Un nuevo contratiempo para Sergio González

P.V.

22/01/2023
Actualizado a las 12:41h.

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La derrota no fue lo único negativo que se llevó el Cádiz del Ramón Sánchez-Pizjuán. Sí lo más destacable y lo más importante, pero no lo único. Y es que en un campeonato de 38 jornadas no hay tiempo para lamentaciones y sí para levantarse y poner la cabeza en el próximo encuentro. Los de Sergio González recibirán al Mallorca, un equipo que atraviesa un buen momento deportivo, y el técnico catalán deberá plantear la cita, nuevamente, con problemas de ausencias y bajas en la plantilla. Rubén Sobrino es el último ejemplo.

Y es que el de Daimiel no podrá estar en el trascendental choque – todos los son – ante el cuadro balear. En el minuto 45 ante el Sevilla, el atacante vio la cartulina amarilla tras protestar aireadamente una de las decisiones del colegiado canario Hernández Hernández. Más concretamente, la no expulsión de Lamela que, con amonestación previa, impactó con el codo en el rostro de Rubén Alcaraz. Era la segunda cartulina para el argentino que, sin embargo, se libró al no interpretarlo el árbitro como una acción merecedora de expulsión directa y, al no haber apreciado la infracción en directo, no podía utilizar el VAR para una simple tarjeta amarilla. Pero el lance era totalmente punible y Sobrino así se lo manifestó al colegiado, que reaccionó amonestando al ariete amarillo.

Una tarjeta que trae consecuencias para el futbolista y para los planes de Sergio González de cara al choque ante los bermellones. Rubén Sobrino es uno de los futbolistas más criticados por la afición y, sin embargo, cuenta con una confianza ciega por parte del técnico catalán, que valora las aptitudes defensivas y solidarias del jugador, además de ser consciente de que es una bisagra importante para mantener la solidez y la cohesión del bloque.

No estará disponible ante los de Javier Aguirre al tener que cumplir un partido de sanción, y profundiza así en la herida del conjunto amarillo que, tras las salidas por el mercado invernal, las lesiones y las sanciones, está viendo como la plantilla se está quedando muy corta a nivel cuantitativo y cualitativo para afrontar ciertas situaciones. Sergio acertó al recolocar a Sobrino cuando aterrizó en Cádiz, pues el delantero venía de una presión por anotar goles inducida por un Cervera que le colocó un rol que no le corresponde al de Daimiel.

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