!, que a los tres minutos se adelantaba en el marcador tras un excepcional centro de Álex cabeceado casi que de espaldas por Sobrino, que fallaba también en el rechace de Ter Steguen aunque apareció por detrás Lucas Pérez para remachar a las mallas. Se quebaja el arquero culé a su los suyos. Y es que vio como le remataban en su cara dos delanteros amarillos. Es lo que tiene llegar al área contraria hasta con cuatro jugadores y ante todo un Barcelona. Ay, Cádiz quien te ha visto y quien te vio.

El gol hizo reaccionar al Barcelona, pero tampoco puso dem

El goleador.

asiados en aprietos al Cádiz, que veía como solo era en Eric García, en el 55', el que lo intentaba desde lejos con un disparo raso que moría en las manos de Ledesma.

Se vio obligado Xavi a meter a Aubameyang y quitaba a Memphis, pero el que seguía llevando la batuta era Dembelé. Acto seguido, Sergio refrescaba la banda (Alejo por Salvi) y la sala de máquinas (José Mari por San Emeterio).

El que seguía a los suyo era Dembelé, que con un obús volvía a verse con las manos de Ledesma, que crecía por momentos junto a sus compañeros. Antes, con un libre directo del francés, también tuvo que despejarlo no sin peligro.

Era el minuto 75 y el Cádiz desperdiciaba lo que pudo ser la sentencia tras un jugadón colectivo en el que la defensa salía de la presión al toque, con gusto, elegancia y la velocidad que le imprimió Alejo, que llegó hasta el área culé para servir en bandeja el gol a Álex, pero el pelirrojo, en su intentó certero de engañar a Ter Stegen, la colocó tanto que envió el balón a la valla de la publicidad.

Sigiuieron los cambios. Chust y Akapo sustituían a unos agotados José Mari y Parra mientras que Xavi se entregaba al fútbol directo con Traoré y De Jong. Y la primera en la frente de De Jong tuvo que sacarla en dos tiempos Ledesma, que entre el pecho, las manos y hsata la cabeza evitaba el empate sobre la línea de gol. Comenzaba a sufrir el Cádiz, que vería como en el 78' volvía a poder marcar de no ser por Ter Stegen, que envió a córner un disparo centrado de Sobrino de nuevo a pase de Alejo tras coger a la defensa azulgrana desprevenida.

Pasado el 80, reaparecía Conan, bárbaro todo el partido. El argentino enviaba de una forma aparatosa un disparo seco de Eric García y volvía a aparecer con un palomitón necesario tras una volea dentro del área de Aubameyang en el 89'.

El añadido supo manejarlo con experiencia el Cádiz, que incluso por mediación de Alejo, con un centro desviado por un defensa, pudo marcar el segundo de no estar el palo y Ter Stegen.

El pitido final se celebraba en el banquillo amarillo como una Champios, y no era para menos porque son estas victorias las que hacen granda a equipos humildes como el Cádiz.

El reto al compromiso que Sergio encomendó a sus menos habituales salió de manera inmejorable. Y es que el Cádiz no regresa de Barcelona con tres puntos y fuera del descenso sino con un equipo reforzado por doce jugadores. ¿Quién es el siguiente? Qué maravilla, Nen.

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