Cádiz - Betis

Respeto, convivencia y un enfrentamiento que lamentar

Previa marcada por la convivencia entre ambas aficiones y con el punto negro de una rápida trifulca entre radicales en los aledaños del estadio

Una cita de alto riesgo

Aficionados de Cádiz y Betis hacen previa de forma conjunta en los aledaños del estadio L.V.

C.A.

El encuentro entre Cádiz y Real Betis fue señalado como un choque de alto riesgo por la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la intolerancia en el Deporte. Algo habitual debido a los acontecimientos acaecidos en los últimos enfrentamientos deportivos entre ambos que, en ocasiones, son fruto de peleas entre hinchadas.

La disputa del partido en tierras gaditanas hacía preveer una acudida en masa de seguidores del Real Betis para ver a su equipo frente al Cádiz CF. Desde tempranas horas de la mañana y, sobre todo, a principios de la tarde, era fácil avistar camisetas verdiblancas en las inmediaciones del estadio. En la zona del Paseo Marítimo, aficionados visitantes disfrutaban de las vistas a la playa, donde esperaban para la cita que se daría a las 19.00 horas.

La convivencia entre ambas hinchadas ha estado marcada por la cordialidad y el respeto, donde además había numerosos grupos de personas conformados por seguidores de los dos clubes, algo lógico en una fiesta como la del fútbol. El colorido se iba pronunciando con el paso de las horas, donde iban apareciendo camisetas amarillas. El horario del choque hizo que la hinchada del Cádiz fuera haciendo acto de presencia de manera muy progresiva.

A pesar de la fecha escogida, la cercanía entre ambas ciudades y la fuerte afición bética, protagonista en muchos pueblos de la provincia, hizo que el colorido fuera notable para la ciudad gaditana. El Betis disponía de 400 entradas, aunque han sido muchos más los que han lucido sus colores en el feudo amarillo. Cualquier entresijo era bueno para lograr una entrada y ver el partido.

El ambiente ha estado marcado por la convivencia y el respeto, algo que debería ser normal y que no tendría por qué ser noticia dentro de un contexto deportivo. Pero lo es, porque siempre hay un punto negro del que informar, y en este encuentro no iba a ser menos.

El dispositivo policial era muy fuerte debido a la ocasión y a la declaración de alto riesgo. Patrullas de la policía nacional han vigilado los aledaños del estadio desde principios del día, e, incluso, se montó un cordón en la avenida para vigilar la entrada al barrio de La Laguna, zona habitual de encuentro para los aficionados del Cádiz.

El punto negro ocurrió cerca de una hora antes del choque. La Policía Nacional escoltó a los radicales del Real Betis por la avenida para hacerlos pasar por la grada de Fondo Sur, bajando la cuesta de la Policía Local. En la esquina de esta grada con Tribuna se produjo un enfrentamiento entre grupos de ambos equipos. Algo breve, ya que la disuasión fue rápida. Eso sí, no es entendible que, a pesar del gran dispositivo, no se tuviera más precaución en la entrada al estadio del sector más radical de la hinchada verdiblanca.

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