Cádiz CF
El regreso de un proscrito
Salvi vuelve este sábado al estadio del que salió llorando y mecido por la afición del mismo club que le puso la cruz
Ya contaba poco en sus últimos días en el Cádiz CF y es normal que apenas cuente en el Rayo Vallecano , un equipo que llega este sábado a Carranza peleando por entrar en Europa. No puede decirse que Iraola no cuenta con Salvi, sería más correcto decir que Salvi no alcanza el nivel para estar donde está. Pero ojo, si está donde está es porque, sin duda, ha hecho méritos para estar.
Salvi Sánchez (Sanlúcar de Barrameda, 1991) recibió todo el cariño del club vallecano cuando en su propia casa le estaban tratando con el pie. Sólo por eso, el extremo diestro disfruta de cada día en el club madrileño a pesar de apenas estar jugando en este 2023.
Su último encuentro como titular lo jugó el octubre del pasado año . Y la última vez que jugó saliendo desde el banquillo fue el 6 de febrero en Almería. No ha jugado minuto alguno en las dos últimas jornadas y es por eso que su presencia en la convocatoria no esté garantizada. El sanluqueño suma 270 minutos en Liga, repartidos en doce encuentros, tres de ellos como titular en 2022.
Por tanto, no puede decirse que Salvi esté destacando con un conjunto con el que tiene contrato hasta junio de 2024 . A sus 31 años, este salto a un club con mayores pretensiones que el Cádiz CF le ha podido llegar algo tarde pero si lo ha conseguido dar es por algo.
Ya antes, cuando vio salir a su íntimo amigo Alvarito al club donde ahora comparten vestuario, lloró lo más grande después de que Manuel Vizcaíno le cerrase las puertas del Getafe de Primera, club que pretendía a Salvi cuando el equipo amarillo aún estaba en Segunda. El contrato era para firmarlo con los ojos cerrados, pero su presidente le negó el sueño de todo futbolista, crecer.
Poco o nada se puede decir de lo que ha aportado Salvi al Cádiz CF. Llegó en Segunda B del Villanovense y fue primordial en los dos ascensos que catapultaron al equipo gaditano al sitio donde está ahora. Besó y disfrutó la Primera de amarillo y cuando todo parecía indicar que podría jubilarse en Carranza su propio club le enseñó la puerta de salida. Además, de la peor forma posible, ninguneándolo. Hombres de fuera como Alberto Cifuentes o el argentino Augusto Fernández recibieron los elogios de un club que trato con la suela del zapato a un hombre de la casa.
La mala relación de Vizcaíno con el representante de Salvi hizo que lo pagase el jugador. Ni un mísero tuit de despedida salió de las fuentes oficiales del club. Y no solo eso, en plena fiesta por la salvación, el presidente sevillano del Cádiz CF le reprochaba a Salvi que se hubiera puesto a negociar en enero (totalmente legal al cumplir contrato y no recibir oferta de renovación de su club) con el Rayo Vallecano tratando de echarle a los pies de los caballos.
Pero la afición, por enésima vez, ignoró los grandilocuentes mensajes de su presidente. De hecho, ya lo había hecho antes. En el último encuentro en casa ante el Real Madrid, el fondo sur lo despidió a lo grande a pesar del empate que condenaba a los de Sergio a llegar a la última jornada dependiendo de terceros. Daba igual, el público se olvidó del disgusto global y se centró en poner en su sitio a un hombre de la casa.
Y si la afición lo despidió a lo grande en su último encuentro en Carranza, sus compañeros lo hicieron una semana después en Vitoria, donde la fiesta global por la salvación no fue óbice para que el equipo se olvidase de su capitán. Salvi fue de nuevo ovacionado por los cadistas desplazados en Mendizorroza y manteado por sus propios compañeros. Y mientras, Manuel Vizcaíno rumiando su fría despedida y sus últimos palabras alusivas al sanlqueño.
Este sábado podría volver a la que fue su casa si Iraola tiene a bien convocarlo. En el caso de que disputase algunos minutos tiene asegurado el homenaje de recibimiento. No es para menos porque se lo ha ganado durante los siete años que defendió los colores de un equipo en el que marcó 26 goles en 239 partidos. Será un proscrito para el club, pero sigue formando parte de su gente.
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