Cádiz CF
El Pacha lo admite en su país
«No sabía que estaba tan loco jugando al fútbol», dice un lateral que crece por cada partido que juega
El charrúa también contó anécdotas sobre Messi: «No quise romperle los huevos»
El Pacha es un caballo desbocado, libre, sin ataduras. Bueno, en realidad, las tiene. O mejor dicho, las tenía porque hasta el mismo cochero ha optado por darle carrete, soltar la tensión de las bridas y dejarle hacer. Y es que Cervera reconocía no hace mucho que se siente en la obligación de darle esa mayor libertad a su lateral zurdo puesto que «nos da mucho en ataque» a riesgo de lo que nos puede quitar en defensa. Caballo loco juega sin frenos y la grada de Carranza asi lo quiere. Así se ha ganado el respeto de su entrenador y así quiere aporrear la puerta de su selección. Indomable, el Pacha quiere seguir volando. Es el caballo loco de un equipo que necesita de su entrega , de su compromiso y de su vitalidad para seguir creyendo en algo que se consiguió en la Catedral.
Abandonó su país hace ya cerca de cuatro años pero su figura brilla más allí desde aquí que cuando incluso estaba allí. Esta semana Alfonso el Pacha Espino ha sido protagonista del suplemento Ovación de El País de Uruguay, en donde ha dejado no pocas perlas de cómo es su vida en Cádiz.
De entrada, ha hablado de su adaptación al fútbol español. «La gente acá es toda flaquita; no ves a ninguno grande y no es que por venir a Europa crecés», comienza bromeando y un deje claramente sudamericano.
Le preguntan por su crecimiento exponencial a las órdenes de Cervera y promete que no está haciendo nada del otro mundo pero que sí es verdad que atraviesa un buen momento. «Este año parece que físicamente hice un cambio y no sé por qué la verdad porque estoy haciendo más o menos lo mismo de siempre, pero si es para bien hay que aprovecharlo».
La entrevista telefónica con Montevideo se realizó un día antes del encuentro en San Mamés . Espino, de 29 años, llegó en 2019 y su aclimatización a esta tierra, junto a la de su huja y su mujer, ha sido muy buena tal y como cuenta a sus compatriotas. «Esta tierra es muy linda. No hace mucho frío en invierno. El clima es parecido a Uruguay pero con menos frío en invierno. Hay playa, casi todo su alrededor es playa y por eso el apodo (de Tacita), pero no hay un calor sofocante de otros lugares, lo único malo es que hay mucho viento, pero ya estamos acostumbrados a todo acá», cuenta.
El Pacha reconoce que en la temporada del ascenso al Cádiz CF le vino bien el parón por la pandemia porque el equipo iba «de más a menos» y cuando se volvió a la competición todos los equipos llevaron una dinámica irregular similar, lo que le permitió a los de Cervera mantenerse «siempre primeros o segundos», como finalmente quedaron tras perder en las últimas jornadas una vez conseguido el ascenso.
Si en el Cádiz CF comenzó con dudas, su trayectoria sí que está yendo de menos a más. Y eso lo está notando la afición, de la que habla el Pacha. «La verdad que la gente está muy agradecida conmigo, pero con todo el equipo en general porque nos mantuvimos en Primera y creo que la gente estaba con muchas ganas de ir a la cancha para vivirlo en Primera y no en Segunda o Segunda B».
Y en concreto, este año Espino ha podido escuchar cánticos personalizados, como en la primera jornada qe marcó el gol del empate en Carranza ante el Levante. «Dos por tres escucho el grito de u-ru-guay-yo. Mi señora dice que lo escucha casi todos los partidos, pero yo lo escuché el día del gol con el Levante en la hora y después alguna más, pero uno se concentra en el partido y no se da cuenta».
En su país no se dejó ver de la misma forma en la que está destacando en España. Es normal que muchos hinchas charrúas se pregunten en qué ha cambiado el Pacha, por qué no brilló allí del mismo modo y tuvo que salir libre de Nacional de Montevideo. A la pregunta, el Pacha se queda pensativo unos instantes antes de contestar que «Pah, es difícil. Creo que vas madurando y te vas haciendo grande. La vida y el fútbol te llevan a madurar y a ser otra persona y otro jugador al mismo tiempo. Hoy soy más completo de lo que era en Nacional porque me ha ayudado la evolución que hay en el fútbol de acá. Yo creo que Nacional es un club muy grande, pero obviamente que jugar en Europa te da para crecer como futbolista porque jugás con mejores y contra mejores».
Los cambios de Espino no sólo se han limitado al juego, también en la fisonomía y en su forma de correr y subir la banda. Cuestionado por ello y por sus imágenes en las que no para de correr, el lateral zurdo, reflexivo y una vez que se ve en la tele, dice con guasa que «No sabía que estaba tan loco jugando al fútbol».
Anécdotas con Busquets y Messi
Se ha medido al Barcelona en dos ocasiones y es ahora cuando cuenta con sorpresa a su gente alguna anécdota que le pasó en el campo. «Busquets me dijo 'Pacha' como si me conociera, como si me hubiese visto jugar. Viste que nosotros nos acostumbramos a verlos por la tele y cuando voy ahí me dice 'Pacha, cómo estás' y me saluda como si me conociera pensé mirá donde estoy».
De hecho, ese día el charrúa era el capitán del Cádiz CF, aunque no acostumbrado a ello, se le olvidó ir al sorteo de campos. «Cuando nos sacamos la foto y terminamos, yo me iba a parar a mi lugar, para el lateral izquierdo y el arquero me dice: Pacha mirá que sos capitán, andá al sorteo».
Una temporada antes, coincidió con Messi, al que también trató de manera profesional sobre la yerba. Así lo narra él, a su forma y con su deje platense. «Me pasó que me hablara sin yo hablarle. Cuando empezó el partido le hablé y le pedí la camiseta, pero justo en el segundo tiempo hay un tiro libre a favor nuestro y estoy parado con él porque quedaba arriba y me dice: 'mirá el golero nuestro siempre se va para atrás de la barrera' y yo le digo 'pero qué vivo, no todos le pegamos como vos, y ahí justo me dijo: 'dejá, hace un montón que no hago un gol de tiro libre'. Ese momento fue el que más me sorprendió». ¿Y la camiseta? «Nosotros le ganamos y me imaginé que estaría caliente y no le quise romper los huevos porque yo termino muy caliente cuando pierdo y supongo que la gente se debe calentar también y no quería molestar» .
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