«El año ha sido muy duro emocionalmente»

El Pacha Espino ha vuelto a ser por segundo año consecutivo uno de los jugadores emblemas de un Cádiz CF que se ha ganado el respeto de la categoría no sólo ya por orden y sacrificio sino también por fútbol. El uruguayo, titular indiscutible tanto para Álvaro Cervera como para Sergio González ha sido todo corazón toda la temporada, si bien en determinados momentos del curso ha acusado tanto esfuerzo. Debido a ello, y aunque seguía siendo titular por decreto dado que a Arzamendia ni se le esperaba, se le notó un bajón en su rendimiento que contrarrestó con más pundonor si cabe.

Esta semana le ha tocado el turno de pasar por el cuestionario que el club está haciendo a todos sus futbolistas durante unas vacaciones que ya se conocen que finalizarán el próximo 4 de julio. El jugador charrúa, al que se le ha puesto en la diana por los ultras sin cerebros de siempre que criticaron su deseo profesional, humano y lógico de jugar en el Atlético del Cholo si se le apareciera el genio de la lámpara , hace un resumen de un año que para él ha sido «sufrido».

Tiene sus razones para no olvidar esos malos momentos vividos durante la primera vuelta y lo destaca en su balance de esta manera. «Toda la temporada estuvimos ahí abajo y nos costó. Emocionalmente el año fue muy duro, aunque por suerte pudimos conseguir la permanencia que es fundamental para el club».

A diferencia de la mayoría de sus compañeros, que simplifican en un momento -el de Vitoria-, para elegir el que ha sido el mejor de la temporada, el Pacha coincide con muchos de esos cadistas que no olvidan como se ha disfrutado, entre la tensión y el miedo por bajar, en una recta final de infarto y en la que se dieron sonoras victorias y no menos petardazos. Así, el sudamericano recoge que su mejor momentos van de la mano con «los últimos 10 partidos con rivales muy duros. Competimos al máximo nivel ganando al Barcelona, empatando con el Sevilla. Los últimos meses fueron muy buenos», dice con razón.

En cuanto al peor momento, hace lo mismo. Espino no se identifica con un momento singular como pudo ser la que se formó en Vallecas y sus consecuencias o la última derrota en Pamplona que le costó el puesto a Cervera. No, para el lateral zurdo el peor momento va unido a «el principio y la mitad de la temporada que nos costó mucho. Parecía que no podíamos ganar partidos», dice de nuevo con razón..

Su mensaje a la afición es claro: «Gracias por bancarnos, por estar siempre ahí. Nos dan mucha fuerza. Esto es una alegría para ellos y es una forma de agradecer haberlo vivido así».